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Viernes, 25 de abril de 2025



FORO DE LECTORES


Estonia ingresa al Club de la Energía Nuclear

Eugenio G. Araya eugearay@gmail.com | Miércoles 30 abril, 2025


EA


Eugenio G. Araya

Físico

Siempre tuve problemas para ubicar en su correcta posición los tres pequeños países bálticos hasta que los organicé en mi mente en orden alfabético de norte a sur: Estonia está al norte, Letonia está en medio y Lituania está al sur.

Estonia es un país con área parecida a la nuestra de 45.228 kilómetros cuadrados, cuya mayoría es territorio continental, pero tiene más de 2.000 islas e islotes en el mar Báltico. Tiene una población de 1.3 millones de habitantes que comparten vínculos étnicos y lingüísticos con los finlandeses, así como lazos históricos y culturales con los países nórdicos, al igual que los otros dos países bálticos. Sin embargo, los países nórdicos aún no reconocen plenamente a Estonia como parte de su grupo. Oficialmente su idioma es el estonio, de la misma rama que el finlandés, y una de las pocas lenguas europeas que no son de origen indoeuropeo.

El Parlamento de Estonia (Riigikogu) aprobó en junio de 2024 una resolución que respalda la adopción de la energía nuclear como parte de su estrategia para garantizar la seguridad energética y avanzar hacia la neutralidad climática. Esta decisión se basó en un análisis del Grupo de Trabajo sobre Energía Nuclear, que concluyó que la implementación de la energía nuclear en Estonia es viable.​

La resolución establece que el Plan Nacional de Desarrollo hasta 2035 debe considerar los impactos de la adopción de la energía nuclear, incluyendo la elaboración de un proyecto de ley sobre energía y seguridad nucleares, la modificación de la legislación existente y la creación de una autoridad reguladora para el uso seguro de la energía nuclear. También se destaca la necesidad de evaluar a fondo los riesgos relacionados con la seguridad nacional, el financiamiento y la forma de propiedad. En estos temas, la IAEA (Agencia Internacional de Energía Atómica por sus siglas en inglés) está colaborando en la redacción de sus leyes y marco normativo.

En Europa otros países como Albania, Serbia, Croacia, Noruega, Polonia, Letonia, Lituania e Irlanda están considerando ingresar también al club de la energía nuclear. En Turquía sus reactores ya están en construcción. En América Cuba, Chile, Ecuador, Venezuela, Bolivia, Perú y Paraguay lo están considerando también. En el resto de América, Estados Unidos tiene 93 reactores activos, Canadá 19, México y Brasil 2 y Argentina 3.

Regresando a Estonia, hoy día produce la mayoría de su energía eléctrica a partir de petróleo de esquisto que es altamente contaminante, así que un cambio hacia electricidad producida con energía nuclear será un gran adelanto para este pequeño país europeo, en términos ambientales y de costo. Otra parte de su electricidad proviene del sistema eléctrico ruso que posiblemente se desconectará una vez en operación el nuevo reactor.

El Grupo de Trabajo sobre Energía Nuclear de Estonia ha recomendado la construcción de una planta de energía nuclear en el país, sugiriendo que los SMR’s (Reactores Modulares Pequeños por sus siglas en inglés) son la opción más adecuada. Aunque la implementación requiere una preparación exhaustiva, el grupo considera que, con una planificación oportuna, financiamiento adecuado y apoyo político y público, es factible introducir la energía nuclear en Estonia.

El Grupo de Trabajo prevé que la construcción de la planta sea financiada por el sector privado, sin embargo, el Estado debe crear un marco legal y regulador que permita el uso seguro de la energía nuclear. Se estima que los costos asociados para el Estado serían de aproximadamente 73 millones de euros durante el período previo a la producción de electricidad.

Los SMR’s con una capacidad inferior a 400 megavatios serían los más adecuados. Es esencial basar la elección tecnológica en experiencias previas y en la seguridad del suministro de combustible. Cuando de energía nuclear se trata, se deben tomar decisiones basadas en la experiencia del proveedor; en nuclear no se improvisa.​ En febrero de 2023, la empresa estonia Fermi Energia preseleccionó el modelo BWRX-300 de GE Hitachi Nuclear Energy para una posible implementación en el país hacia principios de la década de 2030.

GE Hitachi Nuclear Energy (GEH) es una empresa conjunta (joint venture) formada por General Electric (GE), de Estados Unidos e Hitachi Ltd., de Japón fundada en 2007 y combina la experiencia de ambas compañías en ingeniería, energía y tecnología nuclear.

GEH se especializa en diseño y construcción de reactores nucleares en donde destaca su modelo BWRX-300, un SMR de nueva generación, muy eficiente y con diseño simplificado. También ha desarrollado grandes reactores como los ABWR (Advanced Boiling Water Reactor) y ESBWR (Economic Simplified BWR). Brinda además servicios de mantenimiento y modernización, provee soporte técnico y actualización para plantas nucleares ya existentes en el mundo; hace gestión de combustible y residuos nucleares; ofrece soluciones para el ciclo de vida del combustible y la disposición segura de desechos; desarrolla de tecnologías avanzadas y lleva a cabo proyectos de desmantelamiento seguro de reactores antiguos, digitalización, y seguridad nuclear. Sin duda es un referente mundial en energía nuclear y no me cabe duda de que la preselección de esta empresa es una excelente decisión de Fermi Energia.

Volviendo la mirada a nuestro querido país, estamos a las puertas de una grave crisis eléctrica, toda vez que cerca del 80% de nuestra electricidad es producida por las plantas hidroeléctricas y la geotermia, pero ya no existen cuencas en ninguna de nuestras vertientes con capacidad suficiente y la geotermia está irremediablemente prohibida por estar la mayoría del potencial en parques nacionales.

Así las cosas, bien nos haría seguir los pasos de Estonia construyendo SMR’s en nuestra Costa Rica para poder agregar cerca de 2.500 MW de aquí al año 2040, para poder abastecer con electricidad abundante y barata a nuestras anheladas fábricas de microchips, nuestras zonas francas, la creciente flota de vehículos eléctricos, nuestras industrias domésticas y nuestros hogares.

Alcanzar la seguridad energética y la independencia energética es estratégico para nuestro país, y la energía abundante y barata es la base para aumentar nuestro Producto Interno Bruto. Solo con más energía podemos asegurar a nuestros jóvenes más y mejor pagados puestos de trabajo que solo se lograrán aumentando nuestro PIB, ergo nuestra oferta de energía.

Es imperativo que los tomadores de decisión tengan una visión clara respecto al tema energético y tomen decisiones oportunas y valientes antes de que nos atropelle el futuro y quedemos rezagados en el concierto de naciones, cada vez más tecnológico, más competitivo y más globalizado.







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