Falso adelantamiento sufrió Ley de Tránsito
Natasha Cambronero redaccion@larepublica.net | Miércoles 10 marzo, 2010
Multas excesivas obligaron a hacer cambios a tan solo diez días de su entrada en vigor
Falso adelantamiento sufrió Ley de Tránsito
Entre un 33% y un 66% diminuirán sanciones económicas para los infractores
Una persona murió cada día de forma violenta en un accidente de tránsito durante 2009
Un falso adelantamiento sufrió la nueva Ley de Tránsito y por esta razón ayer se acordó que las multas se reduzcan.
Pese a su atropellada existencia, en el fondo su propósito es loable, detener la imprudencia en las carreteras, que en muchos casos termina en la muerte.
Sin embargo, a la hora de establecer las sanciones, a los creadores de la ley se les fue la mano, imponiendo montos desproporcionados al ingreso de los costarricenses.
Ante esta situación, el acuerdo fue reducir el monto de las sanciones económicas.
Disminuir entre un 33% y un 66% las infracciones actuales debido a la desproporcionalidad que existe en comparación al ingreso medio de los costarricenses, fue la reforma aprobada ayer en el Congreso.
Por ejemplo, sin este cambio, un chofer que gana ¢200 mil mensuales y enfrenta una multa de ¢146 mil por transitar con una luz quemada, le significaría el 73% de su salario.
Con la modificación que podría regir hasta mediados de abril, el castigo mencionado rondará los ¢50 mil.
Así mismo, el sistema de puntos en la licencia de conducir fue considerado como otro falso adelantamiento de la nueva ley y por ello fue eliminado.
“Aprobamos una ley draconiana que castiga fuertemente a los conductores, pero no se les dan las armas para reivindicar el error cometido, castiga pero no premia”, afirmó Jorge Eduardo Sánchez, jefe de fracción de la Unidad Social Cristiana.
Lo cierto es que la lucha contra la imprudencia en las carreteras es necesaria y de aceptación por toda la sociedad.
Esto en razón de que existen muchos accidentes de tránsito, debido a la cultura que tienen los conductores por desplazarse contra tiempo en vías colapsadas y de mala calidad de infraestructura.
“Los costarricense viven siempre contra el tiempo para cumplir un horario, para entregar una mercadería o llegar puntual a una cita, para cumplir con ello están acostumbrados a infringir las normas de tránsito. Además nuestras carreteras no están hechas para albergar tantos vehículos”, dijo José Carlos Chinchilla, sociólogo de las universidades Nacional y de Costa Rica.
Esta situación también ha generado que los conductores sean más violentos frente al volante y se desquiten con los otros y luchen entre sí para proteger su espacio en la carretera y llegar primero a un lugar específico, explicó Chinchilla.
Prueba de ello es que durante el año pasado, murió en promedio una persona diariamente de forma violenta en un accidente de tránsito.
Los decesos se debieron principalmente, entre las causas atribuibles al chofer, al sobrepasarse los límites de velocidad, invadir el carril contrario y por los efectos del alcohol.
Las muertes en carreteras representan el 34% de los fallecimientos violentos en el país, que atendió la Cruz Roja Costarricense durante ese año.
Solo en accidentes de tránsito, el Instituto Nacional de Seguros tuvo que desembolsar cerca de ¢13 mil millones en atención médica y prestaciones económicas a las víctimas.
Natasha Cambronero
ncambronero@larepublica.net
Falso adelantamiento sufrió Ley de Tránsito
Entre un 33% y un 66% diminuirán sanciones económicas para los infractores
Una persona murió cada día de forma violenta en un accidente de tránsito durante 2009
Un falso adelantamiento sufrió la nueva Ley de Tránsito y por esta razón ayer se acordó que las multas se reduzcan.
Pese a su atropellada existencia, en el fondo su propósito es loable, detener la imprudencia en las carreteras, que en muchos casos termina en la muerte.
Sin embargo, a la hora de establecer las sanciones, a los creadores de la ley se les fue la mano, imponiendo montos desproporcionados al ingreso de los costarricenses.
Ante esta situación, el acuerdo fue reducir el monto de las sanciones económicas.
Disminuir entre un 33% y un 66% las infracciones actuales debido a la desproporcionalidad que existe en comparación al ingreso medio de los costarricenses, fue la reforma aprobada ayer en el Congreso.
Por ejemplo, sin este cambio, un chofer que gana ¢200 mil mensuales y enfrenta una multa de ¢146 mil por transitar con una luz quemada, le significaría el 73% de su salario.
Con la modificación que podría regir hasta mediados de abril, el castigo mencionado rondará los ¢50 mil.
Así mismo, el sistema de puntos en la licencia de conducir fue considerado como otro falso adelantamiento de la nueva ley y por ello fue eliminado.
“Aprobamos una ley draconiana que castiga fuertemente a los conductores, pero no se les dan las armas para reivindicar el error cometido, castiga pero no premia”, afirmó Jorge Eduardo Sánchez, jefe de fracción de la Unidad Social Cristiana.
Lo cierto es que la lucha contra la imprudencia en las carreteras es necesaria y de aceptación por toda la sociedad.
Esto en razón de que existen muchos accidentes de tránsito, debido a la cultura que tienen los conductores por desplazarse contra tiempo en vías colapsadas y de mala calidad de infraestructura.
“Los costarricense viven siempre contra el tiempo para cumplir un horario, para entregar una mercadería o llegar puntual a una cita, para cumplir con ello están acostumbrados a infringir las normas de tránsito. Además nuestras carreteras no están hechas para albergar tantos vehículos”, dijo José Carlos Chinchilla, sociólogo de las universidades Nacional y de Costa Rica.
Esta situación también ha generado que los conductores sean más violentos frente al volante y se desquiten con los otros y luchen entre sí para proteger su espacio en la carretera y llegar primero a un lugar específico, explicó Chinchilla.
Prueba de ello es que durante el año pasado, murió en promedio una persona diariamente de forma violenta en un accidente de tránsito.
Los decesos se debieron principalmente, entre las causas atribuibles al chofer, al sobrepasarse los límites de velocidad, invadir el carril contrario y por los efectos del alcohol.
Las muertes en carreteras representan el 34% de los fallecimientos violentos en el país, que atendió la Cruz Roja Costarricense durante ese año.
Solo en accidentes de tránsito, el Instituto Nacional de Seguros tuvo que desembolsar cerca de ¢13 mil millones en atención médica y prestaciones económicas a las víctimas.
ncambronero@larepublica.net