El síndrome del éxito 2.0
El síndrome del éxito 2.0
Sería imposible obviar que existen estilos de gerencia que marcan toda una generación empresarial. Sin embargo es importante como empresarios y gerentes ser críticos hacia nuestra compañía, puesto que existe un sinnúmero de casos que vivieron éxitos espontáneos producto de una coyuntura económica, lo cual no solo demuestra el fracaso, sino que el verdadero reto no radica en una bala de plata sino en el lograr permanecer en el tiempo. De no ser así, todavía las cámaras Kodak serían las más vendidas en todo el mundo.
En nuestros días es común escuchar hablar sobre la zona de confort, aplicable sin lugar a duda para la vida, en todos sus aspectos. No obstante, las empresas pueden presentar comportamientos homólogos a este. Si revisamos el ranking de Forbes de los últimos años, sin duda nos sorprenderemos con cambios verdaderamente radicales.
Para mayor claridad, vamos definir el síndrome del éxito como la capacidad natural que poseen algunos empresarios o gerentes para la toma de decisiones, y la versión 2.0 del mismo comprende la necesidad de ese valor agregado, que permite permanecer con el paso del tiempo. La manera en que se realizan los negocios en nuestros días ha cambiado significativamente. La experticia se ha convertido en un factor fundamental, la formación en áreas específicas, networking asertivo, atención especial a las tendencias del mercado y el comportamiento económico mundial, son apenas algunos de los aspectos claves para alcanzar esa holística requerida, dado que no se trata de generar riqueza sino sostenerla en el tiempo.
Innovar o desaparecer, se convierte en la vanguardia de gran cantidad de empresas, o como lo cita J.P Bolduc ex CEO del conglomerado W.R Grace: “Para reinventarse es fundamental empezar por tocar lo sagrado, no más camisetas ensangrentadas por pensar diferente”. Es significativo entender que el cambio de paradigma empresarial es un reto de proporciones épicas, tanto que no todas la empresas lo logran, pero no por ausencia de la capacidad sino por la falta de integración de todas la partes.
Para alcanzar ese nuevo reto empresarial, es vital encontrarse siempre en estado de alerta, es tener claro que el abuso del éxito muchas veces lleva al fracaso. El síndrome 2.0 implica integración en la toma decisiones de todos los eslabones de la empresa, principalmente con los de primera línea, puesto que estos son los más cercanos al cliente y al sistema de producción. Para Goldman Sachs la clave se encuentra en enfrentar el cambio en los tiempos buenos y malos, lo cual no significa salir de la zona de confort sino nunca entrar en la misma.
El papel del líder es fundamental, no obstante además de ser fuente de inspiración también debe cumplir con la tarea de revertir el statu quo. Para David A. Nadler, CEO de Delta Consulting Group, las áreas movedizas afectan los costos, la velocidad y la capacidad de actuar. Desde Microsoft hasta Apple han experimentado grandes fracasos, esto a pesar de vivir en una coyuntura que los favorece, lo cual nos exhorta a realizar un análisis exhaustivo, puesto que nadie está exento de una situación similar.
Sin lugar a duda existen empresas de ensueño, las mismas que muchas veces fracasan, porque son tan perfectas que nunca han tiempo para soñar, a veces el estado de permanente cambio logra impregnar en toda la compañía esos aspectos claves como innovación, autocrítica, evaluación constante y acercamiento a las necesidades del mercado, los cuales apuntan al éxito constante reduciendo al mínimo el espacio para las tan problemáticas semillas del fracaso.
Jimmy Quesada
Asesor económico