"En el Gobierno nadie está relajado"
Ernesto Villalobos evillalobos@larepublica.net | Sábado 20 agosto, 2011
Entrevista con la ministra de Agricultura y Ganadería, Gloria Abraham
“En el Gobierno nadie está relajado”
Se trabaja en el análisis de una estrategia a seguir, en caso de crisis
En medio de un ambiente difícil en el sector que fue llamada a coordinar, al que se suman las amenazas de una nueva crisis mundial, la jerarca sostiene que nadie en el Gobierno está relajado y más bien se trabaja en planes de respuesta a las posibles complicaciones.
Frente a la actualidad mundial, ¿en qué posición se encuentra el país, para hacerle frente a una eventual crisis?
Para que haya crisis tiene que haber escasez de alimentos, y durante los últimos meses no se ha visto esa tendencia; más bien los precios de los alimentos están altos. Esto no quiere decir que podamos estar tranquilos, eso sería irresponsable; de hecho estamos muy preocupados analizando lo que sucede en el mundo.
Pero los informes de Naciones Unidas dicen lo contrario...
Si se revisan los informes de la FAO, por ejemplo, en la última reunión del Consejo Director, se ha dejado de hablar de crisis alimentaria para hablar de volatilidad de precios, y por otra parte nuestro país siempre ha sido una excepción que debe hacerse a la aplicación de esos documentos.
Además, a diferencia de lo sucedido en 2008, hoy los silos de los países productores están llenos.
¿Cuánto del alimento que consume el país se produce localmente?
Aunque no se tiene contabilizado con precisión, podríamos decir que sí producimos la gran mayoría de lo que nos comemos.
Ahora bien, ¿no es peligroso estar al borde de una crisis mundial con mucho del sector productor alimentario indispuesto con el Gobierno?
No creo que sea preciso eso de que “mucho del sector que produce alimentos” esté indispuesto. Con ellos hemos sido francos y abiertos al diálogo, y estamos seguros de que si se llega el momento, van a colaborar.
Algo importante es que si se analiza el comportamiento de la producción agroalimentaria nacional, se ve que es contracíclica; es decir, que en tiempos de crisis, su desempeño es superavitario.
¿Cómo hacer para que ese descontento no se traduzca en carestía de alimentos?
Cualquier preocupación que tengan los productores es válida. Nosotros también estamos preocupados, y quisiéramos que las soluciones a los problemas planteados lleguen cuanto antes; para ello mantenemos las vías de comunicación abiertas.
Estamos tratando de encontrar soluciones integrales a problemas estructurales... de muchos años.
¿Cuáles medidas específicas está tomando el MAG para fortalecer el sector agropecuario?
En transferencia tecnológica, específicamente en investigación, mejorando el apoyo a la comercialización modernizando al CNP, mejorando el CENADA, aplicando cambios en las ferias del agricultor, así como la mejor organización de los productores; en acopio, mejores prácticas agrícolas, etc.
En los temas principales, ¿falta voluntad política para lograr efectos positivos?
No. No falta voluntad política. La Presidenta y el vicepresidente Liberman han tenido participación personal en la toma de decisiones que velan por el mejor desempeño del sector agrícola.
El hecho de que se haya enviado al Congreso el proyecto de modificación al Impuesto Territorial es una señal de ello.
¿Y cómo van con los votos legislativos para que se apruebe?
Sabemos que tiene buen ambiente en la Comisión de Asuntos Agropecuarios, pero tenemos que hacer ese conteo... esa revisión nos va a tomar algunos días.
El Gobierno anunció un plan de contingencia, en caso de que se presente una crisis internacional; ¿por qué no se incluyó nada para fortalecer y garantizar la producción de alimentos...?
Eso que se hizo público era un plan macro. Desde ya se están evaluando las acciones que habría que tomar, para que haya seguridad en la producción de alimentos. Nos preocupa esa materia y estamos trabajando en analizarla cuidadosamente.
¿Sería prudente no tomar acciones en la agricultura, ante las amenazas de una complicación del statu quo mundial?
Jamás. Estamos hablando del sector que representa el 15% del Producto Interno Bruto, el 37% de las exportaciones, el 15% del empleo nacional. Somos un país de vocación agropecuaria... nunca hemos dejado de serlo.
