Doble moral golpea protección del ambiente
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Sábado 09 mayo, 2009
Imagen de destino verde se debilita ante la carencia de esfuerzos para evitar contaminación en ríos, mares y áreas protegidas
Doble moral golpea protección del ambiente
• Aunque el turismo extranjero visita al país atraído por la naturaleza, a lo interno la inversión para preservar ese recurso es escaso
Yessenia Garita y Karen Retana
ygarita@larepublica.net
kretana@larepublica.net
Pese a que el país invertirá este año unos $20 millones mercadeándose como un destino verde, la basura, la contaminación de ríos, el limitado tratamiento de las aguas negras y la inconsciencia de la misma población demuestran que el ambiente no es una prioridad.
Esto a pesar de que la naturaleza que tiene Costa Rica es admirada en el extranjero y es el principal insumo que atrae cada año a más de 2 millones de turistas.
El país ha sobresalido por más de dos décadas como destino ecológico, al contar con el 5% de la biodiversidad mundial y de estar entre los 20 países con más riqueza natural del orbe.
Sin embargo, esta imagen de limpieza, orden y cuido contrasta con la realidad, aceras convertidas en basureros a cielo abierto, ciudadanos que tiran desechos a las calles y gobiernos que invierten poco en el ambiente.
En los últimos años la producción de desechos sólidos ha crecido. Diariamente se generan unas 3.600 toneladas de basura y pese a su volumen existe una ineficiente labor de recolección y carencia de políticas de reciclaje, sostuvo Carmen Alvarez, investigadora de la Universidad de Costa Rica.
Iniciativas como Paz con la Naturaleza, impulsada por la actual administración, contrasta con el boom inmobiliario que se desarrolló hasta hace unos meses en las costas y cuya bonanza solo se ha visto frenada por la contracción económica mundial y no por la conciencia ambiental de un país que se define como amante de la naturaleza.
“Es indispensable aprobar leyes que permitan mejorar el ambiente, hay que luchar contra los procesos de degradación ambiental”, sostuvo Pedro León, coordinador de la iniciativa Paz con la Naturaleza.
También pese a los esfuerzos de programas como Bandera Azul Ecológica en matricular a escuelas, playas y empresas en acciones amigables con el ambiente, las aguas residuales en el área metropolitana y en la mayor parte del país tienen como destino final los ríos.
Se espera que a 2012 entre en operación una planta de tratamiento para la capital, sin embargo, mientras tanto los afluentes seguirán siendo contaminados.
Esta situación no solo afecta a los ríos sino también a los ecosistemas marinos, los cuales corren peligro de desaparecer por la falta de protección legal. En la actualidad menos del 1% de los mares costarricenses tienen algún tipo de protección.
La debilidad fue identificada por el ranking de países limpios en el mundo realizado por las universidades de Columbia y de Yale, en donde se criticó la carencia de políticas locales en la preservación del recurso marino.
“La pesca desmedida e ilegal es la principal razón del deterioro de los recursos marinos locales. En los últimos 40 años nos hemos enfrentado a una explotación descontrolada de nuestros mares y los resultados ya están a la vista”, comentó el director regional de MarViva, Jorge Jiménez.
Doble moral golpea protección del ambiente
• Aunque el turismo extranjero visita al país atraído por la naturaleza, a lo interno la inversión para preservar ese recurso es escaso
Yessenia Garita y Karen Retana
ygarita@larepublica.net
kretana@larepublica.net
Pese a que el país invertirá este año unos $20 millones mercadeándose como un destino verde, la basura, la contaminación de ríos, el limitado tratamiento de las aguas negras y la inconsciencia de la misma población demuestran que el ambiente no es una prioridad.
Esto a pesar de que la naturaleza que tiene Costa Rica es admirada en el extranjero y es el principal insumo que atrae cada año a más de 2 millones de turistas.
El país ha sobresalido por más de dos décadas como destino ecológico, al contar con el 5% de la biodiversidad mundial y de estar entre los 20 países con más riqueza natural del orbe.
Sin embargo, esta imagen de limpieza, orden y cuido contrasta con la realidad, aceras convertidas en basureros a cielo abierto, ciudadanos que tiran desechos a las calles y gobiernos que invierten poco en el ambiente.
En los últimos años la producción de desechos sólidos ha crecido. Diariamente se generan unas 3.600 toneladas de basura y pese a su volumen existe una ineficiente labor de recolección y carencia de políticas de reciclaje, sostuvo Carmen Alvarez, investigadora de la Universidad de Costa Rica.
Iniciativas como Paz con la Naturaleza, impulsada por la actual administración, contrasta con el boom inmobiliario que se desarrolló hasta hace unos meses en las costas y cuya bonanza solo se ha visto frenada por la contracción económica mundial y no por la conciencia ambiental de un país que se define como amante de la naturaleza.
“Es indispensable aprobar leyes que permitan mejorar el ambiente, hay que luchar contra los procesos de degradación ambiental”, sostuvo Pedro León, coordinador de la iniciativa Paz con la Naturaleza.
También pese a los esfuerzos de programas como Bandera Azul Ecológica en matricular a escuelas, playas y empresas en acciones amigables con el ambiente, las aguas residuales en el área metropolitana y en la mayor parte del país tienen como destino final los ríos.
Se espera que a 2012 entre en operación una planta de tratamiento para la capital, sin embargo, mientras tanto los afluentes seguirán siendo contaminados.
Esta situación no solo afecta a los ríos sino también a los ecosistemas marinos, los cuales corren peligro de desaparecer por la falta de protección legal. En la actualidad menos del 1% de los mares costarricenses tienen algún tipo de protección.
La debilidad fue identificada por el ranking de países limpios en el mundo realizado por las universidades de Columbia y de Yale, en donde se criticó la carencia de políticas locales en la preservación del recurso marino.
“La pesca desmedida e ilegal es la principal razón del deterioro de los recursos marinos locales. En los últimos 40 años nos hemos enfrentado a una explotación descontrolada de nuestros mares y los resultados ya están a la vista”, comentó el director regional de MarViva, Jorge Jiménez.