Mano dura contra el crimen debe aplicarse dentro los márgenes del Estado de derecho
“Debemos impedir que la delincuencia en Costa Rica se convierta en maras”: Diputado David Segura
Malhechores que delinquen sistemáticamente no pueden salir libres una y otra vez
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Lunes 27 febrero, 2023
Costa Rica debe implementar un cambio en la legislación penal y en la lucha contra el crimen, de manera tal que la delincuencia en nuestro país no se convierta en maras o pandillas, como ha pasado en otros países de la región, según David Segura, diputado de Nueva República.
Una mano dura, dentro de los márgenes del Estado de Derecho es lo que propone el legislador, en momentos en que el país suma cinco veces más homicidios que El Salvador.
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¿Qué opina sobre el hecho de que Costa Rica es hoy un país mucho más violento que El Salvador, al reportar cinco veces más homicidios que esa nación?
La realidad de Costa Rica frente a otras naciones hermanas tiene diferencias significativas, tanto en lo histórico, como en lo cultural y lo sociológico.
En El Salvador, el problema de la violencia había alcanzado rasgos insostenibles, como consecuencia del desarrollo de las llamadas “maras” que, a la postre, habían creado una clara desarticulación del Estado de derecho. Esas pandillas controlaban territorios y barriadas, de tal manera que hacían imposiciones de corte “cuasitributario” y cánones económicos a sus pobladores o visitantes, a sangre y fuego, con metralletas en mano.
La llegada del actual presidente Nayib Bukele y el clamor popular por bajar los homicidios y la delincuencia violenta del hermano país vecino, llevó al político a tomar medidas poco ortodoxas de combate a las maras y la delincuencia organizada, y lejanas a los estándares europeos del Estado de derecho, lo que generó un bajón de la tasa de homicidios, en efecto, pero a sangre y fuego también.
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Si esto es correcto o no, debe valorarse en el contexto de la sociedad que ha sufrido una violencia congénita desde siempre, como es el caso de El Salvador. No nos toca a nosotros ejercer juicios de valor por la manera en que lo ha logrado, porque son los salvadoreños los que han sufrido a manos de las maras y los delincuentes de su país. Por lo pronto, Bukele sigue disfrutando de la mayor popularidad del subcontinente latinoamericano.
¿Debe pensar Costa Rica en una mano dura para enfrentar el fenómeno criminal que nos afecta?
En el Plan Esperanza de Nueva República del Siglo XXI, le presentamos al país un programa de “Paz y seguridad para todos”; el cual, propone estrategias gerenciales, tecnológicas, administrativas y operativas con el objetivo principal de implementar la mano dura contra la delincuencia y así acabar con la otra pandemia que aqueja al país, que es el incremento exponencial de la inseguridad, y la búsqueda del bienestar para los habitantes del país.
De esta manera, nuestra visión sobre este tema siempre fue clara, en cuanto a desarrollar “mano dura” pero dentro de los márgenes del Estado de derecho.
¿Qué se puede aprender sobre la experiencia de El Salvador?
Lo más importante es que más allá de las soluciones implementadas por Bukele, el caso salvadoreño nos obliga a pensar en un plan nacional que evite que lleguemos a tener las condiciones que El Salvador ha tenido que enfrentar: debemos impedir la mararización de la delincuencia en Costa Rica.
¿Cuáles cambios requiere la ley?
Para evitar esa “mararización”, es fundamental llevar adelante una serie de reformas legales que impidan que las normas penales del país sean tan flexibles para los delincuentes, de tal suerte, que los tribunales de justicia dejen de estar soltando personas de delinquen sistemáticamente, que son reincidentes, que son violentos y que no tienen ningún respeto por la vida y la propiedad de las personas.
Adicionalmente, se requiere una estrategia concomitante en cuanto a la gestión pública de la seguridad para que, como señalamos en el Plan Esperanza, se promueva una “intervención pública integral, en relación con lo cual sobresale la importancia y urgencia de la generación de empleo, mejoras salariales para el gremio policial, trabajar e implementar programas preventivos y realizar mapas de incidencia criminal en el ámbito nacional.
¿Qué opina de los sectores que promueven una visión de defensa de derechos humanos de los malhechores por encima de las víctimas?
En Nueva República creemos en los derechos humanos de todas las personas; pero, en materia de seguridad, sin duda, es vital que el sistema permisivo y de mano suave que existe hoy no termine revictimizando a las víctimas, como desgraciadamente ocurre.
Las víctimas deben estar por encima de los malhechores y nuestra agrupación política siempre ha planteado que el centro de la política de seguridad es la protección de las personas honradas y trabajadoras, frente a los delincuentes.
Perfil
Nombre David Segura
Cargo Diputado
Partido Nueva República
Profesión
• Licenciado en Derecho, Universidad Castro Carazo
• Máster en Derecho Penal, Instituto de Estudio e Investigación Jurídica
Experiencia
• Asesoren la Asamblea Legislativa
• Asistente Administrativo, Ministerio Público