“Desaceleración en exportaciones es posible que se mantenga”

Ante la tendencia de desaceleración en las exportaciones de bienes, en la que mayo se convirtió en el mes con el menor crecimiento en lo que va del 2019, Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central habló con LA REPÚBLICA acerca del escenario que se vislumbra.

¿Cómo se prevé que acaben los próximos meses en cuanto al tema de exportaciones?

Es previsible que se mantenga la desaceleración que caracterizó a los primeros cinco meses del año.

Toda vez que su evolución ha estado marcada por las exportaciones bajo el régimen definitivo de comercio, aproximadamente el 50% corresponde a bienes agrícolas.

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¿Qué acciones recomendarían seguir para que la tendencia de desaceleración de las exportaciones se detenga?

Los factores que han afectado a las exportaciones no pueden ser revertidos por políticas económicas, pero sus efectos sí pueden ser mitigados.

Es por ello que la junta directiva del Banco Central considera que existe espacio para una política monetaria contracíclica, sin que se comprometa su objetivo prioritario de mantener una inflación baja y estable, disminuyendo la Tasa de Política Monetaria, así como el porcentaje de Encaje Mínimo Legal de 15% a 12%.

De igual forma, otras acciones para estimular las condiciones crediticias han sido tomadas por el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero.

El Poder Ejecutivo, por su parte, ha anunciado otras medidas para estimular la reactivación económica en el corto y mediano plazo.

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¿Cuáles principales factores derivan en que el crecimiento interanual en mayo fuera de solo un 0,9%?

Una menor demanda externa, sustentada en la menor expansión de las economías avanzadas, el efecto adverso de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y la incertidumbre que priva en los mercados financieros internacionales.

También, se debe considerar la sobreoferta en el mercado mundial de algunos de nuestros productos de exportación como piña y azúcar, con la consecuente disminución en sus precios.

Así como choques climáticos adversos relacionados con el fenómeno El Niño, que ocasionaron un déficit hídrico en la zona del Caribe y afectaron la producción exportable de banano.