Deportivo Saprissa: 87 años de gloria
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Martes 19 julio, 2022
Nací metido en un paréntesis entre la fundación del Deportivo Saprissa en 1935 y su ascenso a la primera división en 1949.
Crecí en el Barrio La Dolorosa, un paréntesis entre el Barrio Los Angeles, donde se fundó el Saprissa y los mercaditos de Plaza González Víquez, donde en un segundo piso, se reunía la directiva del en ese entonces, joven y prometedor club morado.
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En una ocasión, a mitad de mi carrera profesional, un expresidente del Saprissa, en un convivio de amigos soltó esta frase: “como periodista deportivo, el único pecado de Tano es no ser saprissista”.
La culpa fue de “Chumpi” Zeledón, que se jugó un partidazo una noche que mi papá como era su costumbre, me llevó al Estadio Nacional a ver un partido del Alajuelense. Yo tenía siete años y el fútbol de “Chumpi” me contagió, aparte el equipazo que presentaba la Liga con Carlos Alvarado, Nelson Morera, Vivo Quesada, Erick Molina, Chona Rojas, Panchita Leandro, Indio Retana, Chumpi, Morux, Paco Zeledón y Farachín Alvarado.
Esa noche salí rojinegro de la Sabana y hasta la fecha, pero para los niños y jóvenes de la época, era imposible desligarse del Saprissa.
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Don Ricardo era un símbolo patrio y para verlo de cerca, los amigos del barrio nos íbamos caminando a los Mercaditos de Plaza Víquez para saludar a los dirigentes morados al término de su reunión.
Eran los ídolos del escritorio, mientras los jóvenes futbolistas morados crecían como la espuma, jugando un fútbol maravilloso en ruta a la primera división.
¡Qué suerte la mía!
Mi tío, Luis Rímolo, fue propietario muchos años de la tienda de su mismo nombre, ubicada en aquel entonces al frente de la Plaza de La Artillería.
En esa Plaza, los domingos, después de la misa de diez en La Catedral, jugaban los “güilas” del Saprissa.
¡Qué maravilla; qué privilegio!
Apenas en la escuela primaria, en la Juan Rudín, ver en esa plazoleta de ladrillo a Catato Cordero, Cholo Sanabria, Greivin Zumbado, Tulio Quirós, Marvin Rodríguez, Churchil Espinoza, Rodolfo Herrera, Alvarito Murillo, Viriguas León, Rubén Jiménez, Ulises Agüero, Ramírez Fletis y tantas y tantas estrellas más, como Giovanni Rodríguez, Alex Sánchez, Cuty Monge, que al rato deslumbraron en el fútbol nacional.
Y los fines de semana, la marea morada en las canchas anexas del Estadio Nacional: moscos, infantiles y juveniles, supervisados por don Ricardo y Beto Fernández, semillero de estrellas aún vigente 87 años después.
¡Qué grande el Saprissa!
gpandolfo@larepublica.net
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