El cáncer terminal de nuestro futbol es el campeonato

Terminado el partido entre las selecciones de España y Costa Rica en el Mundial, con triunfo de la Furia Roja 7-0, fueron unánimes las opiniones de dirigentes, técnicos, exfutbolistas, aficionados y periodistas costarricenses, sobre la urgencia de planificar un campeonato nacional más competitivo.

Los seleccionados nacionales necesitan un nivel mucho más alto de competencia, para no hacer los ridículos que dibujan en los campeonatos mundiales y otras competencias de alta exigencia futbolística, incluyendo la Liga Concacaf.

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El éxito de Brasil 14 se debió en mucho a que Jorge Luis Pinto contó con una base de jugadores que competían a alto nivel en clubes de Europa. Hace rato que esta ventaja se esfumó y hoy nuestros legionarios, salvo un par de excepciones, juegan en ligas de poco nivel competitivo, incluyendo la MLS.

Paulo César Wanchope, leyenda de FIFA y técnico del Cartaginés; el finado Johnny Chávez, Alexandre Guimaraes, Joel Campbell, Marco Ureña, Bryan Ruiz y centenas de personajes ligados al entorno futbolístico criollo, no se cansan de pedir un campeonato nacional más exigente, que obligue a los futbolistas a un mayor esfuerzo físico, emocional, mental y futbolístico, de manera tal que cuando se llega a la máxima competencia como es una Copa del Mundo, no se vean tan sorprendidos, limitados, diezmados e impotentes ante la superioridad de los rivales.

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Sin embargo, y cómo sucede siempre y en todo en nuestro país, cuando los escándalos no pasan de tres días, la paliza de 7-0 que nos metió España, se enterró y olvidó con el triunfo agónico logrado ante Japón, y terminado el Mundial de Qatar, donde la Selección Nacional ocupó los últimos lugares en varias categorías y fue 27 de 32 equipos, nadie, absolutamente nadie de la dirigencia responsable de tan monumental fracaso ha presentado su renuncia al cargo y lo más grave, el campeonato mayor de fútbol, principal responsable por su falta de competencia de esos ridículos que presenta el fútbol costarricense a nivel internacional a nivel de clubes y selecciones, se inició el pasado fin de semana, sin UN SOLO CAMBIO en la manera de jugarlo.

Ningún dirigente de los 157 que viajaron a Qatar, pudo presentar un plan, una inquietud, una reforma, una proyección para tratar de planificar un campeonato más competitivo. Se juega igual y esto es una tragedia deportiva que analizaremos en nuestra Nota de mañana.

gpandolfo@larepublica.net