10% de las fincas nacionales estarán adaptadas al cambio climático
Ganadería sostenible de Costa Rica consolida estrategia para reducir gases de efecto invernadero
Modelo ganadero cumpliría metas de Plan de Descarbonización al final del 2022
Allan Madriz allanmadriz.asesor@larepublica.net | Miércoles 16 marzo, 2022
La cantidad de bosque en las fincas ganaderas del país ha permitido a este sector convertirse en carbono positivo, es decir, la producción de ganado en Costa Rica captura más gases de efecto invernadero (GEI) de los que emite.
Este proceso, que empezó con un plan piloto de 140 fincas en 2013, mediante la iniciativa de la Acción de Mitigación Nacionalmente Apropiada (NAMA) para ganadería, cuenta hasta hoy con alrededor de 1.730 fincas decididas a emprender acciones para alcanzar una producción sostenible.
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Para ello se elaboró la Estrategia de Desarrollo Ganadero Bajo en Carbono, que planteó una serie de metas entre el periodo 2015-2034, que además de reducir las emisiones de GEI, permitiría aumentar la productividad.
Jorge Segura, coordinador del Programa Nacional de Ganadería, explicó que la meta de 1.773 fincas integradas a la NAMA para finales de 2022, posiblemente se superará en abril y se cerrará el año con alrededor de 2 mil fincas, lo que representa casi un 10% de las fincas nacionales.
“El siguiente nivel que es un salto más grande, que le toca a la siguiente administración, es llegar a un nivel dos mil o tres mil fincas más, dependiendo del apoyo internacional, y después el tercero ya son diez mil fincas más”, dijo Segura.
Y aunque la ganadería es responsable del 23% de las emisiones GEI del país, el coordinador del programa explicó que la cantidad de bosque de las fincas nacionales permite que se efectúe una mayor captura de lo que se emite al ambiente.
“En términos sencillos, el ganadero tiene una vaca que emite CO2, pero a la par tiene casi diez árboles. El suelo y esos árboles es lo que captura esas emisiones”, agregó Segura.
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Aunque el proceso puede calificarse como lento y largo hasta el 2034, este orden ha provocado rendimientos muy positivos, ya que el hato costarricense pasó de 1.1 millones a inicios del 2000 a 1.6 millones en 2019, según la última Encuesta Nacional Agropecuaria del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC).
Para Segura, la NAMA no debe quedarse solo en la reducción de emisiones, sino también impactar de manera positiva el bolsillo de los productores, como sucedió durante el 2021, cuando Costa Rica registró la mayor exportación de carne en 35 años.
Otro de los logros que podría sumar la ganadería sostenible es alcanzar el 100% de las metas propuestas del Eje 9 del Plan Nacional de Descarbonización para el primer periodo (2019 – 2022), “Consolidación de modelo ganadero eco-competitivo basado en la eficiencia productiva y disminución de gases de efecto invernadero”.
Hasta febrero de 2022 tiene cumplidas el 43% de las metas, sin embargo, las restantes ya están en marcha y según las proyecciones, se alcanzarían al finalizar el presente año.
Por ejemplo, se logró que dentro del primer año de implementación de la NAMA se alcanzara una reducción de 73 mil toneladas de CO2 equivalente y 83 mil durante el segundo año, según el Sistema Integrado de Medición, Reporte y Verificación (MRV).
Uno de los retos que tiene ahora esta política de ganadería sostenible es atraer financiamiento internacional que permita a muchos otros dueños de finca iniciar con el proceso, y para ello se gestionan proyectos con el Fondo Verde del Clima y la Agencia de cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ).
Estrategia de Desarrollo Ganadero Bajo en Carbono
Beneficios generados por las acciones desarrolladas en las fincas ganaderas adaptadas al cambio climático
- Reducción de emisiones GEI por animal
- Aumentos en la captación de carbono
- Alcanzar una mejora en el manejo de los pastos
- Aumentos en la productividad
- Expansión del hato ganadero