En Marruecos se juega fútbol en cada esquina
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Miércoles 14 diciembre, 2022
Hace casi 50 años, específicamente en 1975, el técnico argentino Carlos Salvador Bilardo, viajó a Marruecos a un torneo internacional y quedó sorprendido de ver en cada esquina, en lotes baldíos y plazas, decenas de niños y jóvenes jugando al fútbol.
¡Serán una potencia mundial!, expresó.
Bilardo, técnico campeón del mundo con Argentina en México 86, no le puso plazo a su pronóstico, pero hace rato que las selecciones africanas se convirtieron en protagonistas en las Copas del Mundo y no en simples comparsas participantes, como suelen ser las representaciones de la Concacaf.
Bilardo justificó su vaticinio en un detalle muy significativo: en las grandes ciudades de Europa, los niños ya no juegan al fútbol y en Africa, sucede todo lo contrario.
Igual que en Costa Rica, las plazas abiertas para “mejenguear” hasta que cayera el sol, se cerraron para, en el mejor de los casos, abrir parques y en el peor de los casos, derrumbar todo para dar paso al espantoso parqueo. Hoy, con las nuevas atracciones digitales, los jóvenes abandonaron la práctica del fútbol y encerrados en sus habitaciones, se hicieron adictos a otra clase de diversiones.
Marruecos es semifinalista del Mundial en Qatar y se enfrenta hoy al campeón del mundo, Francia, repleto de futbolistas de origen africano.
Si como lo hemos escrito en infinidad de ocasiones, con el reproche y molestia de quienes se sienten “agredidos” por nuestras calificaciones, qué mejor prueba de que el fútbol costarricense es de quinto mundo, qué repasar las cuatro selecciones que se clasificaron semifinalistas en Qatar.
Francia es Champions; es PSG, es Mbappé, es primer mundo.
Argentina, siempre potencia futbolística suramericana, pareja de Brasil como representantes a nivel de clubes de un fútbol de segundo mundo.
¡Marruecos!: fútbol de tercer mundo en pleno desarrollo y ascenso.
Japón y Corea del Sur, dos selecciones asiáticas que pasaron a la siguiente ronda: ¿cuarto mundo?
¡Qué queda: qué sigue!
El fracaso de México, el desastre de Canadá, el último lugar de Costa Rica en todo lo que tuvo que ver con fútbol ofensivo y una selección estadounidense apenas para el gasto.
Claro que somos de quinto mundo y de ahí no saldremos hasta que se quite el poder a los clubes, se planifique un campeonato competitivo y se cancelen salarios de acuerdo al rendimiento de cada uno de los futbolistas. Dirigentes fanáticos, fútbol mediocre e inflado.
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