Día Mundial de la Propiedad Intelectual: innovar para un futuro mejor

Este 26 de abril se celebra el Día Mundial de la Propiedad Intelectual. Este año la temática es “La PI y la juventud: innovar para un futuro mejor”, con el fin de celebrar el potencial tan alto que tienen las nuevas generaciones para formar una parte activa de ese proceso tecnológico y de innovación al que nos enfrentamos cotidianamente.

Para una generación como la mía, para la cual la primera conexión de internet no permitía usar de manera simultánea el teléfono fijo de la casa, el acceso a la información, y digamos la digitalización casi innata de las nuevas generaciones es algo que no podíamos imaginar.

Ciertamente, como lo dijera Hobbes, o Aristóteles o Bacon -no se conoce realmente el autor, irónicamente para el tema que tocamos- “el conocimiento es poder”. Hoy día el acceso a tecnologías nuevas, a plataformas diversas que ponen a disposición información segura y confiable, amplían muchísimo las posibilidades de creación.

La concientización del valor que realmente tienen los bienes intelectuales y la posibilidad de una explotación que rinde frutos palpables y contabilizables, ha hecho que se despierte un interés especial en la innovación, especialmente en las nuevas generaciones, que son naturalmente disruptoras, independientes y progresistas y que andan en una búsqueda constante de nuevas formas de realizarse profesional y personalmente.

A la conclusión a la que he podido llegar es que esta concientización del valor del intangible intelectual ha redundado en el fortalecimiento del sistema legal de propiedad intelectual para proteger ese valor y ello ha dejado atrás una época donde la infracción a la propiedad intelectual era la regla.

Yo vengo de la generación de Limewire ® -el abuelo pirata de Itunes ® y Spotify ®- que a cambio de descargar música gratis, descargaba también entre cinco y diez virus informáticos. No nos parecía muy alto el precio, porque no teníamos otra opción. Antes de Limewire ® y Ares ®, lo que nos quedaba era llamar a la radio para pedir una canción y ser enfático de que se quería para grabar. ¿Lo recuerdan? ¿Esos tiempos en que pensábamos que todo lo que estaba disponible en la web era libre? Y más allá de libre ¡era real! ¡Ah, la nostalgia de la ignorancia!

Las ideas frescas y jóvenes, más allá de ser el mejor amigo de la propiedad intelectual es el mejor amigo del hombre. Es lo que nos permite evolucionar y nos ha permitido tener un Mozart, un Louis Braille, a Anne Frank. Todas personas jóvenes y brillantes, que hasta sin quererlo, aportaron muchísimo a la humanidad.

En nuestra realidad actual, la robótica, sumado a una generación conectada y ávida de progreso, con acceso a información, crean una relación simbiótica entre el desarrollo creativo y la concientización de respeto y protección.

Ha contribuido también a que tanto en el sector público y privado se han dado múltiples iniciativas mediante certámenes, concursos, becas y financiamiento para emprendimientos y proyectos, que muchas veces se gestan en los colegios.

Según la UNICEF, el 33% de la población mundial está compuesto por jóvenes, lo cual pone de manifiesto la cantidad de posibilidades que se tienen disponibles.

Lastimosamente, de ese porcentaje dos tercios de los niños en edad escolar en el mundo -entre los 3 y 17 años- no tienen conexión a internet en sus hogares. Casi uno de cada cinco niños en edad escolar ni tan siquiera va a la escuela. La situación se agrava en ciertos grupos étnicos y con condiciones geográficas adversas o difíciles, con tanto potencial también en temas de conocimiento tradicional y expresiones culturales tradicionales, y también en niños y jóvenes ubicados en zonas de conflicto.

El llamamiento de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual es que los jóvenes se empoderen y hagan uso de las herramientas que el sistema de propiedad intelectual pone a su disposición. Esto implica que desde etapas tempranas se debería incorporar esta conciencia. Sin embargo, de manera acertada también hace un llamamiento a las autoridades de cada uno de los países, para que implementen políticas de apoyo y promoción de la innovación en estos grupos, lo cual necesariamente debe contemplar el acceso a mejores condiciones sociales, educativas y de vivienda, que brinden el ambiente óptimo para el desarrollo.