Crece apetito bancario por bonos de deuda
Oscar Rodriguez orodriguez@larepublica.net | Martes 07 junio, 2011
Mucha liquidez motiva subida del 65% en compra el primer trimestre
Crece apetito bancario por bonos de deuda
Caja es principal acreedora del Gobierno con casi ¢900 mil millones
Una inversión segura y rentable. Así ven los bancos los bonos de deuda del Gobierno y por eso incrementaron la inversión en este instrumento.
A marzo, el sistema bancario aumentó la compra de títulos de deuda interna en un 65%, comparada con el mismo mes de 2010.
Las razones son que el exceso de recursos, debido a la contracción del crédito al sector privado, hace a los bancos buscar un refugio sólido para el dinero.
También obedece a la inyección de capital a la economía nacional recibida, desde el año pasado, pero que no ha podido ser colocada en iguales proporciones.
Esta es la misma situación que provoca la depreciación del dólar.
Un bono de deuda es un título valor de renta fija emitido para conseguir fondos directamente del mercado. El compromiso del emisor es devolver el principal junto con intereses.
Los agentes del mercado estiman positivos los rendimientos que ofrecen los bonos de deuda interna, por eso recurren más a estos.
La estrategia de inversiones considera varios aspectos como el crecimiento, la liquidez y la rentabilidad.
La combinación de estos factores determina el nivel de colocaciones en valores que se deben tener en el portafolio, explica Mario Rivera, gerente general del Banco de Costa Rica.
Las instituciones financieras hacen estas inversiones a plazos de tres meses o más, con lo cual logran un equilibrio en sus indicadores ante los entes supervisores.
El Ministerio de Hacienda también hace colocaciones de títulos con vencimiento, que van desde ocho hasta 20 años. Sin embargo, estos son más utilizados por inversionistas privados.
Durante este año, el 80% de las ventas fue a mediano y largo plazo, situación que ha permitido al Gobierno cubrir sus necesidades de financiamiento, sin que haya generado una presión sensible sobre las tasas de interés.
Los datos más recientes muestran que, durante los primeros tres meses del año, todo el sistema financiero nacional compró más de ¢1 billón en bonos. Esto es más del doble de lo adquirido en 2010.
El Banco Nacional es la entidad que más ha comprado, ya que representa un 23% del total de los agentes.
“El incremento es en la cartera en colones y esto se da con el objetivo de colocar los excedentes de liquidez aprovechando los rendimientos de mercado y los diferenciales de tasa”, dijo Luis Carlos Mora, director general de Finanzas del Nacional.
El Popular es el que sigue en la tabla de los públicos. Aquí el 90% del incremento en las inversiones fue destinado a la compra de instrumentos de deuda interna del Gobierno Central.
La razón es que el Ministerio de Hacienda es uno de los principales emisores y sus colocaciones son altamente líquidos, señala Maurilio Aguilar, director de Gestión Corporativa.
En el caso de las entidades privadas, estas aumentaron en un 100% la tenencia de títulos.
El BAC San José reporta un crecimiento considerable en el ahorro de sus clientes. Por eso se ha hecho necesario invertir ese dinero de más, afirma Hazel Valverde, gerente Financiera de la entidad.
El Scotiabank reconoce que ha incrementado de manera importante la cartera de inversiones propias y la apuesta ha sido en los bonos del Ejecutivo y del Banco Central.
Sobresalen de forma importante las compañías financieras. Estas prácticamente no usaban los bonos de deuda. A marzo del año pasado, apenas tenían ¢157 millones en títulos. Ahora poseen más de ¢3.600 millones.
Pese al incremento de estas empresas en la obtención de bonos, la Caja Costarricense de Seguro Social es el principal acreedor del Gobierno con casi ¢900 mil millones.
El sector privado mantiene una posición muy similar a la de la Caja. Ambos son los que compran más títulos a largo plazo.
El Instituto Nacional de Seguros es otra de las entidades descentralizadas que poseen una importante cantidad de bonos.
En el caso del Instituto Costarricense de Electricidad no hay información disponible porque, desde 2008 tiene derecho a mantener este tipo de inversiones como confidencial.
La necesidad del Ejecutivo de conseguir dinero para financiar sus obligaciones (salarios, pensiones, educación, salud o seguridad) hace que deba emitir títulos.
Esta a su vez es una oportunidad para los agentes de generar rendimiento de sus recursos, pues las tasas de interés que paga Hacienda por la inversión van de un 3% a un 9%, dependiendo del producto.
El Gobierno central ha incremento su endeudamiento interno principalmente por el creciente déficit fiscal.
También porque no tiene permiso legislativo para colocar bonos en el exterior.
“El principal problema es que no tenemos autorización para emitir deuda externa. Hemos presentado un proyecto al Congreso para ir a conseguir dinero afuera del país”, explica Fernando Herrero, jerarca de Hacienda.
En el caso de los empréstitos internacionales autorizados al Ejecutivo, por un monto de $850 millones, ninguno ha sido ejecutado y por eso aún no entran en las cuentas de deuda.
Esto provoca que la deuda interna haya ganado terreno frente a la externa.
En los últimos dos años, la captación que hace el sector público en el mercado nacional creció, frente a sus posiciones internacionales.
Actualmente el endeudamiento en colones representa un 30,1% de la producción, mientras que en dólares un 9,6%. En el primero de los casos ha subido dos puntos porcentuales, mientras que el otro los ha bajado.
