Desplome en inversión pública
Oscar Rodriguez orodriguez@larepublica.net | Martes 05 junio, 2012
Cae un 30% en los últimos tres años
Desplome en inversión pública
Sin usar millones para proyectos de infraestructura
La inversión pública se desplomó en los últimos tres años, como consecuencia de los recortes gubernamentales.
El dinero destinado a nuevas obras y la reparación de las existentes cayó un 30% en el primer cuatrimestre del año comparado con 2010.
Pese al retroceso, el país tiene sin utilizar casi $1 mil millones, en créditos externos para proyectos de infraestructura catalogados como urgentes.
El crecimiento del déficit fiscal es la principal razón de que la inversión en obra pública haya descendido.
El Gobierno ha incrementado sus gastos, principalmente en salarios y pensiones de lujo, a un ritmo más acelerado que sus ingresos tributarios, por lo cual cuenta cada vez con menos dinero.
Para financiar su actividad anual, la decisión estatal es la de realizar recortes a su presupuesto y la de endeudarse cada vez más.
La inversión en infraestructura es la afectada en la apretada de faja gubernamental, pues es el único gasto con decrecimiento.
A abril pasado, el 40% del gasto gubernamental fue consumido solo para pagar los salarios de los casi 140 mil empleados públicos.
Mientras que la inversión significó tan solo un 4,5% de los egresos.
La decisión de bajar este rubro tiene como principal afectación el empeoramiento de las carreteras.
“La disminución en gasto para infraestructura e inversión afectan a largo plazo el potencial de crecimiento de la economía”, enfatizó la Contraloría General de la República.
De continuar esta tendencia, serán los ciudadanos y las empresas los más afectados, pues pese al pago de sus tributos no obtienen del Estado la misma retribución.
Los recortes en la inversión pública comenzaron una vez que inició la presidencia de Laura Chinchilla.
Ello, pese a que uno de los pilares de la actual administración es la de mejorar la infraestructura, para fomentar el crecimiento económico.
Durante el primer cuatrimestre del año, el Gobierno destinó ¢61 mil millones para estos objetivos.
Sin embargo, en 2010 la inversión ascendió a casi ¢90 mil millones.
“La inversión decreció durante los primeros meses como parte de la contención del gasto. No es sostenible detener la inversión porque tendrá un efecto negativo para el país”, dijo Edgar Ayales, ministro de Hacienda.
El Poder Ejecutivo decide disminuir el gasto en inversión porque si comienza a destinar dinero en obras públicas, como carreteras o puentes, su déficit fiscal se dispara.
La proyección para este año es que el indicador cierre en un 5% de la producción nacional, casi un punto porcentual más que el año anterior.
El Banco Central ya advirtió que si la inversión gubernamental crece, en los próximos meses habrá una fuerte presión en el déficit.
“El Gobierno sigue mostrando un déficit difícilmente sostenible en el mediano y largo plazo, pero ha desacelerado el crecimiento de sus gastos, principalmente porque su inversión ha disminuido”, enfatizó el Central.
Por otra parte, pese a invertir cada vez menos dinero de los contribuyentes en obras, el Gobierno tiene millones de dólares que debieron invertirse en el desarrollo de la infraestructura, pero son recursos que siguen sin utilizarse.
Actualmente hay a disposición estatal casi $1 mil millones para diversas obras públicas, desde la carretera a San Carlos, el alcantarillado de San José o el proyecto Limón Ciudad Puerto.
Además en la Asamblea Legislativa hay en trámite la aprobación de varios créditos externos por un monto de más de $210 millones, en los que destacan recursos para la reparación de la red vial cantonal y planes turísticos en las áreas silvestres protegidas.
La mala planificación y engorrosos procesos administrativos serían las causas de la falta de efectividad en el uso de los recursos.
La Contraloría tiene varios años de advertir sobre las dificultades en la falta de planificación y programación para el destino de millones de dólares.
“El exceso de trámites para que una obra de infraestructura se haga restringe el desarrollo de las compañías y del país”, enfatiza Manuel H. Rodríguez, presidente de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado.
Esta es la principal razón de la pérdida de competitividad del país.
El reciente informe de Doing Business 2012 muestra que la economía nacional está entre las peores para hacer negocios, pues ocupa el lugar 121 de 183 naciones.
Incluso ya es superada por todas las naciones del istmo a excepción de Honduras.
