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Costa Rica requiere una coalición de centro derecha

Miguel Angel Rodríguez marodrige@gmail.com | Lunes 14 junio, 2021


Costa Rica, para sortear los problemas actuales y crear bienestar para sus habitantes, requiere que el nuevo gobierno sea un gobierno equilibrado. Un gobierno de efectiva unidad nacional que, estoy convencido, solo podrá salir de una coalición que no simplemente busque ganar la elección en febrero; sino que busque establecer un gobierno que de 2022 a 2026 promueva el equilibrio.

Equilibrio con libertad y solidaridad, con innovación y que genere oportunidades, equilibrio entre justicia social y eficiencia económica, entre mercado y estado, entre derechos individuales y valores de vida y familia, entre producción y conservación, entre gobierno y comunidad, entre seguridad ciudadana y justicia, entre las tradiciones locales que nos dan arraigo y pertenencia y la consciencia de nuestra responsabilidad global.

Sin ese equilibrio difícilmente se podría concitar el apoyo ciudadano para responder a los graves desafíos que vivimos. Sin esos equilibrios las medidas que se tomen difícilmente tendrán los resultados que necesitamos.

La próxima administración enfrentará grandes retos aun cuando, como espero, se logre en el resto de este período presidencial vencer la pandemia, encausar la solución al desequilibrio fiscal con el arreglo con el FMI e iniciar la reactivación de nuestra economía.

Vive el mundo tiempos de gran incertidumbre, frustración y desorientación. En nuestra área centroamericana la pobreza, la corrupción, la inseguridad y un amenazante totalitarismo violador de los derechos humanos atormentan a los ciudadanos que emigran. Entre nosotros malas decisiones del pasado y la covid-19 han incrementado la pobreza y el desempleo. Respuestas simples a problemas complejos encantan a los pueblos que al perseguir falsas ilusiones y encontrar fracasos, aumentan su desconfianza y su enojo.

A la nueva administración le corresponderá aplicar la regla fiscal con niveles de pobreza y de desempleo dolorosamente elevados, y deberá hacerlo para evitar que el país pierda la ruta del crecimiento económico que es indispensable para aliviar esos problemas. Para ello el control del gasto público deberá ser muy severo en los años siguientes disminuyendo el peso del gasto corriente respecto al PIB aun en mayor medida de lo que implica la regla fiscal para no sacrificar la inversión en infraestructura. Adicionalmente dentro del gasto corriente se deberán fijar prioridades para privilegiar el gasto en capacitación laboral de los desempleados utilizando la nueva legislación del INA, para llevar alivio con apoyo social bien focalizado a las familias en pobreza y para universalizar el acceso a banda ancha primero de los estudiantes y luego de todos los hogares.

No será una tarea sencilla ni fácil. Se requerirá capacidad negociadora, se requerirá conocimiento del intrincado sistema burocrático nacional, se requerirá un fuerte apoyo de diversos actores políticos y sociales y un soporte fuerte en la Asamblea Legislativa, se requiere una coalición de gobierno que no se de a partir de puestos si no de planes y programas en los que se den acuerdos. Se requerirá acordar en lo posible y con humildad dejar de lado lo que no podamos concertar. Se requerirá madurez política para entender, aceptar e incluso trabajar con adversarios políticos históricos. Se requerirá un gran consenso nacional para tener éxito.

Para lograrlo considero necesario primero unir en una gran coalición de centro derecha los grupos fragmentados que encaran las próximas elecciones. Que todos los partidos políticos ubicados ideológica y programáticamente desde la derecha hacia el centro del espectro político costarricense, volvamos a presentar una opción única. fuerte, propositiva y con ideas claras y concisas de lo que se puede hacer. No hace muchos años ya se había logrado. Y que pueda, esta coalición, si gana las elecciones para el Ejecutivo, llegar con una agenda clara concisa, realista y fácil de empezar a negociar con todos los actores sociales; y si perdiera, que le permita hacer desde la Asamblea Legislativa con sus diputados una oposición responsable y llegue con un punto de partida para negociar con quien ocupare la dirección del Poder Ejecutivo.

Durante los últimos meses esa ha sido la meta que ha orientado mis acciones políticas. Me mantengo en esa línea.



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