El manejo de la basura, la generación eléctrica y la municipalidad empresarial
Federico Li fli@uned.ac.cr | Jueves 07 noviembre, 2024
Mientras tomo una taza de café leo un artículo sobre el manejo de la recolección de la basura. Desde los años 60s, recuerdo que en Limón se hacia un hueco se iba depositando en el fondo del patio y después se quemaba, contaminación que “soportaba” el medio ambiente. Mientras en Alajuela, la solariega y hermosa natal mía, la mayoría de las casas tenían patios grandes y se enterraba la basura haciendo composte. Aquellos residuos sin aprovechar se quemaban junto a las hojas secas. No era el caso del plástico que empezó a generalizarse muy incipientemente como residuo a partir de los años 60s.
El pasado 21 de octubre de 2024, el Ministerio de Salud, dice con gran preocupación, que los rellenos sanitarios en el Gran Área Metropolitana están a punto de cerrarse; pese a que las dos empresas que se dedican al procesamiento de basura están recibiendo desechos sólidos desde la zona sur y pacifico central. La reducción o capacidad de los “parques” para ocultar y procesar la basura bajó de una estimación de 11 años a 3 y medio años.
Los cantones que más basura generan en orden de producción son Alajuela, San José, Desamparados, Heredia y Cartago. En suma generan 471512.04 toneladas por año. ¿Cómo siendo Costa Rica un país verde y ejemplo de sostenibilidad en el mundo tenemos tan mal sistema de aprovechamiento y disposición de residuos?
Para solventar este problema, propongo generar un sistema de unión de municipalidades y poner una planta moderna procesadora de basura que aproveche los residuos para generar energía (incluso electricidad) como abonos orgánicos, y vapor comprimido para la industria. Con ello se encadenaría un línea de pequeñas y medianas empresas autofinanciadas a través de la venta de electricidad al ICE. Se tendrían ganancias para invertir en sus comunidades y eliminar las externalidades negativas (efectos indeseables) del manejo de desechos.
Esta planta de tratamiento podría procesar desde metales hasta la basura más simple mitigando los efectos de la contaminación que se genera por las vías de disposición actuales. Además, podríamos contribuir a no utilizar más hidrocarburos para los años de sequía y exportar electricidad.
Si no se desea un consorcio municipal, también existen cooperativas de electricidad, las cuales podrían llevar a cabo este proyecto solas o en asocio con las municipalidades. Así el dinero que genere esta actividad, no saldría del país y se reinvertiría como fuente de desarrollo local siendo pioneros como en antaño que ocupamos como tercer país del mundo que utilizó la energía eléctrica e iluminación de las calles (principalmente en San José).
No estamos en contra de la inversión extranjera, pero sí estamos a favor de partir de nuestras necesidades para generar autonomía energética, empleo y como muchas actividades que hacen las cooperativas localizar la propiedad productiva y las ganancias en los diferentes territorios.
Bueno por ahora no más. Se acabó el café. Continuo con las tareas cotidianas de la labor docente y sigo decantando tan importante problemática con visos de solución.