Conozca el corazón ardiente del Braulio Carrillo, el río de agua termal
Walter Herrera wherrera@larepublica.net | Viernes 08 enero, 2021
Un río y una enorme naciente de agua termal se documentaron rigurosamente en el Braulio Carrillo por primera vez en más de 40 años.
Laguna Cacho Negro
Se trata del río Termal, al norte del cráter del volcán Barva en el sector de Cacho Negro.
Cuatro montañistas profesionales costarricenses realizaron la expedición que tardó cuatro días para llegar al punto y una caminata de 24 kilómetros (ida y vuelta) para poder estar en este mítico lugar.
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“Logramos algo que es una combinación de muchísima investigación, suerte y esfuerzo. Leonel León (líder de la expedición) y yo iniciamos una investigación a profundidad sobre una leyenda de montaña acerca de un gran río termal con mapas satelitales y vuelos en dron. En un vuelo el dron de Leonel logró observar una quebrada rojiza y una color azul que correspondía con la leyenda”, comentó Javier Elizondo, autor del libro "Cataratas y Leyendas", que recopila las mejores caídas de agua del país.
La leyenda dice que en el Braulio Carrillo hay tres ríos que corren paralelos, uno es termal, otro amarillo ocre, y otro de piedras turquesas que lo hacen celeste.
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“Una mañana realizando vuelos de dron logramos ver una nube que salía de la montaña como una especie de vapor, este fenómeno ocurrió tres veces, por lo que decidimos entrar”, relató Elizondo.
“Hay que entender que la expedición implicaría entrar a Cacho Negro, una montaña muy remota al norte del volcán Barva, atravesar los acantilados del río Sardinal y cruzar un valle”, dijo.
Recorrieron el río arriba y observaron otras quebradas de agua fría juntándose.
Luego, sucedió lo impensable.
“Encontramos una naciente de agua caliente enorme, lo más destacable fue la suerte de que en nuestra ruta la encontráramos, no es como una catarata que se ve en un mapa satelital, esto es como encontrar una aguja en un pajar”, agregó.
Ahí tomaron fotografías y documentaron la zona; además, señalan que solo pueden ingresar montañistas profesionales y la información del lugar no será revelada al público para su conservación.
“La ruta es secreta, así como las coordenadas, estas solo se revelarán para fines de investigaciones académicas certificadas, no dejamos rastro alguno y si nadie había entrado en 80 años, nadie lo hará en los próximos 200”, explicó el autor y montañista.
Debido a lo remoto de la montaña, aseguran que solo un montañista profesional tiene la capacidad de llegar al sitio, ya que no hay senderos ni una ruta establecida.