Ernesto Villalobos
evillalobos@larepublica.net
“En el Gobierno nadie está relajado”
Se trabaja en el análisis de una estrategia a seguir, en caso de crisis
En medio de un ambiente difícil en el sector que fue llamada a coordinar, al que se suman las amenazas de una nueva crisis mundial, la jerarca sostiene que nadie en el Gobierno está relajado y más bien se trabaja en planes de respuesta a las posibles complicaciones.
Frente a la actualidad mundial, ¿en qué posición se encuentra el país, para hacerle frente a una eventual crisis?
Para que haya crisis tiene que haber escasez de alimentos, y durante los últimos meses no se ha visto esa tendencia; más bien los precios de los alimentos están altos. Esto no quiere decir que podamos estar tranquilos, eso sería irresponsable; de hecho estamos muy preocupados analizando lo que sucede en el mundo.
Pero los informes de Naciones Unidas dicen lo contrario...
Si se revisan los informes de la FAO, por ejemplo, en la última reunión del Consejo Director, se ha dejado de hablar de crisis alimentaria para hablar de volatilidad de precios, y por otra parte nuestro país siempre ha sido una excepción que debe hacerse a la aplicación de esos documentos.
Además, a diferencia de lo sucedido en 2008, hoy los silos de los países productores están llenos.
¿Cuánto del alimento que consume el país se produce localmente?
Aunque no se tiene contabilizado con precisión, podríamos decir que sí producimos la gran mayoría de lo que nos comemos.
Ahora bien, ¿no es peligroso estar al borde de una crisis mundial con mucho del sector productor alimentario indispuesto con el Gobierno?
No creo que sea preciso eso de que “mucho del sector que produce alimentos” esté indispuesto. Con ellos hemos sido francos y abiertos al diálogo, y estamos seguros de que si se llega el momento, van a colaborar.
Algo importante es que si se analiza el comportamiento de la producción agroalimentaria nacional, se ve que es contracíclica; es decir, que en tiempos de crisis, su desempeño es superavitario.
¿Cómo hacer para que ese descontento no se traduzca en carestía de alimentos?
Cualquier preocupación que tengan los productores es válida. Nosotros también estamos preocupados, y quisiéramos que las soluciones a los problemas planteados lleguen cuanto antes; para ello mantenemos las vías de comunicación abiertas.
Estamos tratando de encontrar soluciones integrales a problemas estructurales... de muchos años.
¿Cuáles medidas específicas está tomando el MAG para fortalecer el sector agropecuario?
En transferencia tecnológica, específicamente en investigación, mejorando el apoyo a la comercialización modernizando al CNP, mejorando el CENADA, aplicando cambios en las ferias del agricultor, así como la mejor organización de los productores; en acopio, mejores prácticas agrícolas, etc.
En los temas principales, ¿falta voluntad política para lograr efectos positivos?
No. No falta voluntad política. La Presidenta y el vicepresidente Liberman han tenido participación personal en la toma de decisiones que velan por el mejor desempeño del sector agrícola.
El hecho de que se haya enviado al Congreso el proyecto de modificación al Impuesto Territorial es una señal de ello.
¿Y cómo van con los votos legislativos para que se apruebe?
Sabemos que tiene buen ambiente en la Comisión de Asuntos Agropecuarios, pero tenemos que hacer ese conteo... esa revisión nos va a tomar algunos días.
El Gobierno anunció un plan de contingencia, en caso de que se presente una crisis internacional; ¿por qué no se incluyó nada para fortalecer y garantizar la producción de alimentos...?
Eso que se hizo público era un plan macro. Desde ya se están evaluando las acciones que habría que tomar, para que haya seguridad en la producción de alimentos. Nos preocupa esa materia y estamos trabajando en analizarla cuidadosamente.
¿Sería prudente no tomar acciones en la agricultura, ante las amenazas de una complicación del statu quo mundial?
Jamás. Estamos hablando del sector que representa el 15% del Producto Interno Bruto, el 37% de las exportaciones, el 15% del empleo nacional. Somos un país de vocación agropecuaria... nunca hemos dejado de serlo.
Ernesto Villalobos
evillalobos@larepublica.net