De alumna honorífica a buscar el oro en Mundial de Surf Adaptado
Walter Herrera wherrera@larepublica.net | Martes 25 septiembre, 2018
Una fisura en su costilla y una gripe jugaron en contra de la surfista costarricense Natalia Vindas en el Mundial de Surf Adaptado, donde el año pasado obtuvo la medalla de bronce en la primera participación de una tica en el certamen; este año, en mejores condiciones de salud, buscará la medalla de oro la cual considera un sueño y orgullo.
La edición 2018 tendrá lugar en La Joya en California, Estados Unidos, del 12 al 16 de diciembre y la delegación contará con seis representantes, donde Vindas destaca como la única mujer.
Hace diez años sufrió un accidente de tránsito en el cual perdió por completo la movilidad de sus piernas.
Esta situación no paralizó su vida y decidió aceptar su nueva condición y continuar con sus proyectos de vida.
Su historia de valentía y determinación ha servido de ejemplo para otras mujeres que ven en ella un ejemplo.
Es por esto que Kotex la seleccionó para formar parte de “Con o sin periodo, Ella Puede”, una campaña que reúne a mujeres destacadas y emprendedoras en varios ámbitos con el objetivo de que puedan empoderar a otras.
LA REPÚBLICA conversó con ella para conocer más sobre la participación en esta competencia mundial así como un repaso de los principales detalles que la llegaron a convertir en la primera medallista de Costa Rica en obtener medalla.
ENTREVISTA
Natalia Vindas
Seleccionada Surf Adaptado
1. ¿Cuáles detalles conocen del próximo Mundial de Surf Adaptado?
Ya las fechas están, será del 12 al 16 de diciembre. Esta vez vamos seis atletas, tuvimos dos bajas y una nueva incorporación al equipo.
Sigo siendo la única mujer, pero hemos hecho esfuerzos para ver otros perfiles de surfistas que se puedan incorporar.
2. El año pasado con el tercer lugar puso el listón muy en alto. ¿A qué aspira este año?
Es loco porque en el surf como jugamos con la naturaleza hay factores que uno no controla.
Hay estrategia, pero a veces pasan cosas.
En el Mundial pasado iba de primera pero competí con una costilla fisurada y estaba enferma.
La que ganó oro es una crack, una mujer del mar, es la primera de surf adaptado en ingresar al Salón de la Fama en Hawái.
Hay un factor suerte.
La chilena (segundo lugar) iba arriba en un momento, pero la hawaiana agarró una superola en el último minuto y le ayudó a ganar.
3. ¿Podría superarse este año?
Espero que sí, el año pasado cuando escuchaba el himno decía “quiero ganar oro” y espero hacerlo esta vez.
4. ¿Cómo llega de la costilla y en general físicamente?
Llego bien, ya eso quedó atrás, también me habían afectado el agua fría y las algas pero llego con un año de experiencia esta vez.
5. Regresándonos a sus comienzos en el surf, cuando su amigo Juan Manuel Camacho la metió al surf, ¿nunca le tuvo temor al mar?
Siempre me ha encantado el mar, mis papás me llevaron a Playas de Doña Ana a los meses de nacida, entonces me encantaba.
Además, mi hermano surfeaba pero jamás creí que fuera para mí, decía que estaba vieja en ese entonces y no pensé en ser deportista.
Yo ya practicaba buceo y kayaking, un día que fuimos a Jacó Juan me dijo que lo intentara, que las olas estaban perfectas y fui.
6. ¿Cómo fue la primera revolcada, que es la que más asusta?
Siempre había ido con mis amigas y las olas nos revolcaban, pero mi preocupación no eran la sola sino que no se me cayera el vestido de baño (risas).
Ya después mi único gran susto fue en el Circuito Nacional en Santa Teresa en la final.
Iba bien y en un heat no pude entrar.
Cuatro surfistas profesionales iban conmigo ayudándome pero no pude entrar.
Nos revolcó, me asusté, no sabía dónde estaba nadie, la tabla del entrenador me golpeaba, después no veía a nadie alrededor y el coach me dijo: “No , usted no compite hoy”.
Yo salí con chicha, enojada, asustada, llorando y Gilbert Brown me tranquilizó, diciéndome que a todos nos pasa.
7. Anteriormente ha dicho que lo suyo no eran los deportes. ¿Siempre fue competitiva o lo obtuvo con el surf?
Siempre fui así pero antes yo era muy diferente. En la escuela era muy aplicada, era cuadro de honor y en lo académico siempre me fue muy bien.