Once Upon a Time in… Hollywood
Descubriendo una amistad con el cine
Contribuidor - Kevin Fernández redaccion@larepublica.net | Lunes 26 agosto, 2019
El jueves 22 de agosto se estrenó en Costa Rica: Once Upon a Time in… Hollywood. La novena película de Quentin Tarantino, que se centra en el panorama cambiante de Hollywood a finales de los años 60, inicia con Rick Dalton (interpretado por Leonardo Dicaprio) y Cliff Booth (interpretado por Brad Pitt) sentados en una silla uno a lado del otro, mientras responden tranquilamente preguntas sobre el programa de vaqueros en el que están trabajando. Rick es la estrella de la serie y Cliff su doble de acción. Los dos son amigos, aunque la rutina de cada uno sea diferente. Cliff parece que no le preocupan los cambios que están sucediendo en Hollywood, y vive tranquilamente en una caravana con un perro al que le da de comer en las noches y al que tiene bien adiestrado. Por otro lado, Rick se acuesta en una cama inflable en la piscina de su lujosa mansión mientras repasa las líneas del papel que tiene que interpretar al día siguiente. Rick siente que una nueva época le está pasando por encima, y considera que un día fue una estrella, pero ahora se lamenta definiéndose como un has-been. También, la película sigue a la vecina de Rick, Sharon Tate (interpretada por Margot Robbie), actriz que fue esposa de Roman Polanski y que fue asesinada el 9 de agosto de 1969 por la familia Manson.
Joan Didion recuerda en su ensayo, The White Album, que mucha de la gente que conocía de Los Ángeles creían que los años sesenta habían terminado, precisamente, el 9 de agosto. La mañana en que las palabras de los asesinos en Cielo Drive comenzaron a propagarse por la ciudad a la velocidad del fuego. La tensión irrumpió en las casas y la paranoia invadió a todas las personas. Sin embargo, en Once Upon a Time in… Hollywood no se centra en la muerte, sino en la espera y el recuerdo. A pesar de que el personaje de Sharon Tate sale poco tiempo en la película, Quentin Tarantino le hace un bello homenaje, como cuando atraviesa una calle para llegar a un cine donde proyectan The Wrecking Crew - 1969 (película en donde Sharon Tate interpreta un papel). Tarantino la filma de espaldas mientras su cabello rubio se mueve con fuerza, como si la actriz fuera un hermoso fantasma vestido de negro e iluminado con la luz resplandeciente de Los Ángeles. Sharon Tate fue un fantasma antes de tener la oportunidad de crecer como actriz, pero en la película la vemos como se observa a las estrellas, como un hermoso recuerdo que permanece en la memoria con la ayuda de la representación del tiempo en el cine.
Once Upon a Time in… Hollywood es, tal vez, la película más emotiva de Quentin Tarantino, cineasta que tiene las habilidades de filmar las escenas más violentas o de mostrar su trabajo como una necesidad que viene desde la tripa. La película es una declaración de amistad con el cine. Tarantino no esconde el cine que lo ha influenciado y lo ha apasionado. No tiene temor de retar al tiempo y pone un flashback dentro de otro para moverse en una elipsis de seis meses. Asimismo, se muestra afectuoso con los actores de una época, que tal vez una generación entera no ha escuchado o sabe de ellos. Se atreve, con demasiada justicia y nostalgia, a mirar a sus personajes en un momento en el que se empezaba a crear nuevas formas de cine y en lo que, en efecto, era el fin de una época.