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COLUMNISTAS


El debate presidencial Trump-Harris

Óscar Álvarez Araya oalvarezcocr@gmail.com | Jueves 12 septiembre, 2024


Kamala Harris y Donald Trump nos ofrecieron un excelente debate presidencial.

La actual vicepresidenta o vicepresidente Kamala Harris tuvo un buen debut en los debates presidenciales el pasado 10 de setiembre en Filadelfia.

Su narrativa fue la de representar a una nueva generación con una visión de futuro y ofreciendo una economía de oportunidades, derechos reproductivos para las mujeres y una presidencia para todos los americanos. Se anuncia como candidata de las clases medias. También acusó a Trump de no tener un plan económico y de haber representado durante su gestión la mayor amenaza para la democracia y para la salud de la economía estadounidense.

Por su parte el expresidente Donald Trump también tuvo una buena noche durante su sétimo debate presidencial. Mostró un tono más confrontativo y acusó a Harris de ser marxista, de no tener un plan económico y copiar el de Biden, de no haber hecho nada de lo que ahora ofrece en tres años y medio de gobierno y de ser la peor vicepresidenta en la historia de los Estados Unidos. Así también aseveró que una administración de Kamala Harris dejaría a los Estados Unidos como una Venezuela en esteroides.

Ambos cometieron errores, utilizaron falacias y maniqueísmos, recurrieron a las emociones por encima de las razones, pero sus aciertos superaron en mucho a esos reveses y ambos tuvieron el mérito de ofrecernos un excelente debate presidencial.

Como es natural los fans de cada candidatura solo ven los lados fuertes de su líder y le dan la victoria a la opción de sus preferencias, pero en general se trató de una noche de buen desempeño para ambos, aclarando que representan opciones políticas e ideológicas muy diferentes y hasta opuestas.

Tanto el desempeño de Trump como el de Harris les permitieron quedar bien posicionados ante sus bases electorales y conservar el apoyo y la intención de voto de sus fanáticos. Es más difícil medir si lograron algún impacto o modificación en las intenciones de voto de los independientes.

Economía:

En el tema económico Harris estuvo a la defensiva y Trump pasó al ataque con las altas tasas de inflación durante la administración Biden. Harris se centró en ofrecer una economía de oportunidades con apoyo y exención de impuestos a los pequeños negocios. Ambos se acusaron de no tener un plan económico.

Aborto:

En el tema del aborto Harris pasó a la ofensiva contra Trump y le acusó de atentar contra los derechos reproductivos de las mujeres con sus nombramientos de jueces conservadores en la Corte Suprema de Justicia. Trump contragolpeó con acusaciones relacionadas con posiciones extremas de Kamala en el tema del aborto.

Migración:

El tema de la migración era vital para los republicanos y los periodistas le preguntaron a Trump cómo iba a deportar 11 millones de indocumentados? El expresidente hizo todo lo posible para sortear la pregunta.

A esta altura del debate Trump se veía experimentado, seguro, sereno y con una impecable vestimenta de saco azul, camisa blanca y corbata roja.

Harris por su parte mostraba estar preparada para el debate por sus asesores y exhibir una imagen relativamente fresca con una atractiva sonrisa. Su vestimenta era la de una señora mayor.

Fracking:

Luego se entró en el tema del fracking, en el que Kamala debió explicar su cambio de posición sobre la materia. Antes en contra, ahora a favor?

Elecciones del 2020:

Después los periodistas introdujeron el tema de la transferencia del poder durante enero de 2020 con preguntas delicadas para Trump:

Lamenta algo de lo acontecido el 6 de enero de 2020? Y reconoce que perdió las elecciones de 2020? Allí Trump pasó a estar muy a la defensiva con respuestas que seguro serían bien percibidas por su base de apoyo pero que generarían dudas en el voto más independiente.

