Concesión es alternativa para tren urbano
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 15 abril, 2016
Resumen ejecutivo
La concesión del tren eléctrico es una solución que se podría aprovechar para mejorar el tránsito, así como el medio ambiente, de acuerdo con varias corrientes políticas y técnicas.
Dependiendo de los detalles del proyecto, sería viable desde la perspectiva del retorno en la inversión.
Mientras tanto, es posible que la Asamblea pronto apruebe una ley, que permitiría al Incofer financiar el proyecto del tren urbano, al endeudarse por un 40% de los activos.
Sin embargo, no hay certeza de que prospere el plan, ya que su legalidad está siendo cuestionada.
El tema del tren se ha puesto sobre la mesa de discusión en los últimos días, con las fallas continuas del sistema actual.
La concesión del tren eléctrico es una solución que se podría aprovechar para disminuir las presas y la huella ambiental, además de mejorar el clima de negocios, de acuerdo con varias corrientes políticas y técnicas.
Se trata de un modelo que es visto favorablemente por Miguel Carabaguíaz, exjerarca de Incofer, así como por los diputados Luis Vásquez, del PUSC, y el libertario Otto Guevara, mientras que Marcela Guerrero, del PAC, estaría dispuesta a debatir esta opción.
Dependiendo de los detalles del proyecto, desde la ruta hasta temas como estaciones y pasos a desnivel, sería viable desde la perspectiva del retorno en la inversión.
Entre las ventajas del modelo de concesión se encuentra la agilidad en la toma de decisiones, ya que no habría que superar procesos administrativos engorrosos que imposibiliten la inversión y el mantenimiento de vías y unidades.
Otro punto a favor es que no se requerirían los fondos del Estado, que ya cuenta con un alto nivel de endeudamiento, mientras la obra a finales del periodo de la concesión, quedaría como un activo estatal.
La concesión de trenes es un modelo de desarrollo utilizado en América Latina, como es el caso de Chile, que instauró un sistema mixto de participación pública y privada, para rehabilitar y darles mantenimiento a unos 380 kilómetros de vías.
En México, el gobierno está concesionando un tren bala de 210 kilómetros entre la Ciudad de México y Querétaro, mientras el año pasado se entregó la concesión de un tercer tramo para la línea ferroviaria México-Toluca.
Es posible que la Asamblea apruebe en los próximos días la Ley de Fortalecimiento del Incofer, la cual tiene como objetivo financiar el proyecto del tren urbano, al endeudarse por un 40% de los activos de la empresa, cuyo valor ascendería a más de $1.000 millones.
Sin embargo, no hay certeza de que prospere el plan, ya que sería difícil poner a responder la línea férrea, debido a que ningún acreedor prestaría los fondos en forma de hipoteca, a cambio del derecho de explotar un activo público.
Además, este modelo sería ilegal, según Carabaguíaz.
El tema del tren se hizo polémico en los últimos años.
Por un lado, el proyecto propuesto por el Gobierno consiste en un tren cuya ruta serviría a grandes partes de la población urbana, y hasta con una extensión al eventual aeropuerto de Orotina.
Sin embargo, el plan de Guillermo Santana, presidente del Incofer, no tiene fecha de inicio, mientras el costo sería de unos $1.400 millones.
Esto sería el doble del proyecto de su antecesor Miguel Carabaguíaz, que además ya cuenta con los estudios técnicos y económicos, así como la disposición en principio del financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo.
El asunto se ha vuelto urgente los últimos días, con las fallas continuas del sistema actual, mientras en el año pasado se reportaron no menos de 70 colisiones.
Redacción
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Colaboraron Esteban Arrieta y Javier Adelfang