Costa Rica podría sacar beneficio económico al espacio
Vanessa Chaves redaccion@larepublica.net | Martes 24 noviembre, 2009
Ante creciente saturación de satélites en órbita, país pierde oportunidades y derechos comerciales
Costa Rica podría sacar beneficio económico al espacio
“Recomiendo que se forme una oficina para estudiar las operaciones comerciales espaciales que Costa Rica está simplemente ignorando”, apunta Ronald Chang, director ejecutivo de Ad Astra Rocket Company
La falta de información sobre los beneficios que obtendría Costa Rica ejerciendo su derecho a ocupar un lugar en una órbita espacial ha hecho que el tema esté en el olvido.
Se trata de beneficios económicos. Así como Francia, Estados Unidos, China y otros países desarrollados ocupan un lugar en dicha órbita, Costa Rica también podría tener acceso y además beneficiarse económicamente por ello.
Todas las empresas en el mundo que necesiten un satélite para operar, desean tenerlo en la llamada Orbita Geo Sincronizada, pues su distancia de 36 mil kilómetros en la línea ecuatorial con la Tierra, hace que cualquier objeto en ella dure 24 horas en darle la vuelta al planeta, es decir lo mismo que tarda esta en girar sobre su propio eje, de manera que la conexión es casi perfecta.
En cualquier otra órbita del espacio, a menor o mayor distancia, la duración con que el objeto le dé la vuelta va a ser mayor o menor a 24 horas, lo que significa que no es suficiente un solo satélite para una buena conexión, es necesario al menos tres que mediante triangulación alrededor se vean entre ellos.
Es por esto que la Orbita Geo Sincronizada funciona como el centro comercial en el espacio donde todas las empresas quieren tener un local.
El problema para países en desarrollo como Costa Rica, que por falta de recursos económicos no tiene satélites, es que muy pronto la privilegiada zona estará completamente saturada y será imposible colocar más artefactos sin que estos choquen o se creen interferencias.
Es decir el país podría perder el derecho que el “Tratado del espacio exterior” establece: “El espacio ultraterrestre estará abierto para su exploración y utilización a todos los Estados sin discriminación alguna en condiciones de igualdad”.
Con el objetivo de establecer un orden y regular la utilización del espacio entre las distintas administraciones y empresas operadoras de telecomunicaciones, se creó en 1865 la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), que forma parte de las Naciones Unidas.
Este es el organismo encargado de asignar los espacios, y para ello cada país debe justificar los motivos por los cuales un satélite en el espacio le resulta beneficioso.
“Hay un gran problema de espacio físico por la cantidad de satélites y un conflicto logístico, porque muchos de los que todavía están ocupando espacio ya salieron de funcionamiento”, argumentó sobre el tema Luis Diego Castro, abogado de la Firma Castro & Pal y de Ad Astra Rocket Company.
De manera que Costa Rica a pesar de no tener los recursos económicos para comprar, enviar y mantener un satélite propio en la Orbita Geo Sincronizada, podría ejercer su derecho al espacio alquilándolo a cualquier compañía extranjera que así lo quiera.
“Es necesario que el país empiece a preocuparse por esta situación, yo recomiendo que se forme una oficina para estudiar las operaciones comerciales espaciales que Costa Rica está simplemente ignorando”, comentó al respecto Ronald Chang, director ejecutivo de Ad Astra Rocket Company.
Además todas las empresas que actualmente paguen por servicios satelitales podrían hacerlo con un satélite con bandera costarricense y con ello disminuir el gasto de sus servicios y el precio a sus consumidores.
Otro uso que justificaría la importancia de un satélite es la cantidad de centros de llamadas que se han instalado en los últimos años.
Los datos que se procesan en los centros de llamadas en Costa Rica tienen que irse a los países a donde los están necesitando y ofrecer un servicio de transporte de estos con un satélite podría ser un buen motivo.
“Mandar información a través de un satélite propio o de uno al que el país tenga acceso, sin duda haría al país más atractivo para que más empresas inviertan en este tipo de negocios”, dijo Castro.
Ante estos usos la problemática es que todos estos puntos resultan rentables si nosotros no tenemos que pagar por el envío y manutención del satélite.