Oscar Rodríguez
orodriguez@larepublica.net
Crece apetito bancario por bonos de deuda
Caja es principal acreedora del Gobierno con casi ¢900 mil millones
Una inversión segura y rentable. Así ven los bancos los bonos de deuda del Gobierno y por eso incrementaron la inversión en este instrumento.
A marzo, el sistema bancario aumentó la compra de títulos de deuda interna en un 65%, comparada con el mismo mes de 2010.
Las razones son que el exceso de recursos, debido a la contracción del crédito al sector privado, hace a los bancos buscar un refugio sólido para el dinero.
También obedece a la inyección de capital a la economía nacional recibida, desde el año pasado, pero que no ha podido ser colocada en iguales proporciones.
Esta es la misma situación que provoca la depreciación del dólar.
Un bono de deuda es un título valor de renta fija emitido para conseguir fondos directamente del mercado. El compromiso del emisor es devolver el principal junto con intereses.
Los agentes del mercado estiman positivos los rendimientos que ofrecen los bonos de deuda interna, por eso recurren más a estos.
La estrategia de inversiones considera varios aspectos como el crecimiento, la liquidez y la rentabilidad.
La combinación de estos factores determina el nivel de colocaciones en valores que se deben tener en el portafolio, explica Mario Rivera, gerente general del Banco de Costa Rica.
Las instituciones financieras hacen estas inversiones a plazos de tres meses o más, con lo cual logran un equilibrio en sus indicadores ante los entes supervisores.
El Ministerio de Hacienda también hace colocaciones de títulos con vencimiento, que van desde ocho hasta 20 años. Sin embargo, estos son más utilizados por inversionistas privados.
Durante este año, el 80% de las ventas fue a mediano y largo plazo, situación que ha permitido al Gobierno cubrir sus necesidades de financiamiento, sin que haya generado una presión sensible sobre las tasas de interés.
Los datos más recientes muestran que, durante los primeros tres meses del año, todo el sistema financiero nacional compró más de ¢1 billón en bonos. Esto es más del doble de lo adquirido en 2010.
El Banco Nacional es la entidad que más ha comprado, ya que representa un 23% del total de los agentes.
“El incremento es en la cartera en colones y esto se da con el objetivo de colocar los excedentes de liquidez aprovechando los rendimientos de mercado y los diferenciales de tasa”, dijo Luis Carlos Mora, director general de Finanzas del Nacional.
El Popular es el que sigue en la tabla de los públicos. Aquí el 90% del incremento en las inversiones fue destinado a la compra de instrumentos de deuda interna del Gobierno Central.
La razón es que el Ministerio de Hacienda es uno de los principales emisores y sus colocaciones son altamente líquidos, señala Maurilio Aguilar, director de Gestión Corporativa.
En el caso de las entidades privadas, estas aumentaron en un 100% la tenencia de títulos.
El BAC San José reporta un crecimiento considerable en el ahorro de sus clientes. Por eso se ha hecho necesario invertir ese dinero de más, afirma Hazel Valverde, gerente Financiera de la entidad.
El Scotiabank reconoce que ha incrementado de manera importante la cartera de inversiones propias y la apuesta ha sido en los bonos del Ejecutivo y del Banco Central.
Sobresalen de forma importante las compañías financieras. Estas prácticamente no usaban los bonos de deuda. A marzo del año pasado, apenas tenían ¢157 millones en títulos. Ahora poseen más de ¢3.600 millones.
Pese al incremento de estas empresas en la obtención de bonos, la Caja Costarricense de Seguro Social es el principal acreedor del Gobierno con casi ¢900 mil millones.
El sector privado mantiene una posición muy similar a la de la Caja. Ambos son los que compran más títulos a largo plazo.
El Instituto Nacional de Seguros es otra de las entidades descentralizadas que poseen una importante cantidad de bonos.
En el caso del Instituto Costarricense de Electricidad no hay información disponible porque, desde 2008 tiene derecho a mantener este tipo de inversiones como confidencial.
La necesidad del Ejecutivo de conseguir dinero para financiar sus obligaciones (salarios, pensiones, educación, salud o seguridad) hace que deba emitir títulos.
Esta a su vez es una oportunidad para los agentes de generar rendimiento de sus recursos, pues las tasas de interés que paga Hacienda por la inversión van de un 3% a un 9%, dependiendo del producto.
El Gobierno central ha incremento su endeudamiento interno principalmente por el creciente déficit fiscal.
También porque no tiene permiso legislativo para colocar bonos en el exterior.
“El principal problema es que no tenemos autorización para emitir deuda externa. Hemos presentado un proyecto al Congreso para ir a conseguir dinero afuera del país”, explica Fernando Herrero, jerarca de Hacienda.
En el caso de los empréstitos internacionales autorizados al Ejecutivo, por un monto de $850 millones, ninguno ha sido ejecutado y por eso aún no entran en las cuentas de deuda.
Esto provoca que la deuda interna haya ganado terreno frente a la externa.
En los últimos dos años, la captación que hace el sector público en el mercado nacional creció, frente a sus posiciones internacionales.
Actualmente el endeudamiento en colones representa un 30,1% de la producción, mientras que en dólares un 9,6%. En el primero de los casos ha subido dos puntos porcentuales, mientras que el otro los ha bajado.
Oscar Rodríguez
orodriguez@larepublica.net