Oscar Rodríguez
orodriguez@larepublica.net
Desplome en inversión pública
Sin usar millones para proyectos de infraestructura
La inversión pública se desplomó en los últimos tres años, como consecuencia de los recortes gubernamentales.
El dinero destinado a nuevas obras y la reparación de las existentes cayó un 30% en el primer cuatrimestre del año comparado con 2010.
Pese al retroceso, el país tiene sin utilizar casi $1 mil millones, en créditos externos para proyectos de infraestructura catalogados como urgentes.
El crecimiento del déficit fiscal es la principal razón de que la inversión en obra pública haya descendido.
El Gobierno ha incrementado sus gastos, principalmente en salarios y pensiones de lujo, a un ritmo más acelerado que sus ingresos tributarios, por lo cual cuenta cada vez con menos dinero.
Para financiar su actividad anual, la decisión estatal es la de realizar recortes a su presupuesto y la de endeudarse cada vez más.
La inversión en infraestructura es la afectada en la apretada de faja gubernamental, pues es el único gasto con decrecimiento.
A abril pasado, el 40% del gasto gubernamental fue consumido solo para pagar los salarios de los casi 140 mil empleados públicos.
Mientras que la inversión significó tan solo un 4,5% de los egresos.
La decisión de bajar este rubro tiene como principal afectación el empeoramiento de las carreteras.
“La disminución en gasto para infraestructura e inversión afectan a largo plazo el potencial de crecimiento de la economía”, enfatizó la Contraloría General de la República.
De continuar esta tendencia, serán los ciudadanos y las empresas los más afectados, pues pese al pago de sus tributos no obtienen del Estado la misma retribución.
Los recortes en la inversión pública comenzaron una vez que inició la presidencia de Laura Chinchilla.
Ello, pese a que uno de los pilares de la actual administración es la de mejorar la infraestructura, para fomentar el crecimiento económico.
Durante el primer cuatrimestre del año, el Gobierno destinó ¢61 mil millones para estos objetivos.
Sin embargo, en 2010 la inversión ascendió a casi ¢90 mil millones.
“La inversión decreció durante los primeros meses como parte de la contención del gasto. No es sostenible detener la inversión porque tendrá un efecto negativo para el país”, dijo Edgar Ayales, ministro de Hacienda.
El Poder Ejecutivo decide disminuir el gasto en inversión porque si comienza a destinar dinero en obras públicas, como carreteras o puentes, su déficit fiscal se dispara.
La proyección para este año es que el indicador cierre en un 5% de la producción nacional, casi un punto porcentual más que el año anterior.
El Banco Central ya advirtió que si la inversión gubernamental crece, en los próximos meses habrá una fuerte presión en el déficit.
“El Gobierno sigue mostrando un déficit difícilmente sostenible en el mediano y largo plazo, pero ha desacelerado el crecimiento de sus gastos, principalmente porque su inversión ha disminuido”, enfatizó el Central.
Por otra parte, pese a invertir cada vez menos dinero de los contribuyentes en obras, el Gobierno tiene millones de dólares que debieron invertirse en el desarrollo de la infraestructura, pero son recursos que siguen sin utilizarse.
Actualmente hay a disposición estatal casi $1 mil millones para diversas obras públicas, desde la carretera a San Carlos, el alcantarillado de San José o el proyecto Limón Ciudad Puerto.
Además en la Asamblea Legislativa hay en trámite la aprobación de varios créditos externos por un monto de más de $210 millones, en los que destacan recursos para la reparación de la red vial cantonal y planes turísticos en las áreas silvestres protegidas.
La mala planificación y engorrosos procesos administrativos serían las causas de la falta de efectividad en el uso de los recursos.
La Contraloría tiene varios años de advertir sobre las dificultades en la falta de planificación y programación para el destino de millones de dólares.
“El exceso de trámites para que una obra de infraestructura se haga restringe el desarrollo de las compañías y del país”, enfatiza Manuel H. Rodríguez, presidente de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado.
Esta es la principal razón de la pérdida de competitividad del país.
El reciente informe de Doing Business 2012 muestra que la economía nacional está entre las peores para hacer negocios, pues ocupa el lugar 121 de 183 naciones.
Incluso ya es superada por todas las naciones del istmo a excepción de Honduras.
Oscar Rodríguez
orodriguez@larepublica.net