Finanzas Sostenibles, más que una tendencia, una necesidad
María Brenes Quesada redaccion@larepublica.net | Martes 29 noviembre, 2022
Uno de los principales retos a los que se enfrenta el sistema financiero, tanto nivel nacional como internacional, tiene que ver con la adopción de las finanzas sostenibles. Si bien algunos consideraron que era importante montarse en la ola de esta “tendencia”, lo cierto es que marca actualmente una necesidad para todos los que formamos parte de este sistema.
Las Finanzas Sostenibles suponen la transformación del sistema financiero tradicional hacia uno más ligado y comprometido con el desarrollo sostenible. Hacen referencia a la inclusión de aspectos ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) en la estrategia de negocios, esto quiere decir que las instituciones financieras deberían incorporar estos aspectos en su planeación estratégica, en el diseño de productos y servicios, en la gestión integral de riesgos, en las políticas de inversión, y por supuesto, en la cultura de la organización.
No será posible movilizar la cantidad de recursos financieros que se requieren para cumplir con el logro de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), ni lograr un sistema sostenible, si el sector financiero no incorpora este nuevo enfoque de las finanzas como parte de su ADN empresarial.
Un sistema financiero sostenible, puede garantizar una menor volatilidad de los mercados, la viabilidad en el largo plazo de las inversiones y proteger a la economía de futuros episodios de inestabilidad financiera, pues más allá de los aspectos meramente financieros, se están incorporando además elementos extra financieros (ASG) que enriquecen el análisis y el proceso de toma de decisiones.
Una institución financiera que adopte las finanzas sostenibles tiene la oportunidad de mitigar riesgos, generar nuevos negocios mediante el desarrollo de productos financieros novedosos, atraer nuevos clientes; diferenciarse de la competencia; permanecer en el largo plazo; proteger la reputación; prepararse para requerimientos normativos; tener portafolios de inversiones más resilientes a crisis, mejorar la relación riesgo-rendimiento a largo plazo de las inversiones, entre otras.
Vemos entonces como el tema, más que una tendencia, es una necesidad, y nadie debería quedarse atrás. Conscientes de esto, los mismos los reguladores financieros ya han emitido normativa al respecto. Por ejemplo, en Costa Rica recientemente el máximo organismo supervisor del sistema financiero, CONASSIF, emitió normativa para que los inversionistas institucionales (bancos, aseguradoras, OPC, SAFIS) tomen en consideración los aspectos ASG en la gestión de riesgos y en sus políticas de inversión.
Lo anterior permite concluir que sobran razones para que las instituciones financieras sigan avanzando y capacitándose en este tema. En este camino el Banco Nacional suma varios años de experiencia y sigue el camino de la mejora constante.