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Es hora de cambiar en América Latina, en Centroamérica, en Costa Rica

Miguel Angel Rodríguez marodrige@gmail.com | Lunes 26 julio, 2021

Esta recién pasada semana dos muy capacitados amigos de América Latina que en sus vidas han dado importantes aportes en favor de nuestra región, el español Javier Solana y el uruguayo Enrique Iglesias, clamaron por un nuevo contrato social para lograr dignificar la política y despertar una renovada adhesión a la democracia. (Latinoamérica ante la tormenta perfecta, Project Syndicate) Y claman porque ese nuevo contrato surja de los estados, la empresa privada y la sociedad civil y sea integracionista en su visión geográfica.

Ya antes de la pandemia en Latinoamérica, en Centroamérica y en Costa Rica sufríamos bajo crecimiento, pobreza y desigualdad estancadas, informalidad creciente, frustración de las clases medias y desencanto con la democracia.

La covid-19 vino a magnificar esas dificultades y sufrimientos de la población, y a resaltar como nuestra parte del mundo sigue atrasada respecto a su potencial de desarrollo.

También la semana pasada se presentó el Sexto Informe Estado de la Región (Estado de la Nación), cuyas tres principales ideas fuerza para Centroamérica-República Dominicana (SICA) son: 1.- La región sufre la peor crisis de las últimas tres décadas. 2.-La pandemia agudizó el deterioro político institucional y 3.- Una identidad regional de los habitantes de SICA es clave para fortalecer una integración fructífera.

Al celebrar el bicentenario de nuestra independencia estas apreciaciones sobre nuestra zona más cercana y sobre el conjunto latinoamericano son pertinentes también para nuestro país.

El deterioro de la situación fiscal que se vino acumulando en la última docena de años y el ataque de este coronavirus nos han obligado a mantener la mira y la toma de decisiones políticas en las condiciones circunstanciales, con frecuente enfrentamiento entre diversos grupos de la sociedad por la percepción de sus intereses de corto plazo, que deja de lado la posibilidad de conciliarlos en un esfuerzo más profundo con un horizonte temporal mayor.

Claro que sufrimos emergencias sanitarias, económicas, fiscales, sociales ambientales y políticas que debemos enfrentar.

Pero es muy difícil lograr consensos ciudadanos si solo nos enfocamos en los problemas inmediatos y en los efectos que ocasionan en el muy corto plazo diversas soluciones.

Igualmente, si limitamos nuestra visión a la geografía inmediata limitada por nuestras fronteras será mucho más difícil ejecutar las reformas necesarias para enfrentar exitosamente los grandes retos que enfrentamos.

Por esto último ante la situación migratoria, de pobreza, de violencia y de problemas institucionales del Triángulo Norte propuse al gobierno que Costa Rica liderase la participación de SICA junto con EEUU, México y la Unión Europea en favor del desarrollo de los países norteños y de toda Centroamérica y República Dominicana.

Frente a las dificultades nacionales y regionales, conviene levantar la mirada para -en el Gran Reinicio posterior a la pandemia- efectuar los cambios profundos que nos permitan un crecimiento compartido y sostenible, que fortalezca nuestras instituciones nacionales y regionales, y nos permitan acelerar la marcha para recuperar los años perdidos.

Esto requiere un gran acuerdo entre actores políticos, empresariales, sindicales, solidaristas, cooperativistas, comunitarios, de grupos unidos por subculturas dentro del mosaico de nuestra nacionalidad. En fin, una nueva Concertación Nacional.

Antes de la pandemia sugerí la necesidad de esa nueva Concertación Nacional (Una solución institucional: la Concertación Nacional diciembre 2019). Hoy, con el efecto de la covid.19 la necesidad y conveniencia son mayores. Nuestro principal problema es el político: la fragmentación entre partidos y dentro de los partidos, la dificultad de acuerdos en los diversos sectores empresariales, culturales, de trabajadores. La campaña política naturalmente conduce al enfrentamiento de posiciones. Un acuerdo político para concertar esfuerzos de manera sistematizada una vez concluido el proceso electoral sería una importante contribución para el éxito de la futura administración.

Es hora de cambiar en América Latina, en Centroamérica, en Costa Rica

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