Coprocom: Un saludo a la bandera
Sebastián Trejos info@anfe.cr | Lunes 11 noviembre, 2019
Hace unos días doña Silvia Trejos en su columna sobre la Ley de Fortalecimiento a Coprocom (https://www.larepublica.net/noticia/ley-de-fortalecimiento-de-las-autoridades-de-competencia) nos da una detallada y muy buena explicación legal acerca esta ley, pero lo cierto es que está cargada de regulaciones que están lejos de ayudar a la sana competencia, y para muchos expertos es un proyecto que genera enormes dudas.
Como bien expresa la forista, Coprocom es el ente encargado de promover la competencia dentro de nuestro país.
“La Ley de Fortalecimiento de las Autoridades de Competencia viene a integrar y aportar instrumentos modernos para resguardar los mercados de prácticas anticompetitivas, promover la competencia y la libre concurrencia, fortalecer la Comisión para la Promoción de las Competencias (Coprocom) y la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel)” (Trejos, 2019).
El 100% del país lo tiene claro; lastimosamente, la realidad es otra, y Coprocom parece más un saludo a la bandera. Estamos dejando que el Estado, ese enorme Leviathan, que se devora todo a su paso sea el que decida, qué es o no es concentración de mercado o prácticas monopólicas, ¿en serio?
Ahora bien, lo que tal vez doña Silvia desconozca, o no recuerde, es que el Estado es el principal distorsionador de los mercados, generando prácticas monopólicas y, por ende, anticompetitivas, tanto estatales como privadas, con sus excesivas regulaciones, impuestos, aranceles y canon. Y realmente, ejemplos sobran, en el Estado tenemos los monopolios y excesivas regulaciones como: ICE y Recope, el INS y su concentración de mercado, la Sutel con su “cuota de ingreso” en el mercado de telecomunicaciones, solo por nombrar algunos.
El sector privado, con ayuda del Gobierno (capitalismo de compinches) genera proteccionismo con subsidios, altos aranceles a la importación y con canon que, a la postre, deriva en prácticas oligopólicas, y lo tenemos en los productos importantes de la población como son el arroz, la leche y recientemente el aguacate, cemento, medicamentos, la revisión técnica vehicular, etc. El proteccionismo hacia estas industrias lo que produce es que los recursos de los más pobres se vean afectados, el Banco Mundial ya había señalado que la fijación de precios como la de Conarroz, perjudica a las personas con menos ingreso, pues pagarán muy por encima del precio internacional.
Por otra parte, parece que la ley no se aplica por igual, la comisión se encarga de dar multas millonarias a algunas empresas bajo la justificante de “prácticas monopólicas” o “concentración prohibida” del mercado, sino recuerden la multa a la compañía mexicana Mabe por $2 millones de dólares en el 2011 que sería desestimada posteriormente, o la multa al BAC por 12.000 millones de colones que al final desestimada por el mismo MEIC, recientemente le dijo a Walmart que se “abstuviera” de compra GESSA, una empresa que estaba dispuesta a vender, por ciertos problemas.
¿Dónde está Coprocom defendiendo el libre mercado y la sana competencia, en los servicios que brinda el Estado o en las prácticas monopólicas, que se hacen bajo el amparo del mismo Estado? Así que, como menciona doña Silvia, esta ley en primera instancia y para muchos puede ser la pomada.
“Los consumidores notarán que aumentará la oferta, la calidad y variedad de productos y, por ende, mejores precios. El sector empresarial se verá fortalecido, pues al tener un mercado regulado y competitivo, incentivará la innovación, ampliando y mejorando sus servicios.” (Trejos, 2019)
Sin embargo, no sucede así, Coprocom no comprende que sus decisiones pueden tener un impacto negativo en la economía del país, pero lo más nefasto de todo es darle mayores potestades al Estado para que decida sobre nosotros qué queremos y qué no.
Sebastián Trejos
Director Ejecutivo ANFE
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