Desafíos en la aplicación de Reglas de Origen

Las Reglas de Origen son los requisitos que se establecen en el marco de un Tratado de Libre Comercio (TLC) para determinar cuáles mercancías tienen derecho a recibir un tratamiento arancelario preferencial, es decir, el derecho a obtener una disminución en los aranceles a pagar durante la importación.

Tales requisitos normalmente plantean la transformación sustancial de un bien y su complejidad puede variar según el nivel de protección a determinada industria. Por ejemplo, si una de las partes produce leche fresca, entonces para los productos lácteos se podría establecer como requisito que estos utilicen para su producción únicamente leche fresca originaria de los países parte del tratado. De esta forma se delimita el tipo de producto que se ve beneficiado con un trato arancelario preferencial y se promueve el uso de ciertos insumos o determinados procesos de los países parte.

El cumplimiento de estos requisitos se certifica mediante una prueba de origen. Existen actualmente tres tipos de pruebas de origen en los tratados de libre comercio en los que Costa Rica es Parte: El Certificado de Origen de emisión controlada, que es un documento emitido por entes gubernamentales autorizados para los efectos, el Certificado de Origen de libre reproducción, que puede ser emitido por el productor, exportador o importador, según lo establezca cada tratado, y la Declaración en Factura, que consiste en plasmar una leyenda al dorso de la factura o documento comercial.

Para la determinación de origen de un producto, se recomienda seguir 4 pasos esenciales: (1). Identificar la clasificación arancelaria de la mercancía a exportar a un país parte de un TLC. (2). Identificar el arancel a pagar en el país de destino y el trato arancelario preferencial en el marco del TLC. (3). Verificar la regla de origen aplicable al producto, para determinar si se cumple o no con la misma. Para ello, será necesario revisar las materias primas utilizadas, el tipo de proceso productivo o bien, el valor de contenido regional, según lo que establezca cada regla. (4). En caso de que, efectivamente se cumpla con la Regla de Origen, emitir o solicitar la prueba de origen correspondiente para que el importador pueda gozar del trato arancelario preferencial en la importación.

Pese a que son 4 pasos en apariencia sencillos, lo cierto del caso, es que estos constituyen procesos que también presentan algunos desafíos. La determinación de origen de un producto se puede tornar compleja debido a cadenas globales de valor más sofisticadas, mediante las cuales, un producto puede ser manufacturado en varios países, o bien, estar constituido por una gran cantidad de piezas o materias primas provenientes de muchos orígenes. Esto se traduce a su vez en un desafío documental, puesto que muchas veces existen errores en la trazabilidad de los productos, y se certifican algunos como originarios cuando no lo son. Pocas veces se solicitan declaraciones de origen a los productores o exportadores para respaldar lo establecido en una prueba de origen.

Al haber cada vez más comercio administrado en el marco de algún tratado de libre comercio, la Administración Aduanera se ve en la necesidad de ejercer mayores controles sobre las pruebas de origen que se presentan en las importaciones. Las aduanas tienen la potestad de comunicarse con otras aduanas para solicitar información y hacer validaciones, así como también pueden abrir procesos de verificación de origen, en los cuales la Administración ha ido desarrollando mayores capacidades para ejecutarlos.

Por último, se recomienda a las empresas exportadoras poner especial énfasis en este proceso y hacer uso de herramientas tecnológicas para facilitar la determinación de origen, así como la emisión automatizada de pruebas de origen, como los certificados de origen de libre reproducción. Lo anterior permitirá a las empresas tener un flujo de comercio más ágil y mitigar riesgos durante el control aduanero.

Paulina Matamoros, Consultora de Comercio Exterior de Grant Thornton