De la propiedad a la experiencia: el nuevo rol de los espacios en la era post-pandemia
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Miércoles 28 agosto, 2024
Fuad Farach Caldera
Director General, RC Inmobiliaria
Como sabemos, la pandemia de COVID-19 ha sido un evento sin precedentes que ha cambiado radicalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos con el entorno que nos rodea. La industria inmobiliaria no se escapa de ello, teniendo uno de los impactos más profundos que ha sido el cambio en las necesidades y expectativas de los consumidores en relación a los espacios. Lo que antes se valoraba principalmente por su ubicación y diseño, ahora se evalúa por la experiencia que ofrece. En este nuevo contexto, las inmobiliarias tenemos la oportunidad —y la responsabilidad— de adaptarnos a estas demandas emergentes para seguir siendo relevantes y competitivas.
Bajo este nuevo contexto, la era post-pandemia ha redefinido lo que los consumidores valoran en los espacios donde viven y trabajan. Las inmobiliarias que comprendamos y nos adaptemos a estas nuevas expectativas, no solo estaremos mejor posicionadas para el éxito, sino que también contribuiremos a la creación de entornos que realmente mejoren la vida de las personas.
El confinamiento forzoso llevó a muchas personas a reevaluar el rol de sus hogares. Lo que solía ser un lugar de descanso y desconexión, se convirtió de repente en una oficina, un gimnasio, una escuela y, en algunos casos, hasta en un espacio de entretenimiento. Esta multifuncionalidad impuesta por las circunstancias ha dejado una huella duradera en las expectativas de los consumidores. Hoy, los compradores y arrendatarios no buscan simplemente una casa; buscan un espacio que pueda adaptarse a múltiples necesidades.
Las inmobiliarias debemos comenzar a diseñar y comercializar propiedades con una visión más integral. Esto implica ofrecer viviendas con espacios flexibles que puedan transformarse fácilmente según las necesidades del usuario. Áreas que pueden funcionar tanto como oficinas en casa como salones de estar, o espacios comunes que fomenten la comunidad y el bienestar, son ejemplos de cómo las propiedades pueden adaptarse a esta nueva realidad.
El tiempo prolongado en interiores también despertó una nueva apreciación por los espacios al aire libre. Balcones, jardines y terrazas, que antes podían ser considerados un lujo, ahora son elementos esenciales en la elección de un hogar. La pandemia ha subrayado la importancia del bienestar mental y físico, y la conexión con la naturaleza se ha convertido en un aspecto crucial para muchos.
La incorporación de espacios verdes, tanto dentro como fuera de las propiedades, debe ser una prioridad. Esto puede incluir desde la instalación de jardines verticales en edificios urbanos hasta la planificación de comunidades que integren parques y áreas recreativas. Además, la sostenibilidad y el respeto por el entorno natural son aspectos cada vez más valorados por los consumidores, por lo que las inmobiliarias que adopten prácticas ecológicas tendrán una ventaja competitiva.
El trabajo remoto llegó para quedarse, y esto ha cambiado la dinámica de los espacios de oficina. Las empresas buscan cada vez más soluciones que permitan a sus empleados trabajar desde diferentes ubicaciones sin perder eficiencia. Esta flexibilidad ha llevado a un auge en la demanda de espacios de coworking y oficinas con contratos más flexibles, que permiten a las empresas adaptarse rápidamente a las cambiantes circunstancias.
Quienes lideramos una industria inmobiliaria, debemos tomar en cuenta aspectos como innovar en la oferta de espacios comerciales, proponiendo soluciones que se alineen con la nueva realidad del trabajo. Esto podría incluir la creación de hubs de trabajo en áreas residenciales, la flexibilización de los contratos de arrendamiento o la implementación de tecnologías que faciliten el trabajo remoto, como redes de alta velocidad y salas de videoconferencia equipadas.
Hoy más que nunca, la experiencia del usuario se ha convertido en un factor decisivo. Las personas no solo buscan un lugar donde vivir o trabajar, sino un entorno que enriquezca su calidad de vida. La comodidad, la seguridad y el bienestar ahora son valores primordiales que las inmobiliarias deben ofrecer.
Definitivamente el desafío es grande, pero también lo es la oportunidad de liderar una transformación que coloque a la experiencia del usuario en el centro de la oferta inmobiliaria.
En este nuevo mundo, el éxito no se medirá solo por la cantidad de propiedades vendidas o alquiladas, sino por la calidad de las experiencias que estas propiedades puedan ofrecer.