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Confinamiento eterno

José Pablo Rodríguez eterms@gmail.com | Lunes 09 mayo, 2022

Jp

José Pablo Rodríguez

Director Regional en Asia de la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (PROCOMER)*

Shanghái lleva alrededor de mes y medio de confinamiento. Digo alrededor porque dependiendo de la zona de la ciudad, los confinamientos selectivos iniciaron antes del confinamiento total que inició el 27 de marzo y se ha prolongado en toda la ciudad hasta la fecha. Hoy hay zonas dentro de los distritos categorizadas en tres tipos de niveles y dependiendo del nivel, con más o menos libertades. Sin embargo, se esté en uno u otro extremo, siempre es un confinamiento y el mismo no tiene nada que ver con los confinamientos que se experimentaron en otros países durante el 2020 y 2021.

​Lo que experimentamos quienes vivimos en Shanghái, es una ciudad total y completamente cerrada. El metro, autobuses, trenes, taxis y demás transporte público ha sido cancelados por el gobierno desde hace ya más de un mes y contando. Una gran mayoría de los negocios han cerrado y a pesar de los esfuerzos por intentar restablecer la producción, lo cierto es que los protocolos impuestos para esto son sumamente costosos para los grandes jugadores. Para los pequeños y medianos, prácticamente imposibles de cumplir. Las imágenes de la cara humana del confinamiento ya le han dado la vuelta al mundo y por eso, no me voy a enfocar en eso. Hoy quiero reflexionar sobre el impacto económico que cada vez se sentirá con mayor fuerza.

​Primero, es importante dimensionar la importancia de la ciudad. Para inicios del 2022, Shanghái como capital comercial y financiera de China, es la central regional de operaciones de alrededor de 831 empresas multinacionales. Más de 500 centros de investigación y desarrollo establecidos por empresas extranjeras. Para el año 2021, a pesar del impacto del COVID-19, el total de IED utilizada en Shanghái alcanzó los USD 22.5 mil millones, lo que representa un incremento del 11.5% en esa cifra comparada con el 2020. Fuertes inversiones, en la industria automotriz por ejemplo, que incluyen entre otras empresas la mega fábrica de TESLA, ya se están viendo fuertemente afectadas por el confinamiento. Lo mismo para otras industrias como la farmacéutica, financiera, hotelera, etc.

​El puerto de Shanghái continua siendo el más activo del mundo, reportando un volumen de cerca de 43 millones de TEU´s en el 2021. El mes de abril del presente año varios medios reportaron una caída de cerca del 25% del volumen usual en el puerto. Para agudizar la situación, el confinamiento ha tenido un fuerte efecto sobre el transporte de carga terrestre, dado que las comunicaciones están bloqueadas o afectadas, generando embotellamientos e incluso impidiendo el avance de las mercancías de punto a punto. El puerto de Shanghái además sirve de conexión con el río Yangtsé, lo que le permite alcanzar múltiples provincias al interior de China. La situación actual está generando un embotellamiento de grandes dimensiones, lo que a su vez amplifica el efecto de la crisis logística de contenedores que precisamente dio inicio en China, con el estallido de la pandemia a inicios del 2020.

​Shanghái no está sola. Pekín, la capital china, ha entrado también en confinamientos seleccionados luego de que a partir del 20 de abril se descubrieran varios casos de Omicron, lo que ha puesto a las autoridades a correr para descartar vía PCR prácticamente los 22 millones de habitantes. Hasta la fecha más de 500 personas han arrojado resultados positivos en las pruebas del virus. Starbucks comentó recientemente que el 72% de las 225 ciudades chinas en donde mantiene operaciones, experimentaron brotes de Omicron en el primer trimestre del año. En todo el país, alrededor de 327 millones de personas en más de 40 ciudades se han visto afectadas por los últimos cierres, estimó un reconocido economista esta semana.

​¿Qué podemos esperar en Costa Rica de esta situación? Lo primero serán precios aún más altos para bienes finales e insumos. El fenómeno inflacionario global que ya nos viene afectando se agudizará, especialmente con este tipo de confinamientos en China. El mundo entero sentirá el impacto de lo que suceda en la “fábrica del mundo”, pero en el caso de Costa Rica en donde China representa un alto porcentaje de nuestro déficit comercial (alrededor de USD 2000 millones) el impacto del aumento de precios de los bienes importados desde China, implicará una reducción en el poder adquisitivo del costarricense. Hacia China la cuesta también se pone hacia arriba. Para el sector exportador que ya de por sí, entra en desventaja por lo caro que es producir en el país, se le encarecerán más sus productos debido a los problemas logísticos, lo cuál los pone en una desventaja aun mayor de cara a China.

​Si a esta situación de confinamientos en China y su impacto interno y externo le sumamos la situación actual de Europa con la invasión de Rusia a Ucrania. Si agregamos además la situación de Estados Unidos, a penas tratando de recuperarse y evitar que su economía se desacelere, en un juego de equilibrio entre bajar la elevada inflación y mantener niveles de producción aceptables, luego de sufrir el embate de dos años de COVID, vemos que el escenario en los tres motores económicos de mundo es bastante complejo e incierto. Debemos prepararnos pues se están formando nubarrones en el horizonte y no sabemos qué tan fuerte golpeará esta tormenta.

*Es Máster en Gerencia y Negociaciones Internacionales y tiene una especialización en Liderazgo de Talentos y Equipos.

Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor y no representan la visión u opinión de la organización para la que trabaja.







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