Conozca cuáles son los retos pendientes tras salir de la lista gris de la Unión Europea

Tras realizar una serie de cambios tributarios que le permitieron al país salir de la lista gris, los desafíos no terminan ahí, se requieren mejoras en infraestructura, seguridad y competitividad para seguir atrayendo inversión extranjera directa de la Unión Europea, aseguró en una entrevista con LA REPÚBLICA Thomas Alvarado, Socio de Consultoría y Presidente de Junta Directiva de RSM Costa Rica.

¿Qué implica tiene este logro para el país?

Sin duda, es una noticia positiva para Costa Rica. Salir de la lista gris mejora nuestra imagen internacional y fortalece la confianza de los inversionistas. Esto también reduce el riesgo de sanciones o restricciones comerciales con socios europeos. En general, facilita la atracción de inversión extranjera y mejora las condiciones para el comercio exterior.

¿Cuáles son los principales beneficios para el sector empresarial costarricense?

Hay varios beneficios clave. Primero, las empresas tendrán mejor acceso a financiamiento internacional, ya que la percepción de riesgo país disminuye. Segundo, los costos operativos podrían reducirse, pues las transacciones con Europa serán más fluidas. Y tercero, la estabilidad tributaria mejora, lo que permite a las empresas planificar a largo plazo sin temor a cambios abruptos en las regulaciones fiscales.

¿Cuáles son los retos pendientes?

A pesar del avance, Costa Rica todavía enfrenta retos significativos en materia de competitividad y clima de negocios. La carga tributaria sigue siendo alta, la burocracia complica la apertura y operación de negocios, y la seguridad jurídica necesita fortalecerse para brindar confianza a los inversionistas. Además, la infraestructura y la digitalización deben mejorar para que el país siga siendo atractivo en el mercado global.

Aún queda trabajo por hacer en simplificación regulatoria, incentivos fiscales y estabilidad jurídica para que el país no solo cumpla con estándares internacionales, sino que también impulse un crecimiento económico sostenible.

Además, Costa Rica debe mirar hacia el futuro e invertir en infraestructura y nuevas tecnologías que permitan al país mantenerse competitivo en un entorno global cada vez más digitalizado e innovador.

Finalmente, la seguridad debe ser un pilar clave en la agenda de desarrollo del país. Sin estabilidad y un entorno libre de criminalidad, será difícil consolidar las mejoras económicas y atraer inversión de calidad.