Política internacional:

Luego el debate pasó a los temas de política internacional, comenzando con la guerra entre Israel y Hamas. Aquí se notó claramente a un Trump totalmente matriculado y sin matices en la defensa del estado de Israel y a una Harris que mostraba su posición defendiendo a Israel pero también con referencias a la población civil de Gaza y la necesidad de un cese al fuego inmediato y un respeto a la solución de dos estados. Allí hizo todo lo posible por diferenciarse en alguna medida de la política de Biden en Gaza desde los ataques del 07 de octubre de 2023.

De allí se pasó a la guerra entre Rusia y Ucrania con Trump ofreciendo terminar con el conflicto en unos días y evitar una Tercera Guerra Mundial y Harris con mayor énfasis en seguir apoyando a Ucrania. En este tema Trump se ofrece como el artífice de la paz mientras que Harris le acusa de ser manejado por Vladimir Putin.

También se ingresó en el asunto de la retirada de los Estados Unidos de Afganistán. Trump acusó a Harris de haber apoyado a Biden en la tormentosa salida de las tropas estadounidenses y Harris contestó que Trump fue el que primero firmó la salida de Afganistán.

Y hasta allí las referencias en el debate a las materias de la política internacional. En resumen: Guerra Israel-Hamas, guerra Rusia-Ucrania y retirada estadounidense de Afganistán.

Nótese que los periodistas conductores del evento no incluyeron otros temas internacionales en la agenda y como es usual en estos debates la América Latina no fue mencionada, salvo referencias tangenciales a la crisis de Venezuela.

Por cierto que en algún momento Harris dijo que “Trump es débil y equivocado en política exterior”. Una acusación que puede llegar a los independientes.

Identidades raciales, Obama care y cambio climático:

Luego el debate retomó temas como las identidades raciales, Obama care y cambio climático.

Aquí Kamala acusando a Trump de ser divisivo en temas raciales y políticos y a Donald contestando que la administración Biden ha sido la más divisiva de todas. Aquí el punto era mostrar cual representaba la opción más inclinada a la división y al odio.

En cambio climático, Harris acusó a Trump de considerar que el cambio climático es una ficción y tratando de presentarse ella como la adalid del ambiente y de la naturaleza.

También Kamala tratando de diferenciarse algo de la administración Biden aunque obviamente es una tarea difícil siendo ella la vicepresidenta de tal gobierno. En algún momento recalcó: Yo no soy Joe Biden. Yo represento a una nueva generación.

Temas predilectos:

Los temas predilectos del lado republicano son denunciar las altas tasas de inflación y el aumento en los precios de la gasolina y los productos así como denunciar lo que denominan una invasión migratoria en la frontera sur de los Estados Unidos y la existencia de dos nuevas guerras, una en Ucrania y otra en Medio Oriente. La solución es una exaltación del nacionalismo “Make America great again”.

Los temas predilectos del lado demócrata son: Hay que pasar la página y dejar atrás la etapa de Trump que es divisiva y negativa para los Estados Unidos y darle una oportunidad al cambio que ofrece una nueva generación representada por Kamala Harris. Hay que llevar a Estados Unidos hacia un gobierno para todos, sobre todo para los pequeños negocios y las minorías. En ese contexto la narrativa de los derechos de las mujeres, especialmente en el campo del aborto, es un tema central para Kamala Harris.

Los dos estuvieron bien: Harris superó las expectativas durante su debut en debates presidenciales, demostrando estar en mucho mejor forma cognitiva que el presidente Joe Biden y ofreciendo una opción más fresca, capaz y renovada del partido demócrata. Tuvieron razón los Obama, los Clinton y Nancy Pelosi, al promover el cambio de candidatura desde Joe Biden a Kamala Harris. Ahora tienen más posibilidades de victorial electoral el próximo 05 de noviembre.

Trump tuvo también una buena noche. Era su sétimo debate presidencial. Mostró experiencia y firmeza en sus convicciones. Tuvo un porte más presidencial. Aún mantiene posibilidades de victoria electoral sobre todo en los estados bisagra que son los decisivos en el resultado final.

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