LuisGa considera que Costa Rica es perfecta

El Ajeno que ama a Tiquicia

Internacionalizarse es el objetivo de este año para Los Ajenos

“Soy super fanático de la música nacional”

Más que irreverente, es accesible, intrépido y apasionado por la aventura, así de primera impresión es el cantautor nacional Luis Gabriel Loría, solo que nadie lo conocería por su nombre de pila, pero si decimos LuisGa, muchos se imaginan al tico que brinca e inyecta alegría a quien lo ve en el escenario, junto a su grupo Los Ajenos.

El cantante de Los Ajenos afirma no dominar el inglés. “Con los ritmos sí me la juego, con lo que no me la juego es con los idiomas”. comentó el cantante.

Orgulloso de su natal Nicoya, LuisGa se define como un simple muchacho que quiso seguir el sueño de vivir de la música y que luchó hasta alcanzarlo. Con su voz ronca, su cabello lacio, rapado a medio lado, humor al hablar y contagiante sonrisa, nos contó cómo ha logrado colarse en el “top of mind” de los ticos que corean sus canciones.

¿Quién lo impulsó a ser cantante?
Casi que nací con la música, porque mi papá, Carlos Loría, es músico y compositor guanacasteco. A los cinco años, empecé a tocar percusión y batería; a los ocho, empecé a tocar guitarra y a componer canciones. A los 14 años, me vine solo a estudiar al Conservatorio de Castella. Fue toda una travesía, porque estar viviendo solo desde los 14 años es bastante difícil. Pero bueno, al fin y al cabo todos los sacrificios valieron la pena.

¿Cómo era LuisGa de niño?
Siempre he sido bastante hiperactivo —se nota—, y siempre me llamó la atención la música. Me acuerdo que chiquitillo jugábamos a que éramos locutores de radio, o grabábamos canciones en una grabadora viejísima que teníamos. Estuve en la banda del colegio o en el coro de la Iglesia, pero siempre estuve en movimiento y sigo igual.

¿Es LuisGa el mismo niño, pero en cuerpo adulto?
Sigue siendo lo mismo. Sabemos que Los Ajenos es un trabajo, lo vemos como tal y es una responsabilidad, pero intentamos divertirnos cada vez que subimos a un escenario. Estamos agradecidos con Dios, con la vida, por darnos todas las alegrías que nos ha dado con este don de la música.

¿Fue difícil iniciar en esta carrera?
Es un camino largo. La gente cree que Los Ajenos salieron de la noche a la mañana, pero son alrededor de 15 años dedicándome profesionalmente a la música; yo creo que no es difícil, es simplemente esforzarse y ser constante. Tuve miles de proyectos que no funcionaron, todo fue una cuestión de prueba y error, hasta llegar a esto. Creo que la clave de todo esto es la constancia, seguir empujando y nunca dejar de trabajar.

¿Qué le falta por hacer?
Muchísimas cosas, todos los días aprendemos cosas nuevas. Siempre tenemos la idea en la cabeza de hacer un mejor show, pulir un poco más las cosas que estamos haciendo. Creo que eso es importante, el mejorar, pero ahí vamos poco a poco.

¿Qué tuvo que pasar para llegar a donde está?
Fue difícil el hecho de dejar a mi familia, venirme solo para acá, fueron tiempos un poco difíciles porque no conocía a nadie. Llegué a un lugar extraño, salía de la casa y me perdía cada 200 metros. Mucho sacrificio. La gente piensa que la música es simplemente agarrar un instrumento y tocar, pero no, es un carrera universitaria. Todo ha valido la pena.

¿Ha logrado cumplir sus objetivos?
Totalmente. No ha sido fácil y no ha sido rápido, pero al fin y al cabo, creo que el simple hecho de poder decir ‘voy a trabajar en lo que me gusta’ todos los días y que la gente llegue a escucharte, creo que es una bendición.

¿Cuáles son los valores a los que se ha aferrado?
El trabajo duro, la constancia, no dejar de reinventarse, no dejar que la gente se aburra, porque al fin y al cabo, somos entretenedores y la gente quiere ver un show, un espectáculo. Lo importante es hacer las cosas con pasión, mucho amor y dedicarles el tiempo que merecen.

¿Tiene alguna experiencia que lo haya marcado?
Una de las experiencias que marcaron mi vida, fue en 2008 cuando representé a Costa Rica en Viña del Mar, fue impactante el hecho de estar en ese escenario y saber que frente a mi camerino estaban Vicentico, Chayanne, Miguel Bosé, Calle 13, como si fuéramos de los mismos. Yo me pregunté “qué estoy haciendo yo aquí, en qué momento llegué aquí”, fue como un sueño.

¿Ha crecido el apoyo a música en el país?
Totalmente. En este momento se está viviendo un repunte de la música nacional. La gente y los medios están apoyando muchísimo y además, las bandas se han empeñado en hacer las cosas bien. Percance, Ojo de Buey, Cocofunka, Sonámbulo, hay muchísimas bandas que están haciendo las cosas bien, creo que el nivel musical y de producción han subido un montón.

¿Cuál ha sido la influencia de Los Ajenos?
Lo más importante de Los Ajenos, es que aprovechamos la riqueza cultural de Latinoamérica para hacer nuestras canciones. Si se escucha un disco de Los Ajenos, se escucha quebradita mexicana, cumbias argentinas, murga, ritmos brasileños, el mismo sabor de Costa Rica. Creamos un concepto nuevo y lo hicimos nuestro.

¿Cuál cantante nacional y extranjero le gustan más?
Soy super fanático de la música nacional: Mal País, es un grupo que marcó mi vida. Fidel (qdDg) era de Nicoya y fue como un modelo a seguir. Editus, fueron como mis padrinos, me ayudaron muchísimo. A nivel internacional, escucho música como Bersuit Vergarabat, Charly García, Spinetta, Yuri, son gustos super raros, me encanta todo tipo de música, le puedo escuchar desde rock, hasta Barney.

¿Cuáles son los planes de Los Ajenos, para este año?
Estamos trabajando en la internacionalización del grupo. Lo que queremos es formar una alianza y unirnos a los grupos de Centroamérica que estén sonando, por ejemplo, lo que hicimos con Los Rabanes. Pronto va a pasar con amigos de Guatemala, con La Chota de Panamá, uno de Ecuador y con diferentes grupos, para poder entrar a los países, que ellos entren acá y así, expandir un poco más el medio.

Tatiana Fernández B.
tfernandez@larepublica.net
@tfernandezLR