Es claro que tenemos que construir más cárceles o concesionar: David Segura, diputado de Nueva República
Privados de libertad deberían trabajar para mantenerse, ayudar a sus familias y reinsertarse en la sociedad, según legislador
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Jueves 22 febrero, 2024 06:30 a. m.
Nueva República no tiene ningún problema en concesionar la construcción y gestión de nuevas cárceles para hacerle frente a la sobrepoblación y la ola criminal que enfrenta el país, según David Segura, diputado de Nueva República.
El legislador está convencido de la necesidad de crear nuevos espacios carcelarios que permitan a los privados de libertad ser productivos y ayudar a sus familias, a la vez que avanzan en su proceso de reinserción a la sociedad.
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Para ello, el país debe buscar los recursos, ya sea vía préstamo, cooperación o concesión de la obra.
Y es que para Estados Unidos y Europa, es vital que los delincuentes de Costa Rica estén tras las rejas para frenar el negocio de la droga global.
¿Está el país preparado para albergar en las cárceles actuales una mayor población carcelaria?
No. Está claro que, según lo que hemos podido apreciar y señalan las mismas autoridades de justicia y gracia, las cárceles del país no están capacitadas para recibir más delincuentes, sobre todo ante la explosión de criminalidad que actualmente vivimos, a raíz del crimen organizado y el narcotráfico. Por lo tanto, debemos repensar nuestra visión de la estructura carcelaria del país.
¿Cree usted que el país debe invertir en construir nuevas cárceles?
Sin lugar a dudas.
Es más, en Nueva República estamos analizando la situación e incluso hemos pensado en la posibilidad de que el país enfrente la emergencia de criminalidad -y por ende, carcelaria- que vivimos, mediante herramientas de financiamiento adecuadas para lograr los objetivos, por ejemplo, con financiamiento y cooperación internacional.
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Son las grandes potencias de Norteamérica y Europa las que más les interesa que las redes mafiosas del narcotráfico se marchiten en nuestros países, como zonas de tránsito que son. Por lo tanto, con una adecuada política exterior en la materia, podemos lograr obtener fondos para trabajar integralmente en la reestructuración que el país necesita.
Necesitamos cárceles más grandes, ubicadas en zonas más apropiadas -sobre todo rurales- y con la estructura necesaria para que los privados de libertad no solo tengan mejores condiciones para pagar por sus fechorías, sino que también tengan que trabajar para mantenerse e, incluso, apoyar a sus familiares.
¿Pensaría usted en la posibilidad de concesionar el servicio de cárceles como pasa en otros países?
Nueva República no tiene ningún problema en explorar este tipo de herramientas de gerencia pública para mejorar la eficacia y eficiencia de la política carcelaria y de resocialización del país.
En el Plan Esperanza para la Nueva República del Siglo XXI, que presentamos al país en 2022, fuimos claros en que nuestro partido no tiene problemas en valorar este tipo de alternativas, siempre y cuando el beneficio para el desarrollo humano y la eficacia pública sea claro y ventajoso frente a otros modelos.
En cualquier caso, sí creemos que una concesión de este tipo debe avanzar, seriamente, en el tema de la productividad y el trabajo de los privados de libertad, lo que habla de un modelo mucho más ambicioso e integral en la materia.
Teniendo los centros educativos en malas condiciones, ¿cómo se justifica este gasto?
No hay que confundir las cosas.
El país tiene muchas necesidades en todas las áreas, incluida la infraestructura educativa, y el esfuerzo por atenderlas todas, en las condiciones que sean posibles, es el pan de cada día de cualquier gobierno.
No obstante, está claro que la problemática de seguridad que vive el país, tanto a nivel ciudadano como nacional, ante el crimen organizado, nos lleva a ver este tema como un asunto prioritario que merece toda la atención y el esfuerzo que sea pertinente, aunque, desde luego, la educación debe seguir siendo puntal de nuestro desarrollo.