Evitemos enfermedades por ruido
Carmen Juncos cjuncos@larepublica.net | Lunes 18 octubre, 2010
Con Sumo
Evitemos enfermedades por ruido
Me sorprende ver publicados como noticias los resultados de investigaciones recientes que hablan sobre las consecuencias de la contaminación sónica. Hace pocos días apareció una en un diario de España bajo el título “El ruido, enemigo del corazón”.
Lo digo porque fue justamente un científico español, autor de importantes libros, el que estuvo en 1982 en Costa Rica dictando unas conferencias y tuve la oportunidad de entrevistarlo para un programa de televisión, sobre el tema.
El aseguró en aquella oportunidad que si seguíamos así, en unos 20 años la población joven habría perdido mucho de su capacidad auditiva, además de que cualquiera estaba expuesto por esa causa a padecer ciertas enfermedades del corazón.
Hace pocos días en el diario El Mundo llegaron datos de que a “la irritabilidad, el insomnio, el cansancio o el aumento de la presión sanguínea se suma ahora un nuevo riesgo asociado al ruido que acaban de desvelar científicos suizos: las patologías cardiacas”.
El científico que entrevisté hace cerca de 30 años, cuyo nombre no recuerdo lamentablemente, explicaba las consecuencias de vivir en ambientes recargados con ruido de aviones, vehículos demasiado ruidosos, música a mucho volumen…entre otros sonidos ensordecedores que consumimos a diario.
Las autoridades no hacen nada para salvarnos de esa contaminación, pero cada uno de nosotros puede hacer mucho por reducirla y, por qué no, pedir al resto de la gente que lo haga. ¡Para empezar deberíamos explicarles a niños y jóvenes que eso los puede volver medio sordos!
Carmen Juncos
cjuncos@larepublica.net
Evitemos enfermedades por ruido
Me sorprende ver publicados como noticias los resultados de investigaciones recientes que hablan sobre las consecuencias de la contaminación sónica. Hace pocos días apareció una en un diario de España bajo el título “El ruido, enemigo del corazón”.
Lo digo porque fue justamente un científico español, autor de importantes libros, el que estuvo en 1982 en Costa Rica dictando unas conferencias y tuve la oportunidad de entrevistarlo para un programa de televisión, sobre el tema.
El aseguró en aquella oportunidad que si seguíamos así, en unos 20 años la población joven habría perdido mucho de su capacidad auditiva, además de que cualquiera estaba expuesto por esa causa a padecer ciertas enfermedades del corazón.
Hace pocos días en el diario El Mundo llegaron datos de que a “la irritabilidad, el insomnio, el cansancio o el aumento de la presión sanguínea se suma ahora un nuevo riesgo asociado al ruido que acaban de desvelar científicos suizos: las patologías cardiacas”.
El científico que entrevisté hace cerca de 30 años, cuyo nombre no recuerdo lamentablemente, explicaba las consecuencias de vivir en ambientes recargados con ruido de aviones, vehículos demasiado ruidosos, música a mucho volumen…entre otros sonidos ensordecedores que consumimos a diario.
Las autoridades no hacen nada para salvarnos de esa contaminación, pero cada uno de nosotros puede hacer mucho por reducirla y, por qué no, pedir al resto de la gente que lo haga. ¡Para empezar deberíamos explicarles a niños y jóvenes que eso los puede volver medio sordos!
Carmen Juncos
cjuncos@larepublica.net