El Presidente de la Federación de Fútbol, blindó a la prensa
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Lunes 19 diciembre, 2022
Terminado el partido con Nigeria, despedida de la Selección Nacional antes de viajar a Qatar, la Federación Costarricense de Fútbol tuvo una bonita idea.
Que los futbolistas, acompañados de sus familiares, dieran la “Vuelta Olímpica” alrededor de la cancha, para recibir el aplauso y el apoyo de los aficionados. Algunos dirigentes se sumaron al festejo, entre ellos el presidente de la Casa de los Sustos, Rodolfo Villalobos.
La emotiva ceremonia resultó propicia para robar cámara y ofrecer entrevistas a las emisoras que dieron cobertura al evento y el jerarca federativo lo aprovechó.
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Aquel dirigente que prometió ponerle el pecho a las balas y asegurarle a los costarricenses que jamás renunciaría a su puesto, a pesar de que la Selección Nacional se hundía en la eliminatoria, gracias a la reacción de la Tricolor en la segunda vuelta, con el apoyo masivo de los aficionados, la oportunidad de jugar que el técnico Luis Fernando Suárez dio a los rostros nuevos del equipo, las atajadas de Keylor Navas, los partidazos de Francisco Calvo y Oscar Duarte, los postes y mucha, muchísima suerte, la Tricolor logró clasificarse y así don Rodolfo se aferró a los mecates que le permitieron escalar la tormenta y salir del precipicio.
Pero, detalle curioso, a pesar de la clasificación de la Selección Nacional a su sexta Copa del Mundo, el mandamás de la Federación de Fútbol, jamás pudo encontrar el respaldo de los aficionados a su gestión, mayoritariamente rechazado y hasta repudiado, según varios sondeos, ya con el equipo en Qatar.
Lo sucedido en la frontera con Irak, que con el paso de los días dejó al presidente de la Federación en paños menores, atrapado por manifestaciones, declaraciones y justificaciones no coherentes con la realidad y la verdad de los hechos, combinado con la paliza humillante que le metió España a la Tricolor y luego, el conocer el vínculo del técnico Suárez con su representante y la empresa que firmó el contrato para jugar en Irak, lanzaron de nuevo al presidente federativo al fondo del precipicio, su popularidad está por los suelos, se le pide la renuncia, pero de nuevo, como lo hizo al final de la primera vuelta de la eliminatoria, desapareció de escena, niega entrevistas, se blindó de la prensa y ya ni siquiera dice que le pondrá el pecho a las balas, suponemos que porque perdió en Qatar, adentro del equipaje de sus valores éticos, el chaleco salvavidas.
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