¿Fue bueno o malo el gobierno de Carlos Alvarado? Esto piensan los empresarios

A una semana de que Carlos Alvarado deje el cargo, es difícil determinar si su gobierno fue exitoso o fracasó en sus intentos, según se desprende de la opinión de varios líderes empresariales consultados por LA REPÚBLICA.

Y es que para algunos sería injusto establecer una nota de calificación o un juicio de valor contundente, cuando la Covid-19 fue una variable transversal para el país, afectando prácticamente todas las áreas, a la vez que disparó el desempleo y la pobreza.

Sin embargo, en medio de las tormentosas aguas en las que tuvo que navegar el presidente y su equipo, los empresarios reconocen una serie de cambios importantes para el país.

La aprobación del IVA para aumentar la recaudación y reducir el déficit, la regla fiscal para contener el gasto estatal y la ley de empleo público para detener la bola de nieve que significan los incentivos y las remuneraciones del Estado, fueron algunas de las reformas del Estado vitales que el mandatario logró en años verdaderamente difíciles para el país.

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“Es un gobierno que quiso hacer bien las cosas, en algunos temas tuvo logros y avances importantes; no obstante, los desafíos de la pandemia no permitieron avanzar en temas trascendentales (…) Fue un gobierno que tuvo que lidiar con una situación que ningún país del mundo estaba preparado, por tanto, no sería justo generar una evaluación basada en una coyuntura en la que ningún país tuvo la pericia para navegar de la manera menos dañina posible”, dijo Juan Ignacio Pérez, presidente de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria.

En ese sentido, el sector productivo también señala que mucho del éxito que logró el mandatario Alvarado se debe a una Asamblea Legislativa preocupada por la situación fiscal y por la pandemia que vivió el país.

Esto, sin importar la alta fragmentación del anterior Congreso.

“Varios de los logros deben asociarse con la labor de la Asamblea Legislativa para aprobar políticas públicas en materia fiscal, educación, competencia y mayor eficacia del gasto público. Otro aspecto importante fue el ingreso a la OCDE, que contribuye a que Costa Rica mejore sus indicadores de competitividad”, manifestó Silvia Castro, presidenta de la Cámara Costarricense - Norteamericana de Comercio AmCham.

Al término de su mandato, Alvarado logró que las calificadoras de riesgo como Standard & Poor's y Fitch Ratings mejoraron la perspectiva de Costa Rica de negativa a estable, a la vez que el déficit fiscal bajó a un 5% y se espera un ahorro de ¢400 mil en remuneraciones por la ley de empleo público.

Sin embargo, esto no quiere decir que la gestión de Alvarado haya sido exitosa en un 100% en estos cuatro años.

Esto, porque las complicaciones generadas por la Covid-19 profundizaron los retos del país, o bien, no se atendieron adecuadamente.

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“El Poder Ejecutivo no tuvo un liderazgo fuerte y consistente para la recuperación económica y generación de nuevos empleos, bajo una ruta clara de acciones que impulsaran la competitividad país. Desde la perspectiva del sector productivo, consideramos que está pendiente una verdadera simplificación de trámites, avances en infraestructura, es crucial una mayor conectividad y la liberación del espectro 5G; tampoco se avanzó en una reforma profunda y urgente del sistema educativo, cuyas graves falencias fueron evidenciadas y agravadas por la pandemia de la Covid-19”, aseveró Enrique Egloff, presidente de la Cámara de Industrias, quien prefirió no evaluar con una nota al mandatario saliente.

Mientras tanto, José Álvaro Jenkins, presidente de la UCCAEP, manifestó a LA REPÚBLICA que el mandatario no logró reactivar la economía, a pesar de los múltiples llamados de diversos sectores.

Asimismo, indicó que la recuperación económica es una tarea pendiente que deberá asumir el nuevo mandatario y por ello, le da como máximo un seis de calificación a Alvarado.