Logo La República

Domingo, 24 de noviembre de 2024



COLUMNISTAS


Escogiendo el Consejo de Gobierno

Emilio Bruce ebjreproduccion@gmail.com | Viernes 22 abril, 2022


Sinceramente

Hace años el Ministro de la Presidencia de don Luis Guillermo Solís tuvo la iniciativa de pedir hojas de vida para dentro de ellas escoger a Ministros y Presidentes Ejecutivos. De su éxito y sus dificultades ustedes juzgarán. Hoy de nuevo el señor presidente electo ha dispuesto seguir la estrategia de aquel entonces.

Una de las más trascendentales decisiones de un presidente es -claro está- la designación y nombramiento de sus ministros de gobierno y de los presidentes de las instituciones autónomas. El ICE y la CCSS junto al Banco Nacional de Costa Rica son trascendentales para el estado, en particular el ICE cuyo tamaño es comparable presupuestariamente al del Poder Ejecutivo. La CCSS y el Banco Nacional tienen una importancia crucial para el sector público, la comunidad costarricense y cada uno de ellos es más importante que muchos ministerios juntos. Las soluciones a sus problemas son trascendentales para la buena marcha de Costa Rica. Los problemas de dichas instituciones podrían sumirnos en problemas nacionales muy hondos si no se resuelven con espíritu de urgencia. La designación de sus directores y de sus presidentes es en consecuencia de una importancia central para nuestro país.

El nombramiento de los ministros también lo es. Con un salario base de 1.350.000 mensuales los ministros de gobierno recibirán una remuneración muy modesta para sus responsabilidades y si la comparamos con otras remuneraciones del sector público sin responsabilidades ministeriales mayores otros recibirán un salario superior. Con esos ingresos resulta muy difícil para cualquier profesional independiente o para un joven talentoso sin patrimonio ni rentas atender las necesidades de su familia en el nivel profesional al que está acostumbrado. La motivación y estímulo económico brillarán por su ausencia. Habrá ministros que ostentan una alta responsabilidad recibiendo remuneración inferior, con justicia o sin ella, a la de algunos subordinados. Tendremos un gabinete de gente que va a ser aparentemente sacrificada económicamente para que detente esos puestos. Podremos observar disparidades importantes en las remuneraciones de los ministros si unos provienen del sector privado y otros tienen carrera en el sector público ya que añadirán antigüedades y otros pagos adicionales. A trabajos iguales, a responsabilidades de igual peso, unos ganarán mucho y otros recibirán muy poco. Hay que “comprarse la bronca” y corregir este desconcierto. A mayores responsabilidades mayores salarios. A responsabilidades iguales salarios iguales. El escalafón salarial del Poder Ejecutivo debe de ser revisado integralmente.

Si en ministerios críticos como Educación Pública, MOPT, Hacienda y Seguridad Pública no se nombran titulares que vengan del estado y tengan pluses y antigüedades, tendrán una remuneración muy baja, tremendamente insuficiente para incorporar jóvenes talentosos que comienzan su vida política y profesional. El estado debe de renovar sus cuadros y debe ceder paso a los mejores que tirarán del carro con ímpetu.

Es mi esperanza que el presidente electo conozca muy bien los problemas e intuya las soluciones a los mismos. Cuando se tienen claras las soluciones a los problemas se tiene muy claro el tipo de profesional que es menester, el tipo de experiencia que resulta fundamental y las destrezas que deberán buscarse al nombrar la persona. Nadie contrata un excelente abogado amigo para realizar una cirugía del cerebro. Problemas, soluciones y personeros deben de guardar congruencia. Los nombramientos deben de estar revestidos de excelencia.

Los que dicen servir para todo muchas veces resulta que no sirven para nada. La congruencia de nombrar capacidad, destrezas y conocimiento para atender ministerios y grandes instituciones públicas que sepan y puedan resolver sus problemas es fundamental para el gobierno.

El señor presidente electo está siguiendo el procedimiento que normalmente prevalece en la empresa privada y en las instituciones internacionales para nombrar funcionarios. Creo que eso resulta abiertamente insuficiente. La compatibilidad de ideas, la congruencia en las soluciones buscadas por el presidente, el espíritu de cuerpo y el deseo de intenso sacrificio y solidaridad con la administración no se consiguen si no existe la vinculación e identificación política con el presidente y su agrupación. Nunca ha sido razonable el nombramiento de “pega banderas”, pero tampoco ha sido razonable constituir un gabinete de personas con ideas y pensamiento fundamentalmente discrepante.

He visto con preocupación que se mencionen nombres de quienes fueron sus adversarios políticos y sus contrarios ideológicos para ostentar cargos de trascendencia. Cuando no hay un entendimiento sólido y fundamental en el equipo, cuando cada quien piensa según sus parámetros y no en la línea del presidente, este disenso podría traer más problemas. Este fenómeno podría augurar luchas internas, discusiones interminables, un prolongado ajuste, entrada y salida de personas a esos puestos. Espero que pueda evitarse.

Cuatro años parecen ser muchos, 48 meses parecen ser más, pero en el primer año apenas se acomodan los que no saben cómo es la cosa y en el último año todos buscan dónde ubicarse y qué puesto conseguir para mantener a sus familias. Dos años y medio es el tiempo dispuesto para gobernar. Las personas deben de estar listas para salir como galgos a hacer, corregir y resolver desde el primer día.

Le deseo al señor presidente electo todo éxito en su propósito y en su administración ya que nuestro bienestar como costarricenses depende de manera muy cercana del suyo.

¡Todo por Costa Rica, viva Costa Rica!

NOTAS ANTERIORES


Liderar el cambio

Viernes 22 noviembre, 2024

Las empresas en Centroamérica están trabajando, cada vez más, en el liderazgo sostenible







© 2024 Republica Media Group todos los derechos reservados.