(Fotos) Turistas exponen sus vidas por tour operadores que alimentan cocodrilos en río Tárcoles

Las prácticas habituales de algunos tour operadores y guías turísticos de alimentar a los cocodrilos en el río Tárcoles, estarían poniendo en riesgo a los turistas que son invitados a estar tan cerca de los animales.

Este lugar es uno de los puntos turísticos conocidos del país, en donde diariamente cientos de personas se bajan de sus vehículos para observar a los cocodrilos, sin embargo, en algunos casos también se promueve que las personas alimenten a los reptiles, a pesar del riesgo que esto representa.

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Las quejas sobre estas prácticas indebidas llegaron al Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), quien decidió realizar una gira de inspección en la zona, con la intención de poder sancionar a quienes promuevan estas actividades ilegales.

“Se han puesto al menos cinco denuncias en la Fiscalía de Garabito sobre el tema de la alimentación, sabemos que es un tema ilegal, que en estos momentos la legislación de vida silvestre no lo permite, además de que es un riesgo para los turistas”, dijo Rafael Gutiérrez, director ejecutivo del Sinac.

Y es que esta práctica es sancionada por la Ley de Conservación de Vida Silvestre, que de acuerdo con el artículo 116 establece multas entre el 15% y 30% de un salario base, es decir entre los ₡69 mil y ₡138 mil.

La multa parece poca en relación con el riesgo que corren las personas que se aventuran a dar alimentos a los cocodrilos a distancias de menos de un metro.

No obstante, no son todas las empresas turísticas de la zona las que impulsan estas actividades peligrosas, pero sí tienen identificadas a otras que operan de manera ilegal con esta práctica, aclaró Gutiérrez.

“El tema de alimentar los cocodrilos expone la vida de muchos turistas, de la persona que está alimentando al animal y obviamente está provocando una alteración, este tipo de cosas el Sinac no está de acuerdo, por lo que está promoviendo que se haga un cambio en el sector que está trabajando mal”, agregó Gutiérrez.

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El comportamiento natural de los cocodrilos, al igual que la mayoría de la fauna silvestre, es alejarse de la presencia humana, según los expertos del Sinac.

Sin embargo, cuando su comportamiento es modificado por personas que los alimentan, provoca que los animales se aproximen más y tengan menos temor de acercarse, esto debido a que relacionan la presencia humana con la comida.

El último registro que se tiene de un ataque de cocodrilo se dio a inicios del 2022 en Golfito, lo que causó la muerte de la persona atacada, por lo que las autoridades del Sinac recordaron la importancia de no incursionar en el hábitat de los animales.

“Las personas al conocer la presencia de un depredador como este deben tomar las medidas necesarias para evitar entrar dentro del hábitat que está siendo usado por el animal, teniendo en cuenta que es un animal que en ciertas situaciones puede ser peligroso”, dijo Laura Porras, del Instituto Internacional en Conservación y Manejo de la Vida Silvestre de la Universidad Nacional.

La alteración del equilibrio de los ecosistemas, la mala fama que adquiere la zona con esta práctica y el riesgo de que ocurra una tragedia son parte de las inquietudes que tienen otros tour operadores que realizan turismo en la zona, y que han visto durante décadas cómo no ha existido alguna medida por parte de las autoridades para frenar esta práctica.