Embalses sostendrán demanda energética futura
Rodrigo Díaz | Lunes 04 septiembre, 2017
Los embalses de los proyectos hidroeléctricos construidos por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) serán la base de la sostenibilidad a la demanda energética futura, la cual incluye un nuevo modelo de transporte eléctrico.
El modelo planificado desde hace décadas por el ICE constituye la base de la matriz eléctrica del país, bajo el cual se sustentan energías renovables como la eólica, la geotérmica y la solar.
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Pese a que sectores empresariales han cuestionado dicho modelo, jerarcas de la institución estatal afirman que gracias a él se ha logrado una estabilidad en las tarifas durante los últimos tres años, además de obtenerse energía firme y de buena calidad apta para el emplazamiento en el país de empresas de alta tecnología.
A lo largo de 2017, el ICE ha generado el 99,5% de su energía por medio de plantas renovables, hecho que ha sido destacado por organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Para construir más proyectos eólicos y solares es necesario contar con embalses que regulen la generación eléctrica en el país, señaló el BID en un estudio sobre la incorporación de energías renovables y variables a la matriz eléctrica.
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De hecho, la matriz ha tenido cambios sustanciales en los últimos años. De tener solo una fuente de energía renovable, el agua, el ICE generó en 2016 un 10% de su electricidad por medio de plantas eólicas, la mayoría en manos del sector privado.
Actualmente, la capacidad instalada de energía eólica creció un 545% en la última década hasta alcanzar los 393 megavatios, lo cual equivaldría a energía para más de 500 mil hogares.
El ICE también desarrolla proyectos donde se aprovechan los desechos agrícolas para la producción de energía. Recientemente anunció un plan piloto con el que se aprovecha el rastrojo de piña en una finca de Upala, además de la conexión a la red de dos motores monofásicos para producir biogás en dos fincas fuera de la GAM.
La energía solar tiene un alto potencial para crecer. Con menos del 0,02% de la generación eléctrica del país el año pasado, se espera una expansión de proyectos con paneles solares para los próximos años, tanto en hogares e industrias, además de instalaciones de mayor tamaño y aprovechamiento de esta energía, como en la provincia de Guanacaste.
El proyecto Valle Escondido, de 5 megavatios, que construye el ICE, más algunos de carácter privado estarían en operación el año próximo.
Ante el aumento de estas instalaciones, la presencia de los embalses será clave para sostener la demanda futura.
Actualmente se dispone de cinco embalses principales: Arenal, Reventazón, Cachí, Angostura y Pirrís, cuyas plantas hidroeléctricas tienen una capacidad instalada de 1.134 megavatios. Estos proyectos regulan el servicio eléctrico, es decir, administran la potencia de acuerdo con la demanda.
La introducción de plantas eólicas, hace dos décadas, contribuyó a reforzar la matriz eléctrica renovable. Ahora se incrementará el uso de otras fuentes, aseguró Luis Pacheco, gerente de Electricidad del ICE. Esteban Monge/La República
En caso de que las plantas con otras fuentes renovables no generen suficiente electricidad, se activan las hidroeléctricas para brindar el soporte.
Sin embargo, para garantizar un crecimiento sostenible de las nuevas fuentes energéticas y la expectativa de crecimiento para los próximos años, sería necesaria la construcción de nuevos embalses.
“Contamos con una matriz diversa, con el agua como base, que desde hace más de dos décadas sumó la geotermia y el viento. Planeamos incrementar en los próximos años la presencia de la biomasa y el sol, para lo que necesitamos aumentar la regulación que nos suministran los embalses”, aseguró Luis Pacheco, gerente de Electricidad del ICE.
Aun con el decrecimiento de la demanda que en los últimos años ha sido de alrededor del 3%, será indispensable que el país haga frente a un escenario que, además de requerir energía para las necesidades de los hogares y las empresas, pueda abastecer una nueva red de vehículos eléctricos.
El ICE proyecta que para 2033 debe existir una capacidad instalada de 4.354 megavatios, cerca de 1.000 megavatios más de lo que existe actualmente.
Esto significa, que se debe contar con un sistema capaz de generar, por lo menos, energía suficiente para cerca de un millón de hogares más.
Entre las obras por desarrollar para la próxima década destaca El Diquís, en Buenos Aires de Puntarenas, que aportaría 650 megavatios, lo cual aumentaría el potencial de regulación del Sistema Eléctrico Nacional y facilitará la integración de más fuentes de energía renovable.
Energías complementarias
Un estudio del BID señaló que los diferentes tipos de energía se complementan, evitando el uso de hidrocarburos para suplir las necesidades de electricidad del país.
- Tanto la energía solar como la eólica desplazan en cantidades semejantes a la generación térmica e hidroeléctrica
- En temporada seca, la penetración de estas energías contribuye a la seguridad del consumo
- La capacidad de generación de la energía eólica se reduce cerca de un 13% en un escenario de año seco. Sin embargo, en estos periodos la producción de energía solar es más elevada, lo que permite almacenar la energía de los embalses para utilizarla en horas nocturnas
- En un escenario de año húmedo, en tanto, la generación térmica se ve reducida y prácticamente eliminada, ya que la capacidad hidroeléctrica cubre con creces las exigencias de la demanda
Fuente: BID
Nuevas fuentes
La matriz eléctrica del país incluye más fuentes renovables que hace una década, lo que contribuyó a disminuir el uso de plantas que utilizan combustibles fósiles. En lo que llevamos del año, la generación con fuentes no renovables cayó a un 0,49% (cifras en porcentajes).
Fuente Porcentaje
Agua 75,89
Viento 11,81
Geotermia 10,71
Biomasa 1,09
Sol 0,01
Fuente: ICE