El desafío de las Universidades en Costa Rica de cara al año 2021
Ana Isabel Solano Brenes anaisolano@gmail.com | Martes 03 noviembre, 2020
En la recta final del periodo lectivo de este año 2020 nos debemos preguntar de cara al inicio del próximo año si las enseñanzas que nos deja en la educación superior la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 requieren ciertamente repensar los modelos de enseñanza aprendizaje en nuestras Universidades.
La transformación de las clases presenciales a un formato virtual se llevó a cabo por la urgencia y no por una planificación pensada para impartir lecciones con una metodología completamente online, las mayoría de las universidades en general no estaban preparadas desde una perspectiva institucional.
Trasladar de repente los cursos presenciales a un formato no presencial requirió un gran esfuerzo principalmente de los profesores que se vieron obligados en tiempo real a dar una respuesta de emergencia sin espacio para elaborar rediseños de los cursos que desde su concepción fueron diseñados para impartirse presencialmente.
De igual forma no hubo mucho tiempo para capacitar a los profesores en el uso de medios tecnológicos, en competencias digitales y en metodologías del proceso de enseñanza aprendizaje para la modalidad virtual, la acción urgente e inmediata no permitía en ese momento los análisis debidos para garantizar la calidad de la enseñanza.
De cara al 2021 nos enfrentamos, a nuevos retos, modelos de enseñanza-aprendizaje en los que las tecnologías van a tener un papel determinante, y donde la educación virtual será vista desde otro prisma por parte de estudiantes, profesores y sociedad en general pues aquello que nos hacía dudar se puso a prueba y todo como consecuencia de la pandemia del Covid-19. Sin duda, un cambio, aunque obligado y forzoso que ha sido de gran impacto en la educación universitaria.
Como en muchos otros campos la crisis del Covid-19 en la Educación Superior de nuestro país ha subrayado grandes retos, desafíos e interrogantes que estaban latentes y que hoy salen a la superficie, en el mes de julio pasado el Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (SINAES) en el marco de su ciclo de conferencias, promovió la participación de la experta internacional la Dra. Liz Reisberg, el evento denominado: “¿Qué aprendemos de la pandemia en cuanto a cómo evaluamos la universidad y la experiencia de los estudiantes?”. La Dra. Reisberg plantea una serie de desafíos entre otros:
- La formación de los profesores y en particular de aquellos que se formaron en otra época y por lo tanto no han estado familiarizados con el entorno digital y por ende requieren de más capacitación.
- Las competencias de los profesores y estudiantes para utilizar adecuadamente las plataformas digitales con fines educativos y la capacidad de crear o sugerir contenidos y actividades educativas a través de estas.
- ¿Cuál modelo educativo en cada asignatura es recomendable utilizar? ¿Presencial, virtual, mixto?
- ¿Cómo maximizar la educación virtual desde la apertura de la Universidad al mundo considerando también la eliminación de barreras geográficas, la disminución de costos, y la oportunidad para los estudiantes de poder compatibilizar el estudio con el trabajo?
- El nuevo rol de los profesores en la educación virtual y la mayor carga de trabajo por la presencia de éstos en el acompañamiento que requieren los estudiantes.
- La necesidad de organizar la enseñanza de manera efectiva para la mejora de los resultados de aprendizaje y demostrar que la calidad de la educación virtual equivale a la calidad presencial.
- Integrar las nuevas tecnologías educativas que día a día aparecen y están a la disposición de la academia en todas las modalidades
- ¿Cómo mantener el interés de los estudiantes?
- ¿Cómo realizar la evaluación de los aprendizajes en la modalidad virtual?
Además, de estos retos planteados debemos analizar otras interrogantes como por ejemplo: los recursos que requieren invertir las Universidades en nuevas tecnologías , la urgencia de dar una prioridad a la educación STEM (por sus siglas en inglés es el acrónimo de los términos en inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics) es decir fortalecer el campo de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas considerando que estas áreas requieren necesariamente de laboratorios presenciales para aprender haciendo y por último determinar cuál aprendizaje es más apropiado según la asignatura: ¿Sincrónico? Es decir, cuando sucede al mismo tiempo o ¿Asincrónico? Que no sucede al mismo tiempo y los estudiantes pueden ir aprendiendo a su propio ritmo ya que dispone de la clase virtual en el momento que lo requiera.
Las respuestas a estas interrogantes las debemos articular además con los propósitos de las universidades y preguntarnos si éstas en verdad deben repensarse a luz de una nueva realidad post pandemia.
Francisco Marmolejo un destacado Asesor Educativo de la Fundación Qatar, Especialista Líder de Educación para India y el Sudeste Asiático plantea lo siguiente a las Universidades relacionado con la necesidad de reinventarse:
“¿Qué significa el cambio?"
Las crisis pueden hacer que las innovaciones que antes parecían imposibles de repente sean inevitables. Serán necesarios varios años para que las universidades “paguen la factura” por la inacción. Pero la “nueva normalidad” que debemos moldear debe comenzar con el reconocimiento de que ofrecer clases en Zoom no es en realidad ningún cambio significativo.
Las instituciones de educación superior necesitan reinventarse, no solo repararse. Los educadores, los encargados de formular políticas, los empleadores y los inversionistas deben pensar urgentemente en cómo debería ser el mundo post-covid y qué papel deben desempeñar las instituciones de educación superior para hacer de ese mundo una realidad.”
A unos pocos meses de concluir el ciclo lectivo 2020 lo planteado por Marmolejo nos debe llevar a meditar, nos debemos cuestionar en primera instancia si hemos aprovechado el tiempo para analizar las lecciones que nos deja este año y adaptar adecuadamente el curso lectivo del 2021, y además si ha llegado el momento empujado tal vez por la pandemia del Covid-19 de replantear el modelo de enseñanza aprendizaje de la educación superior universitaria.