Lo ideal sería que algún país o empresa con poder económico brinde el satélite y Costa Rica ejerza su derecho alquilando el espacio en la órbita.
Vanessa Chaves
vachaves@larepublica.net
Costa Rica podría sacar beneficio económico al espacio
“Recomiendo que se forme una oficina para estudiar las operaciones comerciales espaciales que Costa Rica está simplemente ignorando”, apunta Ronald Chang, director ejecutivo de Ad Astra Rocket Company
La falta de información sobre los beneficios que obtendría Costa Rica ejerciendo su derecho a ocupar un lugar en una órbita espacial ha hecho que el tema esté en el olvido.
Se trata de beneficios económicos. Así como Francia, Estados Unidos, China y otros países desarrollados ocupan un lugar en dicha órbita, Costa Rica también podría tener acceso y además beneficiarse económicamente por ello.
Todas las empresas en el mundo que necesiten un satélite para operar, desean tenerlo en la llamada Orbita Geo Sincronizada, pues su distancia de 36 mil kilómetros en la línea ecuatorial con la Tierra, hace que cualquier objeto en ella dure 24 horas en darle la vuelta al planeta, es decir lo mismo que tarda esta en girar sobre su propio eje, de manera que la conexión es casi perfecta.
En cualquier otra órbita del espacio, a menor o mayor distancia, la duración con que el objeto le dé la vuelta va a ser mayor o menor a 24 horas, lo que significa que no es suficiente un solo satélite para una buena conexión, es necesario al menos tres que mediante triangulación alrededor se vean entre ellos.
Es por esto que la Orbita Geo Sincronizada funciona como el centro comercial en el espacio donde todas las empresas quieren tener un local.
El problema para países en desarrollo como Costa Rica, que por falta de recursos económicos no tiene satélites, es que muy pronto la privilegiada zona estará completamente saturada y será imposible colocar más artefactos sin que estos choquen o se creen interferencias.
Es decir el país podría perder el derecho que el “Tratado del espacio exterior” establece: “El espacio ultraterrestre estará abierto para su exploración y utilización a todos los Estados sin discriminación alguna en condiciones de igualdad”.
Con el objetivo de establecer un orden y regular la utilización del espacio entre las distintas administraciones y empresas operadoras de telecomunicaciones, se creó en 1865 la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), que forma parte de las Naciones Unidas.
Este es el organismo encargado de asignar los espacios, y para ello cada país debe justificar los motivos por los cuales un satélite en el espacio le resulta beneficioso.
“Hay un gran problema de espacio físico por la cantidad de satélites y un conflicto logístico, porque muchos de los que todavía están ocupando espacio ya salieron de funcionamiento”, argumentó sobre el tema Luis Diego Castro, abogado de la Firma Castro & Pal y de Ad Astra Rocket Company.
De manera que Costa Rica a pesar de no tener los recursos económicos para comprar, enviar y mantener un satélite propio en la Orbita Geo Sincronizada, podría ejercer su derecho al espacio alquilándolo a cualquier compañía extranjera que así lo quiera.
“Es necesario que el país empiece a preocuparse por esta situación, yo recomiendo que se forme una oficina para estudiar las operaciones comerciales espaciales que Costa Rica está simplemente ignorando”, comentó al respecto Ronald Chang, director ejecutivo de Ad Astra Rocket Company.
Además todas las empresas que actualmente paguen por servicios satelitales podrían hacerlo con un satélite con bandera costarricense y con ello disminuir el gasto de sus servicios y el precio a sus consumidores.
Otro uso que justificaría la importancia de un satélite es la cantidad de centros de llamadas que se han instalado en los últimos años.
Los datos que se procesan en los centros de llamadas en Costa Rica tienen que irse a los países a donde los están necesitando y ofrecer un servicio de transporte de estos con un satélite podría ser un buen motivo.
“Mandar información a través de un satélite propio o de uno al que el país tenga acceso, sin duda haría al país más atractivo para que más empresas inviertan en este tipo de negocios”, dijo Castro.
Ante estos usos la problemática es que todos estos puntos resultan rentables si nosotros no tenemos que pagar por el envío y manutención del satélite.
Lo ideal sería que algún país o empresa con poder económico brinde el satélite y Costa Rica ejerza su derecho alquilando el espacio en la órbita.
vachaves@larepublica.net