Ecologistas reclaman falta de estudios de costos y producción
Costa Rica impulsaría biocombustibles en el Plan Nacional de Desarrollo
Potencial del biogás a partir de desechos de agroindustria podría reemplazar el diésel que se usa en transporte de carga pesada, asegura Franz Tattenbach
Allan Madriz allanmadriz.asesor@larepublica.net | Martes 09 agosto, 2022
El aprovechamiento de los desechos agropecuarios y agroindustriales para impulsar la utilización de los biocombustibles, especialmente en el tema de transporte de carga pesada, es la visión que tendría el gobierno dentro del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026.
Así lo adelantó Franz Tattenbach, ministro de Ambiente, durante una conferencia en el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Costa Rica, donde expuso parte de las prioridades de trabajo para el sector ambiental durante los próximos cuatro años.
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Aunque señaló que no podría dar más detalles sobre el tema, debido a que le corresponde al presidente Rodrigo Chaves dar a conocer el Plan Nacional de Desarrollo, dejó claro que los biocombustibles tendrán un lugar importante dentro del programa de gobierno.
“En energía creo que hay oportunidades muy importantes en los biocombustibles, que es un tema agropecuario, según balances que hemos hecho, conversaciones con el vicepresidente Brunner, la capacidad de generar biometano, por ejemplo, que tiene Costa Rica es enorme, puede generar prácticamente todo lo que se consume en diésel para el transporte pesado de carga, se podría generar con el biometano de los desechos ya existentes de la agricultura grande que se concentra”, dijo Tattenbach.
A pesar de que los biocombustibles forman parte del Plan Nacional de Energía 2015-2030, el tema no ha podido tener avances destacados dentro de la matriz energética nacional, incluso teniendo tropiezos cuando desde la misma Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) se ha intentado incursionar en gasolina con etanol y biodiésel.
Sin embargo, el jerarca del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) indicó no tener ningún temor de que el país avance en la incursión de los biocombustibles, asegurando que el potencial del biogás a partir de los desechos de la agroindustria podría reemplazar el diésel que se utiliza en el transporte pesado de carga.
“A mí no me da miedo que Costa Rica se meta en biocombustibles, inclusive para sembrarlos si es el caso, porque Costa Rica ya dominó la deforestación, no es un país que, si nos metemos a producir algo para combustible, se nos va a ir de las manos y vamos a empezar a deforestar, Costa Rica no deforesta y si podríamos manejar un programa de biocombustibles si fuera necesario, podríamos manejarlo sin miedo”, agregó Tattenbach.
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Por otro lado, las estimaciones realizadas por Tattenbach no generan mucha confianza dentro de los ambientalistas, quienes señalan que hay muchas dudas pendientes de resolver antes de que el país decida apostar por estas energías alternativas.
La falta de estudios para determinar costos de producción, así como costos finales para los consumidores, es el principal punto que refutan.
“Cuando se habla de la promoción ilimitada de los biocombustibles, creo que el país todavía está muy crudo en esa materia, el mismo ICE reconoce en el plan de expansión de 2020-2035, que en estos momentos los costos de producción de biocombustibles siguen siendo superiores a los de cualquier derivado del petróleo”, dijo Osvaldo Durán, integrante de la comisión de energía de la Federación Ecologista Costarricense (Fecon).
Otra de las dudas que tienen los ambientalistas es que se maneje adecuadamente la aplicación de la Ley de la Gestión Integral de Residuos, ya que hasta la fecha se ha avanzado muy poco en su cumplimiento.
Además, consideran peligroso que para producir este tipo de combustibles se requiera aumentar la siembra de monocultivos como la caña de azúcar o la palma africana, lo que podría traer nuevas consecuencias negativas a los ecosistemas.
“¿Quién puede asociar volumen de producción de biocombustibles con área sembrada de un determinado producto? Hasta ahora esto ha sido bastante experimental, pero nadie puede asegurar que esto no signifique una nueva amenaza para más ecosistemas en este país; nadie puede asegurar en este momento que va a llevar más energía y disminuir la dependencia del petróleo, ni que esto va a tener un costo e impacto sobre los ecosistemas”, agregó Durán.
El ambientalista recordó que, si el gobierno supera esos cuestionamientos, deberá dibujar una ruta de sistemas de distribución de estos biocombustibles, en especial si estará siendo empleado para transporte pesado de carga.
Ante las dudas del sector ecologista sobre un posible impulso de este tipo de energías alternativas para disminuir la dependencia de la factura petrolera, el gobierno tendrá que definir dentro de su plan la manera de incursionar en usos de biogás, biometano, biodiésel y biocombustibles en general, sobre todo en los costos de producción y posibles impactos ambientales.
¿Qué dice el Plan Nacional de Energía 2015-2030 sobre la incursión de los biocombustibles?
• La principal barrera para la mezcla de etanol y biodiésel en las mezclas finales de combustibles radica en
la ausencia de una estrategia pública y privada que involucre a todos los actores del sector
• La producción de biocombustibles aún no cuenta con el respaldo jurídico suficiente que
permita su incorporación de manera más activa en la matriz energética nacional
• El sector privado es el que tiene la capacidad de producción mientras que el Estado, por medio de Recope,
es el encargado de realizar estas mezclas