Diagnóstico de desplazados por crisis de Nicaragua a Costa Rica: 23% estudiantes, 22% líderes sociales
Christine Jenkins cjenkins@larepublica.net | Domingo 22 septiembre, 2019 03:30 p. m.
Estudiantes que participaron en las protestas de Nicaragua (23%), defensores de derechos humanos y líderes de movimientos sociales y campesinos (22%), y personas que apoyaron a los protestantes con alimentos, medicinas y casas de seguridad (18%) son los principales grupos que se desplazaron a Costa Rica a causa de la crisis.
Médicos (8%), periodistas (2%); y ex militares y ex policías que se negaron a participar en actos represivos ordenados por el gobierno (2%) también están entre los principales perfiles forzados a migrar desde mediados de abril hasta octubre de 2018.
Esto es según el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) después de una visita a Costa Rica, durante la que realizaron 260 entrevistas.
Un año después del inicio de la crisis en Nicaragua, unas 70 mil personas nicaragüenses han sido desplazadas, de las cuales 55 mil llegaron a Costa Rica.
“Necesitábamos salir, como familia para protegernos de la represión. Le explico: desde el asesinato de nuestro hijo nosotros hemos sido hostigados, nos han perseguido en vehículos, motos recorren una y otra vez las calles que circundan nuestra casa, pasando por enfrente; dispararon desde la esquina de nuestra casa con armas de fuego”, dice uno de los testimonios recopilados en el informe.
La CIDH llamó a los gobiernos de la región a fortalecer la asistencia humanitaria hacia los que se ven forzadas a salir de Nicaragua, así como a las comunidades receptoras.
Muchas de las personas que huyeron eran estudiantes universitarios, por lo que analizó la necesidad de flexibilizar requisitos para acceder a la educación, agregaron.
Otros testimonios que recopile la CIDH:
- “En una manifestación pacífica, asesinaron a un colega frente a nosotros. Hice la denuncia a través de medios de comunicación nacionales e internacionales. Dije que tenía que haber sido un uniformado, porque la evidencia constataba que ningún civil estaba armado, solo la policía. Por la denuncia pública, empezaron a acusarme de autora intelectual de asesinato.”
- “a partir de mayo de 2018, envié comida y bebida a los jóvenes universitarios que estaban en los tranques. Desde que la Policía desalojó los tranques, aparecí en una lista de perseguidos. Recibí amenazas. En más de dos ocasiones, activistas del Frente Sandinista apedrearon mi casa.”
- “Lo más duro fue ver cómo violaron a una amiga mía, y luego me amenazaron. Ver cómo torturaban a mis amigos. Cómo morían desangrados porque no les daban atención.”