El vaso está medio lleno…
Miguel Angel Rodríguez marodrige@gmail.com | Lunes 13 diciembre, 2021
El vaso está medio vacío: la pauta que proyecta el BCCR para el crecimiento de la economía no es suficiente para converger con el nivel de ingresos de las economías desarrolladas, el desempleo es muy alto, la pobreza no disminuye y la informalidad creció en la última década, es difícil tomar decisiones sobre políticas públicas, hay alta desconfianza sobre las élites, los políticos, los gobernantes y los partidos, aumenta la fragmentación del interés general en multitud de intereses sectoriales y regionales que se expresan separadamente y disminuye el aprecio por la democracia. En una campaña donde los temas de fondo se escabullen se prepara un cambio de los gobernantes que habrán de enfrentar un gobierno muy limitado en recursos y muy demandado respecto a difíciles retos.
Es importante recordar que el vaso también está medio lleno y a veces lo olvidamos. Mientras en América Latina el apoyo a la democracia en 2020 permanece básicamente estancado en su nivel más bajo desde 1995 (Latinobarómetro 2021 que analiza las encuestas efectuadas en 2020 es la fuente de todas estas comparaciones), en Costa Rica aumentó 4 puntos porcentuales y alcanzó su nivel más alto desde 2010. Además, seguimos en los primeros lugares en ese apoyo. Costa Rica destaca en comparación con la región por la confianza en la libertad de prensa, en la libertad para participación política, en el órgano electoral, en el Poder Judicial; en el trato igualitario en medicina, educación, salud y seguridad social. Menor porcentaje de la población con carencias alimentarias. Se destaca por la opinión de trato igualitario para las mujeres, de igualdad de oportunidades económicas y sociales para la población en general, de protección al medio ambiente. Los ciudadanos piensan que tienen posibilidad de exigir sus derechos. Pero con algunas debilidades. Mientras en América Latina un 22% opina que se gobierna para bien de todo el pueblo, en Costa Rica solo un 9% opina de esa manera; en Costa Rica solo un 13% piensa que la distribución del ingreso es justa, mientras en América Latina así opina un 17%; la aprobación del gobierno es muy baja (Costa Rica 14%, América Latina 40%); la desconfianza en el Presidente es mayor a la del área; hay mayor percepción de que los ciudadanos hacen fraude para exigir prestaciones públicas o evadir impuestos; hay menor cercanía hacia los partidos políticos.
Nuestro vaso está medio lleno. Este año la economía crece bastante más de lo que se esperaba hace un semestre; la situación fiscal dará resultados considerablemente mejores a los proyectados hace tres meses por Hacienda; dos calificadoras de deuda país han mejorado la expectativa sobre Costa Rica; la semana pasada por primera vez en 17 meses no muere nadie de covid-19 en nuestra nación.
Sobre América Latina Latinobarómetro 2021 concluye: “El desencanto con la política, originado por la crisis de representación y la incapacidad de desmantelar la desigualdad y la discriminación, que comenzó lentamente a forjarse al inicio de las transiciones a la democracia, en la medida que no se solucionaban los problemas, continúa su profundización, a pesar del aparente éxito del surgimiento de pequeños segmentos de clases medias producto del quinquenio virtuoso de crecimiento en la primera década del siglo... Los datos de Latinobarómetro 2020 tiene mensajes mixtos, pero en el trasfondo de los resultados hay un mensaje claro de demanda por democracias efectivas y de rechazo a las democracias aparentes… El fracaso de las elites se aprecia en la alternancia en el poder de las elecciones realizadas en pandemia. La izquierda, otrora revolucionaria, ahora intenta llegar al poder por las urnas, no hay golpes de estado encabezados por militares y los autoritarismos buscan legitimarse en elecciones. Se instalan autocracias. Los ciudadanos votan en las elecciones contra las elites fracasadas y sistemas de partidos obsoletos que fueron incapaces de desmantelar las desigualdades. Así se encuentra la región al momento del fin de la segunda ola de contagios y en pleno período de vacunación”.
¿Como se compara Costa Rica? Yo creo que nuestro vaso es más resistente y está más lleno. Pero se requiere mucho esfuerzo para que no se rompa y más bien se llene un poco más.
Vivimos un proceso electoral con gran fragmentación entre partidos, con baja adhesión de los ciudadanos a los partidos y alta indefinición sobre el voto, pero con signos de entusiasmo en apoyo a diversas banderas y unos 5 o 6 partidos empiezan a calar en grupos de electores.
Poco a poco algunos de los candidatos presidenciales empiezan a aclarar sus posiciones respectos a urgencias coyunturales y a cambios estructurales.
¿Será posible en los próximos 55 días de campaña que se puedan generar las bases que permitan para la segunda ronda configurar alguna alianza con capacidad para gobernar eficientemente en favor del bien común? O sea, ¿con una unión de grupos parlamentarios alrededor de un programa específico de gobierno, que le dé mayoría en la Asamblea Legislativa?
De lograr ese objetivo dependerá en mucho la solidez del vaso y la posibilidad de llenarlo un poco más.
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