El Banco Centroamericano de Integración Económica BCIE, una herramienta valiosa para desarrollar al país
Erwen Masís redaccion@larepublica.net | Miércoles 12 octubre, 2022
Erwen Masís
Asesor
BCIE
Apoyar el desarrollo de los países socios emergentes, por medio de préstamos con condiciones financieras favorables, es la función principal del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Como valor adicional, a este fin, brinda acompañamiento profesional de expertos en diferentes áreas para la asistencia técnica tanto en la preparación, como en la ejecución y evaluación de programas y proyectos.
Desde su creación, en 1960, ha contribuido al desarrollo de los países socios, en especial los fundadores de Centroamérica. Costa Rica, uno de los socios fundadores, gracias a su visión goza de ventajas y beneficios más allá de los posibles créditos para obras de infraestructura.
Una entidad que deja huella amén de su inversión en la industria de interés regional; el sector agroindustrial y agropecuario; el sector empresarial, de desarrollo social, conservación y protección de los recursos naturales. El desarrollo de estudios especializados y específicos sustentan su pacto constitutivo.
El BCIE avanza hacia convertirse en un banco Triple A, lo que lo facultaría a captar dineros con tasa más competitivas y colocar más recursos en los programas que lidera. Para ello, implementó mejoras en sus controles internos, depuró y profesionalizó el recurso humano, estableció un modelo de banco para la región que acompaña, según las necesidades y políticas públicas, los gobiernos centroamericanos.
Los socios fundadores: Honduras, Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Costa Rica, tienen el acompañamiento de los socios regionales no fundadores como Panamá, República Dominicana y Haití y de los socios extra regionales como México, Colombia, China (Taiwán), Corea, Argentina y Cuba.
Es de gran orgullo decir que, a los costarricenses, como país, nos pertenece un “pedacito” del BCIE y que desde ahí podemos gestar proyectos innovadores de impacto, que contribuyen a desarrollar el máximo potencial que tenemos.
Este acceso es cada vez es más grande, por medio de donaciones, ayudas humanitarias, estudios para desarrollo de proyectos; los préstamos de infraestructura son, hasta ahora, el rubro principal. El reto es detonar el componente dirigido al sector privado para así cumplir con los retos y exigencias del cambio de época que vivimos.
Por mencionar un ejemplo, el banco cuanta con los siguientes programas:
I. Programa de apoyo a la MIPYME
II. Programa de apoyo a la MIPYME con enfoque en Agronegocios
III. Programa de apoyo a la MIPYME con enfoque en Eficiencia Energética
IV. Programa de apoyo a la MIPYME con enfoque en Energía Renovable
V. Programa de apoyo a la MIPYME con enfoque de Género FEM
VI. Programa Regional de Competitividad y Sostenibilidad para las MIPYMES Turísticas
VII. Programa de Intermediación Financiera para la Vivienda Social
VIII. Programa de Intermediación Financiera para la Vivienda Media
IX. Programa de Financiamiento de Infraestructura MUNICIPAL
X. Programa de Fomento a Sectores Productivos
XI. Programa de Financiamiento para el Comercio Exterior
XII. Iniciativas de Inversiones Productivas para la Adaptación al Cambio Climático.
Tener a la mano de un país una herramienta de financiamiento como la que ofrece el BCIE es un lujo, especialmente cuando se trata de acometer acciones para contener los retos de un momento como el que nos encontramos; con una inflación del 12%, además causante del desánimo, abulia y depresión; no solamente en los hogares, sino también en la sociedad y el gobierno.
El estrés financiero amerita recurrir con inteligencia, visión y sabiduría a esta institución para generar músculo financiero, nuevas inversiones, nuevos empleos y en general, nuevos ingresos económicos al país, como lo es, por ejemplo, el financiamiento para desarrollar zonas francas fuera del GAM.
Precisamente, el desarrollo de estos polos de inversión, a partir del régimen de zonas francas, resulta hoy día una alternativa para potenciar a las poblaciones rurales y costeras. Desde luego, esto responde a una política pública que impulsa estas iniciativas fuera del GAM; dotarla de acompañamiento de servicios públicos, acercar las acciones de COMEX para establecer anclas (nuevas empresas), nuevas inversiones; y al sector financiero, a través de Multilaterales, como lo podría ser el BCIE.
Costa Rica es un país de oportunidades e históricamente visionario. Con prudencia y sabiduría, podría, en medio de esta nueva recesión, salir ganancioso.