Croacia de camino a  Brasil 2014

El talento individual sostuvo a una Croacia que estuvo desde el minuto 38 con un futbolista menos, pero que venció con claridad a la Selección de Islandia y aseguró su plaza en el Mundial de Brasil.

Croacia saltó al terreno con las ideas claras: quería gobernar el partido a base de posesión y ataque para cerrarlo cuantos antes con un par de goles.

Con los talentosos Ivan Rakitic y Luka Modric al mando, ayudados arriba por Ivica Olic y Mario Mandzukic, el partido fue durante gran parte de la primera mitad un monólogo croata.

La nutrida y disciplinada defensa islandesa contuvo bien el empuje de los locales en esos primeros momentos.

La primera gran ocasión fue un disparo de falta de Rakitic que obligó a al guardameta islandés Hannes Halldorsson a sacar una envenenada rosca cuando ya se colaba por su escuadra izquierda.

Pero la insistencia croata hacía intuir que el gol podía llegar en cualquier momento. Y llegó. En el minuto 27, Rakitic centró desde la izquierda, Ivan Perisic remató en semifallo y el cuero le cayó en el segundo palo a Mandzukic para marcar a placer.

Croacia, lejos de aminorar el ritmo tras el gol, trató de buscar el segundo, sabedor de que un tanto de los nórdico le complicaría mucho la clasificación.

Mandzukic pudo poner franca la eliminatoria con un segundo tanto en un remate de cabeza picado al que respondió Halldorsson con otra gran estirada.

Y cuando todo parecía controlado para los balcánicos, Mandzukic arreó un plantillazo a un jugador islandés en la disputa de un balón dividido. El arbitro no se lo pensó y le mostró una tarjeta roja en el minuto 38. La escuadra nórdica celebraba el giro del destino.

Pero nada más iniciarse la segunda parte, otro talento croata, Mateo Kovacic, inició un eslalon por la derecha y dio la pelota al veterano Darijo Srna para que fusilara a Halldorsson con un tiro cruzado desde el pico derecho del área grande.

Pocos minutos después, otra galopada genial de Kovacic acabó con un mano a mano con el portero islandés que logró tocar la pelota lo suficiente para mandarla fuera.