Costa Rica y la 5G, una encrucijada peligrosa

Leiner Vargas lvargas@una.ac.cr | Jueves 14 septiembre, 2023

Costa Rica se encuentra en una encrucijada tecnológica que definirá su futuro en la era de la conectividad 5G. Esta nueva tecnología promete transformar radicalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos, pero también plantea cuestiones críticas de trayectoria y opción tecnológica que deben abordarse con sabiduría y visión a largo plazo. La llegada del 5G trae consigo una serie de oportunidades revolucionarias para el país en muchos campos, empero también, grandes desafíos y encrucijadas.

La educación, por ejemplo, podría experimentar un cambio fundamental, con un aumento en la capacidad de educación en línea que permitiría un acceso más amplio a la educación de calidad en tiempo real y con nuevas aplicaciones de contenido e interacción nunca vistas. La salud también se beneficiaría con la expansión de la telemedicina, brindando atención médica de calidad a áreas remotas y poblaciones vulnerables. Aplicaciones dónde la estabilidad, capacidad, velocidad y niveles de latencia se vuelven críticos para una experiencia en tiempo real. Ni que decir de lo que vendrá en la agricultura de precisión, la robotización de procesos en las industrias, las aplicaciones a la movilidad inteligente, las cadenas de logística y el entretenimiento en línea. La conectividad 5 G generará un cambio sustancial en materia de capacidad de usuarios conectados en un mismo nodo, generando no sólo mucha más eficiencia en las aplicaciones, sino que tendremos una interacción y experiencia en tiempo real.

Sin embargo, el despliegue de esta tecnología no estará exento de desafíos. Uno de los más apremiantes es la brecha digital, que podría ampliarse si no se implementan políticas adecuadas para garantizar que todos los costarricenses tengan acceso al 5G de la forma más rápida y económicamente eficiente en muchos puntos y regiones tanto dentro como fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM). Una decisión de proveedores equivocada puede llevar hasta duplicar el costo de los operadores para la fase de implementación. Las condiciones previas en materia de acceso a las bandas de frecuencia dónde pasará esta nueva autopista digital son esenciales, al mismo tiempo que apoyar los procesos de modernización e la infraestructura 4 y 4.5 G existentes de los operadores principales, quiénes podrían ser la punta de lanza en este proceso de modernización digital del país. En unos cuantos meses Costa Rica podría estar teniendo conectividad 5G en los puntos más calientes de la red, es decir, aquellos dónde la relación costo a clientes genera una utilidad importante para los operadores. En un período de 2 a 3 años el país podría tener desarrollado una buena parte de sus conexiones en 5G de tomarse las medidas regulatorias, de gestión del espectro y de acceso a los proveedores de tecnología, que claramente están listos para enfrentar dicho proceso.

La inclusión digital es esencial para evitar la exclusión de comunidades rurales y poblaciones menos favorecidas, evitar la pérdida de competitividad del país en materia de atracción de inversiones, fortalecer el reconocimiento país en materia de acceso e inclusión digital y sobre todo, abrirle a los jóvenes la oportunidad de ingresar a este nuevo mundo de oportunidades de empleo e emprendimiento. Además, la seguridad y la privacidad en un mundo digitalizado son preocupaciones cruciales y es por lo cual, los protocolos de implementación de las redes 5G se han venido fortaleciendo con la participación de todo el ecosistema empresarial global.

Costa Rica deberá establecer marcos regulatorios sólidos para abordar estos desafíos, protegiendo los datos personales y la infraestructura crítica de red, de posibles amenazas cibernéticas. Para lo anterior, muy poco favor se le hace al país eliminando o dejando fuera a los líderes tecnológicos en la industria 5G. El país pone en riesgo no sólo un elevadísimo costo de implementación de la red 5G que países como República Dominicana y Guatemala ya están en pleno desarrollo, sino que podría implicar demoras sustanciales en el tiempo de implementación y la calidad de los estándares tecnológicos utilizados.

Por lo anterior, una de las decisiones más importantes que enfrenta Costa Rica en esta encrucijada tecnológica es la elección de proveedores para su infraestructura 5G. El país tiene la opción de permitir la participación de empresas extranjeras líderes en este campo, tanto de China como de los Estados Unidos y Europa. Sus tratados internacionales y la garantía de tener firmados acuerdos en el marco de la Organización Mundial de Comercio permiten garantizar un clima de inversión justo y neutral a todos aquellos que puedan presentarse a licitar u ofrecer dichas tecnologías. Esta elección no solo afectará su desarrollo tecnológico, sino que también tendrá un impacto geoestratégico y económico significativo. En un mundo donde la tecnología 5G es una parte crucial de la competencia global entre potencias, la decisión de Costa Rica podría influir en sus alianzas internacionales y en su posición en el escenario mundial.

Es una elección que debe sopesarse cuidadosamente y considerar sus implicaciones a largo plazo, implicaciones que no solamente afectan el costo, el tiempo o la eficiencia de las instalaciones 5G, sino que también, significan empleos, valor agregado, innovaciones en múltiples campos que podrían afectarse seriamente. Ciertamente 2 de las tres empresas líderes en el desarrollo de infraestructura 5G se encuentran en Asía y de los proyectos de 5G desarrollados en América Latina, tanto en Chile, Brasil, Uruguay y más recientemente en República Dominicana y Guatemala, las empresas asiáticas han sido parte y muestran ofertas muy competitivas. El país no necesita inhibir su desarrollo tecnológico a cambio de una posición geopolítica que puede variar de la noche a la mañana por un cambio de mando en el gobierno norteamericano. Esto no es la guerra fría, si hubiese necesidad de más regulación el país puede soberanamente imponer criterios y reglas claras en el campo que así lo considere.

Costa Rica se enfrenta a una encrucijada en su camino hacia la era 5G. La tecnología ofrece oportunidades emocionantes, pero también desafíos significativos. La inclusión digital, la seguridad cibernética y la elección de proveedores son cuestiones que requieren atención y deliberación cuidadosa. En última instancia, la decisión que tome Costa Rica en esta encrucijada tecnológica definirá su camino hacia un futuro digital, y es una decisión que debe tomarse con una visión de desarrollo sostenible, equidad y competitividad en mente.

Por lo anterior, desde la Unidad de Regulación y Políticas Públicas del CINPE de la Universidad Nacional estamos elaborando un estudio serio de las condiciones del país, de la situación global de la 5G y de los escenarios más plausibles que podríamos tener en cada una de las distintas rutas, al igual que lo hicimos en el debate de apertura de las telecomunicaciones hace más de 20 años, es necesario evitar centrar la discusión en un tema ideológico. La realidad nos exige el poner los intereses nacionales primero. Se trata de tomar la mejor de las decisiones por el país, no se vale arriesgar cientos de millones de dólares o inclusive la caída del operador público, que claramente deberá hacer un gran esfuerzo para ser competitivo en esta nueva generación de la internet 5G, a cambio de una disputa de dos grandes potencias.

En un tercer artículo les hablaremos de los riesgos que el país toma al disminuir sustancialmente el número de proveedores de tecnología 5G y las áreas de conocimiento más sensibles dónde podríamos llevarnos una sorpresa. También hablaremos de la carrera global y de los países dónde las aplicaciones 5G se han venido desarrollando de manera exitosa.

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