Costa Rica y las Cadenas Globales de Valor
Óscar Álvarez Araya oalvarezcocr@gmail.com | Jueves 08 agosto, 2024
No estamos aislados ni solos. Costa Rica es parte de un sistema internacional conformado por estados nacionales, organismos internacionales, empresas internacionales y una economía mundial interconectada, de globalización fragmentada y de cadenas globales de valor.
En el contexto de las cadenas globales de valor, Costa Rica ha desempeñado un papel esencial como caso de éxito, integrando sectores claves como la manufactura avanzada, la tecnología y la agricultura.
Una cadena global de valor se refiere a la serie completa de actividades necesarias para producir y entregar un producto o servicio, desde su concepción hasta su consumo final. Estas actividades incluyen la investigación y desarrollo, diseño, producción, marketing, distribución y servicios postventa.
En el sistema internacional, estas actividades están dispersas en diferentes países, donde cada uno contribuye con diferentes etapas del proceso según sus ventajas competitivas. Las cadenas globales de valor permiten a las empresas optimizar costos y eficiencia al aprovechar las fortalezas específicas de cada región y país.
En 2024, se espera que la economía de Costa Rica crezca un 4%, según proyecciones del Banco Central de Costa Rica. Aunque este crecimiento es robusto, es menor al del año anterior. Este crecimiento es impulsado principalmente por una demanda interna fuerte, respaldada por políticas monetarias más flexibles y una mejora en las condiciones del mercado laboral. No obstante, la economía de Costa Rica sigue siendo altamente dependiente de las condiciones externas en los mercados internacionales, lo que subraya la necesidad de adoptar estrategias adaptativas para mitigar las vulnerabilidades económicas.
La importancia de la inclusión y la gestión fiscal ha sido destacada por instituciones internacionales. A pesar de que la pobreza ha disminuido a niveles anteriores a la pandemia, siguen existiendo desafíos, especialmente entre los grupos más vulnerables, como las comunidades afrodescendientes, indígenas y migrantes.
Costa Rica ha aprovechado su posición en las cadenas globales de valor a través de la atracción de inversión extranjera y la liberalización gradual del comercio. La manufactura avanzada, particularmente en los sectores de dispositivos médicos y electrónica, ha sido un motor clave de esta integración. Las políticas públicas han creado un entorno favorable para la inversión, apoyando la innovación y el desarrollo tecnológico. Su futuro parece estar en convertirse en un hub de semiconductores.
La inversión en infraestructura y la adopción de tecnologías avanzadas, como la implementación de la tecnología 5G y la capacitación del capital humano en el área de semiconductores son cruciales para mejorar la competitividad de Costa Rica en las cadenas globales de valor. Estas innovaciones no solo incrementan la eficiencia y la productividad, sino que también permiten la creación de nuevos productos y servicios que satisfacen las demandas del mercado global.
Uno de los principales desafíos que enfrenta Costa Rica en 2024 es mantener su competitividad en el mercado internacional. La apreciación del colón, aunque beneficiosa para el poder adquisitivo interno y la reducción de la inflación, puede afectar negativamente las exportaciones al hacer que los productos costarricenses sean más caros en el extranjero. Además, la alta susceptibilidad a choques externos, como las presiones inflacionarias globales, el crecimiento económico reducido de socios comerciales clave y el incremento de los conflictos geopolíticos y los eventos climáticos, plantea riesgos adicionales.
Sin embargo, existen oportunidades significativas para el crecimiento económico. La inversión en el mercado de valores, el mercado de divisas y el sector inmobiliario ofrece rendimientos atractivos, especialmente en áreas designadas para el desarrollo futuro. Además, las políticas de gestión fiscal adoptadas por el gobierno reflejan un compromiso con un crecimiento sostenible y resiliente.
El año 2024 presenta un panorama mixto para la economía costarricense y su participación en las cadenas globales de valor. Mientras que las proyecciones de crecimiento son positivas y las políticas gubernamentales crean un entorno económico estable de bajas tasas de inflación, la dependencia de factores externos de riesgo y la necesidad de una mayor inclusión y gestión fiscal efectiva son retos que requieren atención continua.
Para seguir avanzando, Costa Rica debe enfocarse en mejorar la eficiencia del gasto público y movilizar ingresos para asegurar un crecimiento sostenido. La adopción de tecnologías avanzadas, la aprobación de jornadas flexibles, la capacitación de recursos humanos en el sector de semiconductores y la inversión en infraestructura serán esenciales para mantener su competitividad en las cadenas globales de valor y fomentar un desarrollo económico resiliente.
La combinación de políticas estratégicas, innovación tecnológica y una gestión fiscal prudente posiciona a Costa Rica favorablemente en el panorama económico global de 2024, permitiéndole capitalizar sus fortalezas mientras navega por los desafíos inherentes a su integración en las cadenas globales de valor.
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