Estamos en ruta hacia un modelo eléctrico más solidario y democrático con la ley de generación distribuida # 10,086
Ricardo Trujillo gerencia@fibrotel.cr | Lunes 07 agosto, 2023
Ricardo Trujillo Molina MScEE
gerencia@fibrotel.cr
El modelo eléctrico vigente que por muchas décadas ha estado en operación, está agonizando y prácticamente llegando a su fin. Un modelo de generación centralizada de altísimo costo y de distribución regional monopólica que dejó de ser solidario hace mucho tiempo, está siendo lentamente desplazado por un modelo de mercado basado en las leyes de la oferta y la demanda, con una faceta muchísimo más democrática que el obsoleto modelo que hemos sostenido por mas tiempo de lo debido.
Me refiero al modelo que se desarrolló desde hace casi 70 años con el ICE como generador de energía principal y que se flexibilizó con el tiempo a nivel de distribución para atender diferentes regiones del país, y que en las últimas 3 décadas se expandió para permitir la generación limitada a cargo de empresas privadas.
La ley 10,086 publicada desde enero del 2022, pero inoperante a la fecha por falta de reglamentos apropiados del Minae y de Aresep, está por democratizar la generación de la energía eléctrica al permitirle al abonado generar la suya propia para su autoconsumo y hasta para producir excedentes que podría inyectar a la red nacional cuando los mismos sean de costo atractivo para las distribuidoras eléctricas. Y en esta última modalidad, la de inyección de excedentes a la red, existe de manera intrínseca una faceta de gran solidaridad para con los hogares de escasos recursos económicos.
Me refiero a que cuando se inyecta pequeños excedentes de energía hacia la red sin compensación económica para el abonado, como suele ocurrir en la practica y en horas del mediodía, se hace una contribución gratuita a todos los demás abonados en esa misma red, siempre y cuando la distribuidora así lo desee contabilizar. Miles de excedentes de energía contabilizados apropiadamente le permitirían a la distribuidora reducir sus compras de energía al ICE en horas matutinas del mediodía, que son precisamente las del más alto costo marginal. Esta reducción en sus costos de compra de energía aplicados de manera solidaria a la tarifa, implican sin cuestionamiento alguno, una reducción de la tarifa, la cual podría ser acreditable solamente al estrato de los hogares con el menor consumo mensual, como podría ser el caso de los 100 KWh o menos por mes.
Las empresas distribuidoras asociadas en CEDET se han opuesto hasta la fecha a dicha ley por cuanto la consideran que solo beneficia a los vendedores de plantas solares, a los que ellos llaman despectivamente como los ¨paneleros¨. Si bien es cierto que de alguna manera le son competencia, en la realidad es porque no han querido ofrecer el servicio de la generación distribuida a menor tarifa que la actual o de generación distribuida. En otros países, han sido las empresas distribuidoras las que ofrecen a sus abonados el reducirles su factura mensual por medio del autoconsumo aplicando una cuota de amortización de la venta de la planta solar distribuida por un tiempo definido. Otras empresas distribuidoras en el mundo simplemente le ofrecen al abonado una tarifa reducida combinando las tarifas de la energía generada de manera centralizada como la que adquieren del ICE, con el costo de la energía que podrían generar de manera distribuida aprovechando el techo de su abonado con un arriendo especifico o sin costo alguno, dependiendo de los términos del contrato que para tal efecto elaboren. En ambos casos la distribuidora sigue vendiendo la misma cantidad de energía, pero a una tarifa reducida tanto en generación como en distribución lo cual redunda en su propio beneficio, así como en beneficio del abonado.
Lo verdaderamente triste de esta situación es que los sectores políticos de izquierda que se ufanan de ser los defensores de los sectores pobres, como son el frente amplio y lo fue el PAC, se opongan a la implementación de dicha ley. Una postura realmente contradictoria que en su debido momento será fatídicamente ¨su tiro por la culata¨ y les será cobrado electoralmente por esos mismos sectores de su clientela política.
Ojalá que la futura ley de la armonización del sector eléctrico estimule la creación de un mercado más abierto y eficiente en lo referente al despacho de la energía con criterios de mínimo costo económico, así como la participación de muchos más agentes generadores eléctricos, incrementado con ello la disponibilidad y oferta en verano a lo que ya se comprobó es una exigua potencia total para esos meses, no solo para el constante crecimiento de la demanda eléctrica sino que también para los futuros requerimientos de la flota vehicular en actual transición de la gasolina a la energía eléctrica.