El hidrógeno como fuente de energía limpia se está convirtiendo en una opción práctica: Franklin Chang
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Jueves 21 abril, 2022 09:29 a. m.
Franklin Chang Díaz
CEO
Ad Astra Rocket Company
Con el objetivo de escalar la implementación del hidrógeno verde, Ad Astra Rocket Company unió fuerzas el mes pasado con la empresa Mesoamérica, formando una nueva empresa, llamada ProNova Energy.
Lea más: Franklin Chang niega haber dado apoyo público a Rodrigo Chaves
La nueva empresa combina la trayectoria de Mesoamérica en la estructuración y financiamiento de proyectos de energía en América Latina, con el conocimiento técnico y más de una década de experiencia de Ad Astra en la implementación, operación y mantenimiento de ecosistemas de hidrógeno verde.
El hidrógeno verde se produce mediante la electrólisis del agua, donde sus componentes, el hidrógeno y el oxígeno, se separan eléctricamente en un electrolizador.
El hidrógeno se almacena como gas comprimido o en estado líquido o en compuestos químicos como el amoníaco.
Lea más: Ad Astra Rocket y Mesoamérica crean compañía para desarrollar soluciones de hidrógeno verde
Para recuperar la energía almacenada en el hidrógeno, se revierte el proceso de la electrólisis en una celda de combustible.
Esta entrega electricidad y agua pura, combinando el hidrógeno con el oxígeno del aire.
La electricidad alimenta un motor eléctrico que mueve al vehículo.
Incluso, el agua no se pierde, se puede reutilizar o se re-integra limpia al medio ambiente.
El proceso es totalmente amigable con el ambiente y libre de carbono.
El hidrógeno verde, obtenido mediante la electrólisis del agua, cada año se acerca más a convertirse en una fuente práctica de energía para impulsar vehículos eléctricos de celda de combustible y para aplicaciones estacionarias en la industria, comercios, hospitales, oficinas, entre otros.
Esto se ha logrado a medida que los costos bajan al mejorar la tecnología y aumentar la escala de producción.
En Ad Astra visionamos una escala de producción comercial inicial que podría proporcionar el hidrógeno a $9.5 por kg, equivalente de $1.26 por litro de gasolina, el precio vigente en Costa Rica.
Con volúmenes altos, mayores a unos 400 kilogramos por día, y auto generación eléctrica, el costo podría reducirse aún más.
Como punto de comparación, el Departamento de Energía de los Estados Unidos tiene como meta final la producción de hidrógeno verde a un costo de $1 por kg.
El transporte del hidrógeno es también un factor importante.
Algunos países, como Inglaterra, Japón, Holanda, Alemania y Francia, con infraestructura existente de gasoductos, utilizan esas instalaciones para transportar el hidrógeno a los consumidores.
Ese modelo no aplica en nuestro país, donde es más práctico producir el hidrógeno “en sitio,” con electricidad transportada por la red eléctrica nacional.
Tenemos suficiente capacidad solar y eólica para satisfacer nuestra demanda energética doméstica y aún exportar hidrógeno verde a mercados en Europa y Asia, transportándolo como amoníaco, un compuesto estable y fácil de almacenar, o en estado líquido en buques cisterna. Algunos de estos ya operan en el Pacífico, sirviendo el mercado asiático.
Otros están en etapa de planificación para el mercado europeo.
Se puede decir que el precio de los combustibles fósiles está altamente subsidiado, ya que no se cobra el costo del daño al medio ambiente y a la salud pública causado por varios gases invernaderos, así como otros contaminantes que, aunque pesan menos en la ecuación del calentamiento global, son carcinógenos y causantes de enfermedades respiratorias como asma y enfisema.
Ya hay cientos de estaciones de servicio de hidrógeno (“hidrolineras”) en el mundo, principalmente en los Estados Unidos, Europa, Corea del Sur, China y Japón.
Costa Rica tiene una estación de hidrógeno en Liberia, la única de su clase que opera en Latinoamérica.
La hidrolinera de Liberia alimenta una pequeña flota de vehículos eléctricos de celda de combustible que operan en la zona.
Las estrategias creativas para el financiamiento son tan importantes como la tecnología misma.
La relación Ad Astra – Mesoamérica, plasmada en ProNova Energy, logra ese importante balance. La nueva empresa desarrollará proyectos en toda la región latinoamericana.
Su visión a largo plazo es convertir al hidrógeno verde en una opción energética sostenible y libre de carbono, así como financieramente rentable y competitiva con los combustibles fósiles.