El futuro de Costa Rica no está en los colegios de hoy
Jonathan Prendas jonathan.prendas@gmail.com | Lunes 26 septiembre, 2022
Jonathan Prendas Rodríguez
Analista político
Desde séptimo hasta quinto año, en los colegios debería enseñarse, con urgencia, educación vial, educación financiera, educación fiscal, educación cívica (de verdad) y emprendimiento empresarial.
Si logramos impulsar estos cinco pilares y sumarle la implementación de la metodología Steam y una readecuación administrativa de los profesores para que su tiempo sea aprovechado en las aulas y no en trámites de escritorio lograríamos transformar el futuro de los jóvenes.
Es cierto, que se ocupa intervenir la infraestructura de los centros educativos, pero eso se logra con innovación, creatividad, orden y voluntad... Es hora de terminar la piñata que ha significado para algunos el dinero que hay y que no se usa para lo que se debe. Repensemos la administración de la infraestructura educativa, apostemos por la calidad y valoremos las distintas opciones que existen, pues el modelo centralizado ya se gastó.
Es cierto también que se ocupa conectividad para lograr llevar las bondades de la Internet a todos los estudiantes, pero dado que ya la ley para generar la infraestructura en telecomunicaciones existe y que los recursos están, solo falta la decisión (y la orden presidencial) que reoriente a los funcionarios de gobierno para así "pensar fuera de la caja", pues este problema no se resuelve con la burocracia que ha gobernado por 50 años.
Seamos claros, la educación pública debe reinventarse, no pensando en lo que fuimos, ni en lo que es actualmente el país, sino en la Costa Rica que queremos ser y heredar a nuestros hijos y nietos... Ninguna decisión país es tan importante como esta.
Es por eso que a la par de la conectividad y la infraestructura, debemos liberar a los docentes de las funciones que los distrae de su vocación de enseñar y debemos darles la estabilidad laboral que significa optar por una plaza en propiedad; reordebemos el recurso humano para generar ese apego territorial que tanto éxito nos dio en el pasado.
Eso daría pie a impulsar la verdadera revalorización educativa con la enseñanza steam (que dictará las métricas de evaluación, aprendizaje y de empleabilidad en muy pocos años) y con los cinco fundamentos de la formación democrática que ocupa el país: la educación vial, financiera, fiscal, cívica y para el emprendimiento empresarial.
Enseñemosle a los muchachos a ser excelentes consigo mismos, con el entorno y con el país... Permitámosles soñar con un futuro mejor y démosle honra a quienes tienen la tarea de darles esos conocimientos, los educadores.