Desempleo impulsó a diseñadoras a crear una marca internacional

Tras una crisis Erika Ávila decidió emprender un negocio en lo que la apasiona: la moda.

Hoy a través de su marca Makalo lleva vestidos de baño y prendas de playa con diseños inspirados en Costa Rica a México, Estados Unidos, Panamá y Nicaragua, entre otros.

Además, lanzó una línea de mascarillas, un proyecto que desde enero comenzó a trabajar, impulsada por la situación del Covid-19 que arrancó en China, ya que, aunque no tenía certeza de cómo iba a evolucionar su instinto le dijo que debía hacerlo.

“Investigamos profundamente, lo evaluamos con médicos, ingenieros y personas que conocían sobre el tema e iniciamos con el proceso de prototipo y muestreo antes de lanzarlo al mercado”, comentó.

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La mascarilla de Makalo la describe como eficiente, de alta calidad y además ofrece la posibilidad de combinarla con las prendas diarias.

El 3 de marzo lanzaron la primera versión denominada Básica y para abril la versión Premium.

Cuentan con tecnología anti fluidos certificada y de “respirabilidad” y transpirabilidad; incluye un filtro de cinco capas de filtración de carbón activado,

Además, hay opciones de orejeras ajustables con nudo y otra con un clip ajustador; también se pueden ajustar en la nariz para evitar que se caiga.

Ante la demanda reinventaron la operación y actualmente ofrece el servicio de producción y venta al por mayor personalizadas o listas para empresas, hoteles, farmacéuticas, entre otros.

Este proyecto les ha permitido asumir los costos de contratación de más personal.

“En enero éramos un equipo de tres personas, y ahora somos seis. También podemos brindar trabajo a nuestra maquila, actualmente tenemos un equipo de confección de siete”, dijo.

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Makalo nació hace seis años, tras estar más de un año sin empleo, Ávila le comentó a su amiga y socia Valeria Maroto, la idea de crear la marca.

“Cuando le comenté a Valeria la idea de crear Makalo, fue por una situación muy fuerte de desempleo que yo estaba atravesando a los 23 años, trabajo desde los 18 años, a cada entrevista que iba me decían que no, y otros solamente no respondían mis solicitudes”, comentó.

Para ella contar su historia es de suma importancia en la actualidad, con el objetivo de dar un mensaje de esperanza en tiempo de crisis.

Ávila anheló siempre estudiar moda, pero no tuvo la oportunidad económica, así que se inclinó por Publicidad con énfasis en Marketing.

A través de Makalo, crea colecciones y piezas de alta calidad, la marca está inspirada en una forma de vivir la vida.

“Nuestra marca tiene muchísima influencia de la naturaleza y de Costa Rica, nuestras piezas siempre involucran flores, palmas y animales. Diseñamos piezas para que las mujeres nos sintamos siempre hermosas, sexis, capaces, poderosas”, dijo.