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INVERSIONISTA


“El dólar debería estar flotando ya”

Carolina Acuña cacuna@larepublica.net | Lunes 13 mayo, 2013




 Exportadores quieren mantener sistema cambiario actual

“El dólar debería estar flotando ya”

Precio de la divisa no está fijado por la oferta y demanda, sino por el Banco Central

Es tiempo de poner a flotar el precio del dólar, dijeron Bernal Jiménez, Miguel Ángel Rodríguez y otros expertos economistas, quienes consideran que el Banco Central está gastando demasiado dinero en sostener un tipo de cambio en un sistema de bandas, el cual no ayuda a disminuir la inflación, afectando sobre todo a los más pobres.

Actualmente, debido a que Costa Rica es una economía abierta, con un déficit fiscal alto y altas tasas de interés entran cantidades enormes de dólares al país, como por ejemplo $1.000 millones de la última emisión de eurobonos.
Para evitar que el dólar baje de ¢500, nivel donde está el piso de la banda que el Central se comprometió a defender, el banco usa colones para adquirir los dólares que se ofrezcan, no importa cuántos tenga que comprar.
Esos colones, pagados a los vendedores de dólares, se quedan en el mercado y generan inflación, al subir los precios los más pobres son los que más pierden capacidad de pagar bienes y servicios. Al cierre de abril, la inflación era del 6,3% el doble que en abril de 2012.
En sus intentos por retirar algo de ese exceso de colones en el mercado el Central emite bonos que presionan a que las tasas de interés no bajen y sigamos siendo atractivos para los inversores que seguirán trayendo más dólares. Y el círculo vicioso se repite.
Por eso varios expertos coinciden en que es hora de flotar.
“En las circunstancias actuales tener un sistema de bandas es la peor alternativa”, dijo Miguel Ángel Rodríguez, expresidente de la República, al recalcar que se atraen capitales golondrina porque los inversores saben que tienen un tipo de cambio prácticamente fijo y que otras opciones como dolarizar son muy caras.
En las condiciones actuales, si empezáramos un sistema de flotación y el Central no comprara esos dólares, el tipo de cambio bajaría (no se sabe cuánto) y solo un sector de la economía sentiría ese efecto negativo, no todo, como actualmente sucede.

Por otro lado, migrar a la flotación permitiría los ajustes de precios de los bienes importados por lo que sería positivo para otros sectores de la población. Lo que sí es seguro es que el precio no sería definido por el Central, sino por las necesidades del mercado.
Pero existen detractores de poner a flotar el precio del dólar.
Mejorar el problema fiscal “es clave para mitigar el impacto de los choque en el tipo de cambio real”, dijo Para Manrique Sáenz, viceministro de Hacienda, quien aboga por mejorar las finanzas públicas antes de flotar.
A los exportadores les preocupa que no se arreglen otras cosas como infraestructura, acceso a banca de desarrollo y opciones de financiamiento, antes de poner a flotar el dólar, dado que serán los sectores más afectados.
“Hoy sería muy complicado reducir la competitividad haciendo un sistema de flotación libre”, señaló Pablo Duncan, director de Cadexco.
Mientras los expertos aseguran que las bandas son caras, surge también la opción de dolarizar, propuesta por el economista Luis Loría, en un proyecto de Ley el pasado 24 de abril. Pero el apoyo político a esta iniciativa no se ha visto aún.
Por otro lado, hay quienes dicen que la decisión ya fue tomada hace años en el Central y fue flotar. “El problema de fondo es que la autonomía del Banco está comprometida, se cree que la decisión la debe tomar Casa Presidencial y el tipo de cambio se vuelve una variable de presión política”, dijo Bernal Jiménez, exdirector del Central.
Por el momento Costa Rica ya cumple casi siete años de estar en transición a un dólar cuyo precio flote. En las condiciones actuales, con bandas, se arriesga a tener mayores pérdidas por especuladores, tener que controlar flujos de capital y todo eso sin mejorar ni la inflación ni el empleo, ni las tasas de interés ni los márgenes de intermediación financieros, concluyó Jiménez.


Carolina Acuña
cacuna@larepublica.net







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